Más de 120 personas, agrupadas en 32 apartamentos del bloque 25 de La Isabelica, enfrentan desde hace más de 40 días la grave falta de suministro de agua. Aunque los residentes de otros bloques aledaños han recibido el servicio de manera regular, el problema persiste en esta zona. La situación ha desbordado la paciencia de los vecinos, que claman por una solución urgente.
Desde siempre, en La Isabelica han enfrentado el problema del agua con el que contaban una o dos veces a la semana, por lo que desde Hidrocentro se reactivó un pozo de agua profunda ubicado en el campo de los Criollitos de Venezuela, con la promesa de que la situación de escasez en el área sería resuelta.
José Andrés Rodríguez, vecino del lugar, detalló que con la conexión al pozo, todos los bloques del sector, desde el 16 hasta el 38, deberían recibir agua de forma continua, salvo en casos excepcionales como cortes de electricidad. Sin embargo, el bloque 25 de la Isabelica no ha visto cambios.

Los vecinos aseguran que, tras realizar gestiones con personal de Hidrocentro el sábado 28 de diciembre, les informaron que el problema sería solucionado en el transcurso del día o el lunes 30. Aunque se comprometieron a enviar un equipo al lugar, hasta la fecha, no ha llegado ninguna ayuda.
La ayuda parcial de la alcaldía no es suficiente
Dado a la falta del suministro por parte de Hidrocentro, los vecinos han recurrido a la ayuda de la alcaldía, que les proporciona agua a través de cisternas.
Pero este apoyo es limitado, ya que las cisternas no se distribuyen de manera diaria, y los 10 mil litros de agua que traen no son suficientes para cubrir las necesidades de más de 120 personas.
Los camiones cisternas deben repartir el agua entre dos bloques, lo que hace que en muchas ocasiones solo los residentes de los primeros pisos puedan acceder al agua, dejando a los de los pisos superiores sin ninguna posibilidad de abastecerse.

Un día a día de sacrificios
La falta de agua también ha afectado gravemente a las personas con movilidad reducida, como José Andrés Rodríguez, quien vive en el tercer piso del edificio. Él, al igual que otras personas con discapacidades o mayores, se ve obligado a cargar agua desde los primeros pisos, lo que resulta muy difícil y peligroso.
Para muchos, subir tres pisos con bidones de agua representa un reto físico casi insuperable.
La falta de agua ha exacerbado las dificultades de vida de los residentes de La Isabelica, quienes deben recurrir a métodos rudimentarios, como el “carreteo” de agua entre los vecinos, para poder abastecerse. Además, la situación está afectando la salud y la calidad de vida de todos los habitantes de este bloque.
Los residentes del bloque 25 insisten en que no pueden seguir viviendo bajo estas condiciones y piden a Hidrocentro y a las autoridades locales que tomen cartas en el asunto y les ofrezcan una solución definitiva a este grave problema.