¿Existen tradiciones venezolanas consideradas como parte de la riqueza cultural del mundo? Absolutamente sí. En nuestra primera entrega abordamos la inclusión de la ciudad de Coro, el Parque Nacional Canaima y la Ciudad universitaria de Caracas en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
En esta oportunidad, veremos qué ocurre en el campo del patrimonio cultural inmaterial, una categoría de enorme interés, ya que agrupa las creaciones del ser humano que son de carácter intangible, como las manifestaciones culturales, los ritos, las costumbres, las celebraciones, los conocimientos ancestrales sobre la naturaleza y el universo, entre otros.
Esta forma de patrimonio es muy especial, porque representa el espíritu de las sociedades, las expresiones más auténticas de la cultura que nutren la identidad individual y colectiva. Es también el patrimonio más vulnerable, porque depende de la memoria y de la transmisión del conocimiento para su supervivencia.
De la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, se desprenden la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia, y el Registro de buenas prácticas de salvaguardia. Venezuela tiene inscripciones en todas.
En la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad han sido inscritos: Los Diablos Danzantes de Venezuela, en el año 2012; La parranda de San Pedro de Guarenas y Guatire, en el año 2013; los Conocimientos y técnicas tradicionales vinculadas al cultivo y procesamiento de la curagua, en 2015; El Carnaval de El Callao, en 2016; y el Ciclo festivo alrededor de la
veneración y culto de San Juan Bautista, en el año 2021.
Del Registro de buenas prácticas de salvaguardia forman parte: el Programa biocultural para la salvaguardia de la tradición de la Palma Bendita en Venezuela, seleccionado en 2019; y el Programa para la salvaguardia de los Bandos y Parrandas de los Santos Inocentes de Caucagua, desde el año 2023.
En la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia se ubican La tradición oral mapoyo y sus referentes simbólicos en el territorio ancestral, desde el año 2024; y los Cantos de trabajo de Los Llanos de Colombia y Venezuela, desde 2017.
Ahora bien ¿qué se entiende por salvaguardia? La UNESCO la define como “Las medidas encaminadas a garantizar la viabilidad del patrimonio cultural inmaterial, comprendidas la identificación, documentación, investigación, preservación, protección, promoción, valorización, transmisión -básicamente a través de la enseñanza formal y no formal- y revitalización de este patrimonio en sus distintos aspectos”.
Cada vez se fortalece más la relación entre el patrimonio cultural y el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Es además uno de los atractivos más importantes en muchos destinos turísticos que buscan ofrecer experiencias cautivadoras y auténticas, con protagonismo de las comunidades locales.
Recientemente el Estado venezolano postuló la arepa ante la UNESCO para lograr su reconocimiento como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.
Estas expresiones son una herencia de todos, es una responsabilidad compartida el conocer, disfrutar y promover estas riquezas culturales que definen nuestra venezolanidad. Mantener vivas estas tradiciones en un deber con nosotros y con el mundo ¿Estamos haciendo la tarea?