MAR DE LETRAS

Una mirada al mundo de la literatura, con sus obras, autores y anécdotas, desde una perspectiva cercana y fresca

La inseguridad y la literatura

Hace unos días, recibí el ejemplar de prueba que me envió la imprenta, del que espero sea mi primer libro y caí en la inevitable tentación de leer

inseguridad
Generado con IA

Con pocos temas me siento tan familiarizado como con la inseguridad de los escritores —especialmente de aquellos que estamos comenzando en este camino—. Sin embargo, más allá de considerarlo un defecto, creo que hay algo incluso noble
dentro de estos titubeos.

Hace unos días, recibí el ejemplar de prueba que me envió la imprenta, del que espero sea mi primer libro. Luego de verificar el material de las páginas y la calidad de la portada, caí en la inevitable tentación de leer. Me acosté y, en poco más de una hora, ya había repasado casi un tercio de un texto que no solo había escrito yo mismo, sino que también había releído al menos unas ocho veces durante el proceso de edición.

Hoja tras hoja, pasaba de la satisfacción a un terror absoluto, que terminaba por desvanecerse para después llegar al punto inicial. En medio de esta sensación de pánico perpetuo, me puse a pensar que la inseguridad es un fenómeno que no solo ataca a los escritores pequeños, sino también a los grandes maestros que nos han inspirado. Hay incluso quienes deciden no volver a ver jamás aquellas obras que ya
han sido publicadas.

A pesar de todo, creo que el primer motivo de este problema universal, que no distingue entre idiomas y países, es el respeto al arte. Los Homo sapiens escribimos desde hace milenios y, precisamente, escribir es una de las cosas que nos ha hecho humanos. Por lo tanto, cuando uno se sienta frente a un teclado, siente de alguna forma el peso ancestral de un océano que se carga sobre los hombros, del que al mismo tiempo se es apenas una ínfima gota de agua.

Por supuesto, esto también se traduce en un alto nivel de autoexigencia; de hecho, la mayoría de los autores han admitido haber quemado mucho más de lo que han sacado a la luz. En esa decisión no hay nada que lamentar; parte de la labor de los artistas, en especial aquellos que cultivan su disciplina con devoción, es no entregar jamás un trabajo que no esté a la altura.

Incluso, me atrevería a decir que algunos escritores más bien necesitan un poco más de inseguridad en su día a día, pues la soberbia y las ansias comerciales son los principales verdugos de aquello que se escribe, sobre todo de lo que en algún momento pudo haber estado destinado a ser decente, que es lo que buscamos todos nosotros.

En fin, lo mejor es no resistirse y utilizar este ligero inconveniente a favor, como una corriente de viento aparentemente problemática, pero que tiene la capacidad de forjar a mejores autores en su propio mar de letras.

Únete a nuestros canales en Telegram y Whatsapp. También puedes hacer de El Carabobeño tu fuente en Google Noticias.

Espacio útil

La inseguridad y la literatura

inseguridad
Generado con IA

Activa las notificaciones Lo pensaré