La inflación en Venezuela continúa su escalada en 2025. Según el más reciente informe del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), el índice de precios al consumidor aumentó 13,1% durante el mes de marzo, lo que elevó la inflación interanual a 136%, un salto de 19 puntos porcentuales en comparación con la cifra registrada en marzo de 2024.
Además, la inflación subyacente, que excluye alimentos y servicios, considerada un termómetro más estable de la tendencia inflacionaria, se ubicó en 140%.
Depreciación del bolívar
Este repunte inflacionario se da en un contexto de marcada depreciación del bolívar, que perdió un 13% de su valor frente al dólar durante el mismo mes. El OVF advierte que esta caída refleja un alto grado de indexación de la moneda nacional al dólar estadounidense, una dinámica que restringe el margen de maniobra de la política económica venezolana, especialmente en medio de una balanza de pagos altamente vulnerable.
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Los rubros que experimentaron los mayores aumentos de precios en marzo fueron los servicios, con una alarmante alza del 56% en el precio del gas y del 17% en los servicios de aseo; los alimentos y bebidas no alcohólicas, que subieron 14%; y el equipamiento del hogar, que se encareció en un 16,7%.
Estas cifras reflejan un golpe directo al poder adquisitivo de los hogares, especialmente en los sectores más vulnerables, con un salario mínimo inferior a los tres dólares al mes.
Inflación regional
En lo regional, las cifras también evidencian disparidades importantes. El Área Metropolitana de Caracas registró una inflación de 13,1%, con fuertes alzas en rubros como el equipamiento del hogar (18,7%) y las bebidas alcohólicas (17,2%). En el estado Nueva Esparta, la inflación mensual alcanzó 13,21%, impulsada por el aumento en educación (22%), especialmente en la compra de ropa y materiales escolares, además de incrementos en vestido y calzado (19,4%) y bienes diversos (18%).
El estado Zulia registró una inflación del 13%, con los mayores aumentos concentrados también en equipamiento del hogar (17,4%) y bienes diversos (16%).
Con este comportamiento, el primer trimestre de 2025 se perfila como uno de los más críticos en términos inflacionarios de los últimos años, en un entorno donde la política monetaria y fiscal luce limitada. La aceleración de los precios no solo refleja las distorsiones estructurales de la economía venezolana, sino también la creciente dolarización informal y la falta de mecanismos de anclaje creíbles. Todo esto apunta a una presión sostenida sobre los precios y una persistente erosión del poder adquisitivo de la población en los próximos meses.
