“Confiar se ha convertido en un deporte extremo”. Esa frase llamó mi atención cuando la escuché. No le di importancia en el momento pero la recordé un día mientras entrenaba en la montaña corriendo por una bajada súper complicada.
Confiar en cada paso que damos es clave, no solo cuando vamos a la montaña, sino en general en todo lo que hacemos para prepararnos ante cualquier reto. Los corredores entrenamos por meses para que nuestro cuerpo responda como queremos en una carrera.
Pasamos horas en la montaña o en la calle entrenando, le dedicamos más horas al fortalecimiento e incluso los más aplicados leemos, miramos videos, vamos con un nutricionista, conversamos con un psicólogo deportivo, en fin… son horas de preparación invertidas a diario.
Si hacemos el trabajo ¿por qué nos cuesta tanto confiar?
La confianza es el resultado de haber hecho todo lo que se supone que debemos hacer. Sin embargo, yo le añado a esa sensación el hecho de tener el conocimiento suficiente para saber qué es lo que debo hacer en caso de que las cosas no salgan como se planearon.
Como corredora de montaña sé lo que significa enfrentarse a terrenos irregulares y desafiantes. Cada ruta es un nuevo reto lleno de imprevistos que pueden cambiar nuestros planes en un abrir y cerrar de ojos pero aquí es donde entra en juego la confianza. No solo en nuestra habilidad para sortear obstáculos, sino en todo lo que hemos acumulado a lo largo de nuestra preparación para saber responder acertadamente.
Si algo nos enseña el deporte es que, aunque no podemos controlar todo lo que sucede a nuestro alrededor, sí podemos controlar cómo respondemos a ello. Y es en esa respuesta, basada en el conocimiento y la preparación, donde encontramos la verdadera confianza.
La próxima vez que sientas inestabilidad o incertidumbre, tal como se siente una bajada técnica en la montaña, recuerda que cada paso que has dado hasta ahora te ha preparado para ese momento.
Confía en tu preparación, confía en tu intuición y, sobre todo, confía en ti mismo. Porque es esa confianza la que te llevará más allá de lo que creías posible, tanto en la montaña como en la vida. Sigue avanzando con fe y determinación, sabiendo que cada experiencia, cada desafío y cada imprevisto solo te hace más fuerte y más sabio.
