Para muchos conocido como “el esposo de Carolina Herrera”, y para otros como editor de la revista Vanity Fair, Reinaldo Herrera fue una de esas figuras discretas que directa o indirectamente ayudó a darle forma a nociones del mentado “buen gusto” y sobre todo de la elegancia de las ideas.
Fallecido el martes 18 de marzo de 2025 a los 91 años en su residencia de Manhattan (EE.UU.), nació y creció en el seno de una influyente familia venezolana, asegurándose un puesto privilegiado en el jet-set internacional por su personalidad con frecuencia descrita como encantadora e inteligente.
Hijo de Reinaldo Herrera Uslar y Mimí Guevara de Herrera, heredó la hacienda La Vega, en Caracas, y el título de Marqués de Torres Casa. En 1968 se casó con María Carolina Josefina Pacanins y Niño, generando así el nombre de lo que luego se convertiría en sinónimo de elegancia y buen gusto, la marca Carolina Herrera.
Junto a la diseñadora venezolana, Reinaldo Herrera tuvo dos hijas: Carolina Adriana y Patricia, quienes completaron una familia ya conformada por dos hijas del primer matrimonio de su esposa: Mercedes y Ana Luisa.
Sobre la pareja que en términos contemporáneos se podría describir como una “power couple”, el escritor venezolano Boris Izaguirre, en el obituario que hizo para el diario español El País, reprodujo que el editor comentó que "somos una pareja que crecimos juntos, la vida nos separó y nos volvió a reunir, y juntos hemos convertido nuestra historia de amor en una celebración permanente que hace felices a muchas personas".
La firma Carolina Herrera ha comunicado en sus plataformas que “Reinaldo Herrera Guevara tenía una sensibilidad especial por la cultura y era un hombre de innata elegancia y carisma, con un agudo ingenio. Ante todo, fue un hombre dedicado a su familia y profundamente querido por ella. Disfrutaba plenamente su papel de marido, padre y abuelo, y apoyó con orgullo la marca Carolina Herrera desde su fundación en 1981”.
Por un tiempo co-anfitrión del programa de televisión Buenos Días, con Sofía Imber y Carlos Rangel, su trayectoria como editor en Vanity Fair inició cuando la revista fue relanzada a mediados de los ochenta, bajo la dirección de Tina Brown y luego de Graydon Carter. Así, Herrera consiguió no sólo que la publicación tuviera acceso a personas tan influyentes como reacias al escrutinio público, sino que también contribuyó en gran manera a la realización la muy seguida International Best Dressed List y de la hoy muy esperada fiesta de Vanity Fair en el marco de los Oscars.
La reconocida plataforma WWD reportó que luego de una misa funeral privada en la iglesia St. Vincent Ferrer de Nueva York, se cumpliría el deseo de Reinaldo Herrera de ser enterrado en su natal Caracas.