La movilidad urbana en la Gran Valencia está en niveles críticos. Así lo advirtió el abogado Juan Carlos León Berástegui. Para él, se trata de un verdadero caos. Ante esta realidad, hizo un llamado a implementar un plan de reeducación vial amplio, inclusivo y coordinado, que involucre a todos los sectores de la sociedad.
Reorganizar la movilidad urbana incluye a las universidades, sindicatos, gremios, empresas, empleadores, cámaras, asociaciones, consejos comunales, medios de comunicación, entre otros organismos, señaló León Berástegui.
El programa, subrayó, debe ser liderado por las autoridades regionales de tránsito y las alcaldías, como entes responsables de la organización vial.
Educación vial para todos: conductores y peatones por igual
El abogado enfatizó que esta reeducación por la movilidad urbana no debe limitarse únicamente a conductores de motos, vehículos particulares, unidades de carga o transporte público. También debe incluir a los peatones, promoviendo el uso adecuado de los pasos peatonales, aceras y erradicando expresiones como “déjenme por donde pueda” al abordar el transporte público.
La propuesta se basa en la convicción de que reorganizar el tránsito requiere el compromiso de todos los ciudadanos, y que los beneficios de una ciudad ordenada y segura serán compartidos por todos los actores de la movilidad urbana.
Respetar señales, límites y espacios: claves de la movilidad urbana
Dentro del plan propuesto, recordar y respetar las señales de tránsito, los límites de velocidad y la demarcación de las vías se vuelve una prioridad.
León Berástegui también recordó la importancia de respetar los espacios reservados, como los puestos azules para personas con movilidad reducida, y promover una cultura ciudadana de empatía y responsabilidad.
La reeducación vial salva vidas y reduce conflictos
Más allá del orden y la eficiencia, el objetivo de este plan de reeducación es minimizar los accidentes de tránsito, salvar vidas, evitar problemas legales y transformar la movilidad urbana de Valencia. Para León Berástegui, la educación debe ser el primer paso, seguido de la aplicación de sanciones a quienes incumplan las normas.
“La reeducación vial es la vía para civilizar la movilidad urbana”, concluyó el abogado, haciendo un llamado a iniciar cuanto antes este proceso colectivo que apunta a una ciudad más segura, ordenada y humana.