“La decepción es la bancarrota del alma”
Eric Hoffer
Ídolos rotos, de Manuel Díaz Rodríguez es quizás la novela más pesimista de Venezuela En ella se narra la frustración de su personaje protagónico, Alberto Soria, quien jamás logra en un país en decadencia imponer sus ideas de artista.
El clímax de la novela se produce cuando estalla una guerra civil, una revolución en el país y la soldadesca, así como el lumpen, dominan el poder político, destruyendo todo a su paso, violentando las obras de arte del taller de Soria. En la novela destaca el General Galíndez, la representación del político truhan y oportunista que solo piensa en intereses crematísticos.
La novela describe el ambiente social y político de la Venezuela de 1901. Han trascurrido ciento veinticuatro años y la situación de la revolución, la violenta soldadesca, la audaz ignorancia y el repudio a la cultura, al arte y al conocimiento se han afianzado.
En este ex país todos somos Alberto Soria, todos hemos sido vapuleados, perseguidos, defenestrados al fango, violentados por este monstruo revolucionario, esa hidra de mil cabezas que nos amenaza a diario. El país es el taller violentado por los solados, que destruyen obras de arte, que mancillan la estética e imponen el horror como locus de acción [ CITATION Dia87 \l 8202 ].
Son los tiempos de la traición, de la decepción, es decir los tiempos de la bancarrota espiritual. Un país condenado a la herrumbre de la barbarie, al nihilismo frente al mal. Un país de soldados que cumplen órdenes, de Galíndez que se aprovechan y se acomodan. En el medio la capas de intelectuales, académicos y artistas, arrinconados por la maldad total, por la comedia bufa, por la payasada como política de Estado. “Payasada que no la hace ser laxa o inocua, sino que esconde los peores vicios del mal total”[ CITATION Man06 \l 8202 ].
Estamos decepcionados, en quiebra moral, todos nos han traicionado, nadie es nuestro aliado. Eestamos solos, pero aun podemos gritar y decir “Yo no, no formaré parte, rechazar al chavismo como una actitud moral” [ CITATION Fes06 \l 8202 ].
Finalmente, la lucha es ser dueño del relato, apropiarnos de la historia personal. No ser parte de esta andanada de fetidez, que solo demuestra el grado de corrupción al cual puede descender el alma humana.
X@carlosnanezr
IG@nanezc
Referencias:
Diaz, M. (1987). Ìdolos Roros. Caracas: Tacarigua.
Fest, J. (2006). Yo No. Madrid: Taurus.
Norman, M. (2006). Payasos: El dictador y el artista. Barcelona España: Turquests, SA.