La inflación en marzo fue de 19.5% en bolívares y 10,46 en dólares

La Canasta Básica Alimentaria costó al 31 de marzo 26.140 bolívares, o 375,57 dólares

Inflación
Fotografía del 26 de agosto del 2024 de una persona contando billetes en Caracas / Foto: EFE

Al 31 de marzo de 2025, el costo de la Canasta Básica Familiar (CBF) se ubicó en 725,58 dólares, calculado el cambio oficial a una tasa de 69,60 bolívares por divisa estadounidense En moneda nacional ese costo fue de 52 mil 379 bolívares.

El análisis de la CBF fue elaborado por la Consultora poli-data.com, en un contexto de profunda inestabilidad macroeconómica. Este estuvo caracterizado por el regreso de altas tasas de inflación, acelerada devaluación del bolívar y una política salarial estancada

El estudio arrojó que el aumento de la CBF con respecto a febrero fue de 13 mil 452,50 bolívares, o un poco más de 193 dólares.

En cuanto a la Canasta Básica Alimentaria (CBA), su costo al 31 de marzo fue de 26.140 bolívares, o 375,57 dólares. El aumento en bolívares fue de 6.052,00 en ese mes.

Inflación en marzo

Sobre el tema de la inflación, Poli-data.com precisó que la acumulada en el primer trimestre de 2025 fue de 34,52%. En el rubro alimentos, la inflación se ubicó, solo en marzo, en 19,5% en bolívares y 10,46% en dólares. "Esta cifra proyecta un escenario de hiperinflación sectorial alimentaria si no se toman medidas urgentes".

Todas estas estimaciones fueron hechas con base en un dólar oficial de 69,60 bolívares. La devaluación acumulada respecto a enero (cuando el tipo era Bs. 45,90), fue de 51,63%.

El informe precisó que la devaluación progresiva del bolívar frente al dólar ha contribuido al encarecimiento de los bienes y servicios, especialmente aquellos con componentes importados. La inflación está fuertemente alimentada por este proceso, exacerbado por la escasa oferta nacional y la indexación de precios en divisas".

Devaluación progresiva

Ni los bonos no salariales, llamados "Ingreso Mínimo Vital", que se ubican en 130 dólares al mes, y mucho menos el salario mínimo legal, que se sitúa en 130 bolívares al mes, permiten cubrir los gastos que presentan ambas canastas. Menos, cuando esos 130 dólares son pagados en bolívares, a tasa BCV, a través del Sistema Patria.

El informe plantea que, incluso, si se suma todo el ingreso nominal que percibe un trabajador o jubilado, el salario integral no alcanza ni siquiera el 20% del costo de la Canasta Básica Familiar. Tampoco logra cubrir completamente la Canasta Básica Alimentaria.

Según los especialistas, se revela una desconexión estructural entre los ingresos de la población y el costo real de vida. Se perpetúa una situación de empobrecimiento colectivo crónico, dependencia de remesas o del trueque, y anula el derecho al trabajo digno garantizado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Al analizar las tendencias y resultados en el análisis sistémico complejo, poli-data.com afirma que el país se encuentra atrapado en una paradoja económica perversa. Es un ciclo de retroalimentación negativa, que enumeran de la siguiente manera:

  1. La inflación erosiona el ingreso, desincentiva el ahorro, y contrae la demanda.
  2. El salario en bolívares ya no funciona como mecanismo de reproducción material de la vida.
  3. Esto afecta el consumo, la producción, reduce la oferta, y provoca más inflación.
  4. La devaluación responde a una política fiscal y monetaria sin anclaje estructural, generando incertidumbre.
  5. La política económica carece de anclajes nominales coherentes: ni inflación, ni tipo de cambio, ni salario están regulados por criterios técnicos consistentes.
  6. La dolarización de facto ha creado una economía dual, donde el mercado se mueve en dólares, pero el Estado sigue anclado a bolívares irrelevantes.
  7. La ausencia de política pública integral y redistributiva, y la inexistencia de diálogo tripartito (Estado-trabajadores-empresarios) profundiza la crisis.
  8. Esa fragilidad institucional y la ausencia de políticas redistributivas efectivas profundiza la desigualdad y alimenta la desconfianza social y política.

Recomendaciones macroecnómicas a corto y mediano plazo:

Recuperación progresiva del salario mínimo vital constitucional

  • Establecer una ley de indexación mensual del salario mínimo en base a la CBA y CBF, conforme al Art. 91 de la CRBV.
  • Establecer un sistema de anclaje nominal mixto transparente, por medio del Índice de Ajuste Salarial Multidimensional (IASM) para estabilizar expectativas y recuperar la pérdida del poder adquisitivo del
  • salario mínimo integral en Venezuela, siendo una herramienta para la defensa de los derechos de los trabajadores. Consta de 4 variables: Canasta básica, PIB, Tipo de cambio oficial y Desempleo), que indica la necesidad de un ajuste salarial considerable para compensar esta pérdida.
  • Incorporar una cláusula de protección salarial en la Ley del Trabajo y en los contratos colectivos.

Fortalecimiento del aparato productivo nacional

  • Incentivos fiscales y subsidios inteligentes para productores de alimentos y bienes esenciales.
  • Creación de cadenas logísticas seguras con costos regulados para evitar especulación.
  • Reforma del sistema de pensiones y jubilaciones.
  • Garantizar una pensión mínima ajustada mensualmente al valor de la CBA.
  • Mantener el sistema universal de seguridad alimentaria (CLAP) exclusivamente para trabajadores informales, jubilados y sectores vulnerables.
  • Anclaje nominal de la política económica
  • Estabilizar el tipo de cambio mediante subastas competitivas, reforzamiento de reservas y credibilidad del BCV.
  • Fortalecimiento del tejido productivo nacional
  • Incentivar la producción agroalimentaria local con subsidios inteligentes.
  • Facilitar la cadena logística de distribución de alimentos y reducir costos regulatorios.
  • Transparencia, auditoría social y rendición de cuentas
  • Publicación mensual obligatoria de la CBF y la CBA por el INE.
  • Fortalecer observatorios ciudadanos de precios, inflación y poder adquisitivo, con participación activa de universidades y sociedad civil.

Adicionalmente, el observatorio argumenta que ante la proximidad del 1º de mayo, Día Internacional del Trabajador, el gobierno nacional tiene una obligación histórica y constitucional de implementar una reforma estructural del sistema de remuneraciones en Venezuela.

Según el criterio de quienes elaboran el informe, se requiere decretar un nuevo salario mínimo integral constitucional, vinculado al alor de la Canasta Básica Alimentaria, con los siguientes elementos:

  1. Ajuste del salario mínimo legal en bolívares, con referencia directa al costo de la CBA.
  2. Integración progresiva del Ingreso Mínimo Vital como salario formal, con incidencia laboral, pasivos y seguridad social.
  3. Instauración de un mecanismo legal de indexación automática del
    salario mínimo, ajustado mensualmente con base en la inflación y los
    precios de la CBA y CBF.
  4. Revisión escalonada de pensiones y jubilaciones, para que ningún
    ingreso del Estado esté por debajo del valor de la CBA.

Todo lo anterior permitiría rescatar parcialmente la capacidad de compra de los más desfavorecidos en el país, como trabajadores y pensionados. También se lograría reactivar el consumo, estimular el crédito a de Venezuela, y reactivar la economía.

No tomar estas medidas colocaría al país en una emergencia socioeconómica en la que el poder adquisitivo de trabajadores, jubilados y pensionados y convertiría en inútil cualquier esfuerzo por estabilizar la economía.

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