“Mi Casa es casa de oración y ustedes la han convertido en cueva de ladrones”
Mateo 21:13:22
Hoy se conmemora el tercer día de la Semana Santa Católica, después del sábado de Lázaro. El Domingo de Ramos Jesús se encontraba en Betania, luego de la resurrección de su amigo Lázaro y fue en esa misma casa, junto al resucitado, que Jesús disfrutaba de una cena mientras María la hermana de Lázaro le ungía los pies con finos perfumes. A su regreso a Jerusalén Jesús es recibido, por una multitud quienes agitaban palmas, en señal de alegría, mientras gritaban ¡Hosanna en la tierra, bendito el que viene en el nombre del señor!
Al dirigirse al templo, Jesús observo los puestos de cambio de la moneda local por el denario romano, la venta de animales para el sacrificio y una multitud de mercaderes que hacían negocios en la casa del señor. Desenfundó el cinto y les fustigó de manera violenta, tumbando mesas, jaulas y canastos de moneda, pues a diferencia de lo que alguna iconografía nos presenta, Jesús fue un hombre complexo y fuerte, acostumbrado a las tareas de la carpintería, tallado por el trabajo rudo y las predicas que incorporaban caminatas importantes.
Este es el Santo Lunes de la autoridad de Jesús. Él pone orden en el Templo y disrumpe a un orden sacerdotal corroído en la moralidad de unos sacerdotes y maestros de la ley quienes cohabitaban con la tiranía de Roma en Judea y con la inmoralidad de la Tetrarquía de Galilea. Este día antecede a la oración en el huerto, la noche del agobio de nuestro señor y la traición de Judas Iscariote.
Esta Semana Santa, nuestro pueblo atemorizado y sin orden, requiere más que nunca del auxilio de la virtud de la fortaleza del unigénito, del Cristo hecho pueblo, a los fines de que se imponga la luz sobre la sombra, la verdad sobre el error, la vida sobre la muerte, la paz sobre la angustia. Venezuela es un pueblo mayoritariamente católico, por ende, de tradición apostólica instituida por el propio Jesús el Nazareno, su pueblo clama ante su autoridad para que se imponga el orden y de esta tierra, salgan los pillos, los crueles y ladrones que nos martirizan.
Estos días no son de descanso, sino de honda reflexión, de comunidad con Dios, en el misterio de la pasión de nuestro señor. Va la impronta de nuestros agobios colectivos, de nuestra orfandad, de nuestra soledad, del flagelo inclemente, del llanto de la Madre a los Pies de la Cruz, en el dintel de la cárcel, en el dolor de la diáspora, en la desesperación de la muerte, como manifestó San Juan Pablo II, “Cristo no está inerte en la cruz, aunque e ciertos motivos creamos que la muerte, él vive”[CITATION Woj87 \l 8202 ].
La situación de este nuestro país es indecible. En materia económica las brechas se han reducido del 47% a 29%, pero por incapacidad para comprar y vender dólares, además del empleo de una depreciación reptante que ejerce procesos perversos en la pobreza del ingreso. Como corolario del efecto de transferencia, el aparato policíaco del país nos somete al terror, sin embargo de la mano de la verdad de mi fe, no tengo miedo. Jesús no murió en la cruz, entregó su espíritu, para vencer a la muerte y recordarnos ¡Que Dios siempre puede más!.
Finalmente, en este breve, mensaje que interrumpe mi jornada de reflexión de los misterios de la pasión de Cristo, misterios cristocéntrico y miriocentrícos, pues entendemos a María como relicario de Cristo. Madre de la humanidad y en el estricto sentido abogada de la humanidad, te pedimos que intercedas ante el altísimo, para concedernos la verdad y la vida, que llevaste en tus entrañas y bajo la advocación de Santa María de Coromoto, conduzcas a Venezuela hacia la libertad, la paz, la verdad y la vida, que son Cristo tu fruto virginal.
En humilde dedicatoria a mis discípulos de los Seminarios Mayor de San Pablo Apóstol en Maturín y del Seminario Mayor Nuestra Señora del Socorro en Valencia.
X@carlosnanezr
IG. @nanezr
Referencias.
Wojtyla, K. (1987). Discurso del Santo Padre Juan Pablo II a los jóvenes de Chile. Dicastero per la Comunicazione - Libreria Editrice Vaticana. Santiago de Chile: Libreria Editrice Vaticana. Recuperado el 2025, de https://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/speeches/1987/april/documents/hf_jp-ii_spe_19870402_giovani-santiago.html