“La historia ha demostrado que aislar a los bancos centrales de la presión inevitable de la dinámica política es un aspecto importante para lograr la estabilidad económica de los ciudadanos de un país”.
Esther George presidente CEO Banco Reserva Federal de Kansas City
La tan trillada frase, que vincula “La economía con las instituciones” es un recordatorio inmediato a Douglas North y su nueva economía institucional [ CITATION Nor00 \l 8202 ], empero la solidez de la misma subyace en el valor de que estos aportes que amplían los espectros de la economía hacia planos más amplios que una mera visión fría del economicismo, supondrían un bucle de conexión temporal en la economía, cuando en el pasado 2024, se reconociera el rol de las instituciones en la generación de la prosperidad de las economías tesis desarrollada por los académicos Acemoglu, Robinson y Jhonson.
Los economistas, solemos indicar en nuestra jerga especializada que la facultad de producir dinero, transmitirlo y controlar el proceso de la oferta monetaria, es una facultad centralizada de los Bancos Centrales, los cuales la realizan en total independencia y autonomía del poder ejecutivo, es menester aclarar que la independencia no es un sinónimo de autonomía, al manos en lo que respecta a los Bancos Centrales: La independencia se refiere a la cualidad que tienen los bancos Centrales, de imponer la política monetaria, los regímenes cambiarios, el proceso de ejecutar operaciones de mercado abierto (OMA), entre otras y la autonomía se refiere a los criterios políticos para el nombramiento, destitución y funcionamiento de los Bancos Centrales, en total imparcialidad política, de hecho la norma establece “ que la duración de los gobernadores o presidentes de los Bancos Centrales, deben ser superiores a la vigencia del mandato del ejecutivo” [ CITATION Jác00 \l 8202 ].
El totalitarismo y sus formas parecen ser una peste, una suerte de infección en el cuerpo social de los Estados, que no distingue ni de posturas ideológicas y menos de taxonomía económica entre economías desarrolladas y emergentes, en este orden de ideas preocupa la reciente postura de la administración de Washington, encabezada por Donald Trump, con referencia a la independencia de la Reserva Federal, la cual según su juicio debe centralizar sus estadísticas hacia el ejecutivo, además de consultar la aplicación de las tasas de interés con el poder del ejecutivo, cuando desde 2017, hemos visto como la inflación afecta a la economía de los Estados Unidos de Norteamérica, sobre todo luego de la pandemia del coronavirus, “el manejo de las tasas de interés pasó de ser un recurso a el recurso para paliar las crisis de inestabilidad de precios”[ CITATION Com22 \l 8202 ].
La reacción de uno de los secretarios del sistema de la Reserva Federal de los Estados Unidos de América, demuestra el grado de preocupación que el solo pronunciamiento de escindirle, ciertas cualidades centralizadas al organismo monetario, supondría, la sociedad estadounidense, los miembros del partido republicano y por añadidura sus opositores demócratas, muestran su angustia ante los giros en la conducta de Donald Trump, pero surge la interrogante ¿Quienes lo llevaron a la Casa Blanca? La respuesta es palmaria, los votos de aquel sistema que premia esas conductas, las hace nimias, la llegada intempestiva de Donald Trump de nuevo al poder, muestra el ocaso de Occidente, su connatural idolatría por gobiernos autoritarios, solo habría que recordar que Donald Trump, orquestó la toma del Parlamento de la Democracia más longeva del planeta, en tal sentido sus excesos y atropellos contra las instituciones en lo particular y el orden mundial en general, son parte de su postura y de su oferta electoral.
Desde luego, los defensores de las imposturas, del presidente de Estados Unidos, recurren al empleo de la posverdad, el juicio manido de argüir que el espíritu animal, impulsa la toma de estas decisiones, no es otra cosa que la deformación de la propuesta de Keynes y hasta de Veblen, pues este último planteaba: “El manejo del apresto espiritual, para la toma de decisiones racionales, sin incorporar el cálculo diferencial victoriano” [ CITATION Veb98 \l 8202 ].
En Venezuela, la independencia y la autonomía del Banco Central han sido de facto escindidas, tomadas y empleadas para financiar al déficit fiscal y a la decaída empresa petrolera, la postura troglodita de quienes manejan el poder, desde una izquierda anacrónica dan cuenta de ello, de aquel millardito a estos lodos de los abismos cambiarios, subyacía el extremismo como desviación del centro, como medida aristotélica de mesura hacia esta crisis cambiaria y la pulverización del bolívar, al cual ha sufrido el desagio de perder catorce (14) ceros y convertirse en un activo tóxico, que nos recuerda la tesis de Nicolás de Oresme, en la escolástica, quien proponía que el dinero podía ser envilecido por el señor feudal.
En Venezuela, el Banco Central (BCV), sencillamente no reporta cifras, elimina otras como las del producto interno bruto real (PIB) y las sustituye por valores relativos sin soporte absoluto y sin explicar metodologías de cálculo, llegando al extremo de depositar una tonelada de oro supuestamente monetario, sin contar con la aprobación de la London Bullion Market Associated (LBMA), lo cual devino la renuncia de dos directoras del BCV.
Al parecer, estos son los excesos a los cuales pretende llegar Mr. Donald Trump, a quien sus asesores, le han llegado a manifestar, que la independencia de los Bancos Centrales, es un atavismo, pues al final deben rendir cuentas, la ignorancia es audaz y la rendición de cuentas de los Bancos Centrales, no es una demostración de debilidad es un criterio dogmático, propuesto por Pearson, Tobellini y Rogoff, “es una práctica sana la rendición de cuentas desde los Bancos Centrales, la fijación de metas de inflación y crecimiento y el carácter centralizador de su capacidad monetaria” [ CITATION Jác00 \l 8202 ].
Finalmente, vemos como los extremos se tocan, en los atropellos a las instituciones, en las hipertrofias de las personalidades salidas al parecer de la obra de Graves, Yo Claudio, los extravíos del poder terminan destruyendo a las sociedades:
Extrema se tangut, esta frase indica que los extremos se tocan y es extraída de la obra de Johannes Hessen Teoría del conocimiento, justamente esa capacidad de que los extremos puedan tocarse, “aunque ocupen posturas antagónicas frente a la cosa”[CITATION Hes09 \l 8202 ], así lo valido en el terreno epistemológico, se trasfiere a la esfera de la política y nuestro drama totalitario, se toca con una postura radicalmente violenta desde la administración de Donald Trump [ CITATION Ñáñ25 \l 8202 ].
No, hay diferencias entre países desarrollados y emergentes, entre izquierda y derecha, cuando el totalitarismo, se hace presente y pretende destruir la libertad, la independencia y la autonomía del ser humano y de las instituciones.
X@carlosnanezr
IG@nanezc
Referencias:
CEPAL. (2022). Hacia la transforación de un modelo dedesarrollo en América Latina. SantiagoChile: División de Documentos CEPAL.
Hessen, J. (2009). Teoría del conocimiento. Máxico: ILCA.
Jácome, L. (2000). Indepemdenmcia y autonomía de los Bancos Centrales. Trimestre económico. . Ciudad de México: Fondo de la Cultura Económica.
North, D. (2000). La nueva economñia institucional y el desarrollo. México: FUNDES.
Ñáñez, C. (27 de marzo de 2025). Extrema se tangut y otros relatos más. El Nacional.
Veblen, T. (1898). Why is economy not an evolucionary Science. The Quarterly Journal of Economics: Oxford University Press.