Ya son cinco meses y nada. La espera de de Evelyn Fuentes se hace eterna, cada día sentada debajo de un árbol, frente al Internado Judicial de Carabobo, la famosa cárcel de Tocuyito, que alberga a más de 350 presos políticos detenidos en el contexto postelectoral, entre ellos su hijo, Luisangel Alexis Marcano Fuentes.
Desde una plaza en los alrededores del penal, ella le pide a Nicolás Maduro y al fiscal Tarek William Saab, celeridad en las excarcelaciones. "Si ya dieron la orden de que los sacaran y nosotros creíamos que antes del 28 ya estarían en la casa, por favor agilicen el proceso. No es justo que ya cerca del 31 de diciembre nosotros estemos aquí, todavía con nuestros familiares detenidos allá adentro. Como padres, pónganse la mano en el corazón y piensen en lo que nosotros estamos viviendo, los esperamos todos los días en la casa".
El 30 de julio Luisangel Marcano decidió ir a jugar fútbol, en la cancha de La Juventud, cerca de su casa en Valles de Yagua, en el municipio Guacara. Acompañado de un amigo y a bordo de su moto salió rumbo al sitio, pero en el camino,cerca del liceo Enrique Tejera, ambos fueron detenidos por funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana. La moto, los teléfonos y demás propiedades de los jóvenes desaparecieron, también su libertad.
"Agilicen las excarcelaciones en Tocuyito"
Luisangel Marcano fue incluido en la causa de los 103. Se les acusa de haber saqueado un galpón de comida del gobierno en Guacara. Las autoridades dijeron que entre dos o tres policías detuvieron a ese número de personas cerca del establecimiento. Pero Luisangel, y muchos otros que residen en San Diego, Naguanagua o Valencia, no estaban allí. Fueron detenidos lejos del lugar lo que, igual, no importó. Hoy está acusado por terrorismo, incitación al odio, hurto agravado, resistencia a la autoridad.
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De la PNB, en Los Guayos, fueron llevados la noche del martes 30 al Fuerte Paramacay y el miércoles los devolvieron a la sede policial. Allí estuvieron hasta el 25 de agosto, cuando fueron llevados a la cárcel de Tocuyito. Su madre asegura que en ninguno de estos establecimientos fue maltratado, pero él quiere regresar a su casa. Ella reconoce el cambio que se produjo en la cárcel tras la designación de la nueva directora.
En esa espera, Evelyn pasa las horas frente al penal. Todos los días son iguales, pasan muchas cosas por su cabeza, en especial que su hijo sale en cualquier momento. "Yo a mi hijo lo espero todos los días". También lo esperan sus dos hermanas y su papá, que no ha podido verlo. El día que se autorizó a los padres a entrar al penal, él estaba trabajando.
Cinco meses de injusticias
También reflexiona en torno a las injusticias vividas en estos cinco meses. Reciente su apoyo a la revolución, haber votado por el gobierno y haber trabajado junto a Chávez sirviendo comida a personas de escasos recursos. Ella es maestra y trabaja por un sueldo muy bajo, pero la vocación la sostiene. También el apoyo familiar y de amigos en estos difíciles momentos.
A la fecha, Luisangel Marcano ha tenido dos audiencias. Una realizada en la sede de la PNB en Los Guayos, tres días después de la detención; y la preliminar que se efectuó el 16 de octubre. Ese día les otorgaron visita y allí hicieron planes para la celebración del cumpleaños 22 del joven. Pero nada ocurrió, llegó el 26 de octubre y Luisangel pasó su cumpleaños tras los barrotes de Tocuyito.
Ante la llegada de otras fechas importantes, Luisangel fue claro con ella. "Mami si llega el 24 y el 31 y yo todavía estoy aquí preso, no te quiero afuera llevando sol, o lluvia, cansada. Te quiero en la casa". Ella le dijo a su hijo que lo haría, pero le mintió. Este 29 de diciembre, como cada día desde el 25 de agosto, ella permanece frente a la cárcel, en una espera que se hace eterna, pero que sólo terminará cuando pueda regresar a la casa con su hijo.
Un cambio de visita
Recientemente, Luisangel le pidió a su mamá que visitara a un compañero de reclusión. Se trata de un joven de 19 años proveniente de La Guaira, quien en los meses de reclusión no ha recibido visita. Son solo él y su madre enferma, quien no puede viajar. Evelyn aceptó y le llevó al joven la paquetería que nunca había tenido. Ocurrió el 26 de diciembre, cuando permitieron el acceso a niños y a padres por espacio de varias horas. "Ese día pude ver la solidaridad entre ellos, algunos compañeros compartían con él el pan de jamón y otras cosas que habían recibido"
Acompañada de otros familiares, que vienen de Zulia, Trujillo, Lara, Anzoátegui y muchos otros estados del país, Evelyn pasa los días soñando con el momento en que pueda tener a su hijo en casa. Ese deseo lo comparte con el resto de las madres, padres, esposas e hijas que, sentados bajo la sombra frente al penal, esperan la salida de una ambulancia o una camioneta blanca. Son esos vehículos en los que suelen trasladar a los excarcelados hasta el terminal de pasajeros del Big Low u otros sitios estratégicos. Es su mayor deseo de Año Nuevo, el mismo que tuvo para la Navidad.
