La brecha cambiaria sigue ampliándose en Venezuela, luego de que el dólar paralelo cerrara este lunes 7 de abril en 97,75 bolívares, mientras que la tasa oficial del Banco Central de Venezuela (BCV) se ubicó en 72,18 bolívares.
Esta diferencia representa una separación de más de 25 bolívares entre ambos valores, lo que equivale a una disparidad superior al 35 % entre las dos cotizaciones que coexisten en la economía nacional.
A pesar de que en la mañana el dólar paralelo se cotizaba en 96,48 bolívares, la jornada cerró con un leve repunte. La cotización oficial del BCV se ha mantenido prácticamente sin variaciones desde el fin de semana.
¿Qué está detrás de la caída del dólar paralelo?
Especialistas atribuyen esta tendencia a las intervenciones cambiarias del BCV, que ha aumentado la oferta de divisas en el sistema bancario nacional para contener el alza del tipo de cambio. Otros factores que estarían influyendo incluyen la disminución de la demanda de divisas al cierre del primer trimestre fiscal y la pausa comercial generada por el asueto de Semana Santa.
La brecha cambiaria entre el mercado oficial y el paralelo genera consecuencias directas en la fijación de precios y en el funcionamiento del comercio. Muchos negocios siguen usando una tasa promedio informal de referencia, pero deben enfrentar fiscalizaciones de la Sundde, que exige facturar a la tasa del BCV. Esto ha provocado aumentos en los precios para proteger márgenes de ganancia frente a la volatilidad del mercado.
Inflación y pérdida del poder adquisitivo
En marzo, el bolívar se depreció un 13 %, según el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), reflejando un nivel elevado de indexación de precios al dólar. Esta situación complica la aplicación de políticas económicas eficaces. La inflación interanual se ubicó en 136 %, mientras que la acumulada del primer trimestre del año fue de 36,1 %, lo que se agudiza con la brecha cambiaria.
Entre los sectores más afectados por el incremento de precios destacan los servicios básicos, con subidas del 56 % en el gas doméstico y del 17 % en los servicios de aseo. También se encarecieron los alimentos y bebidas no alcohólicas (+14 %) y el equipamiento del hogar (+16,7 %), lo que sigue deteriorando el poder adquisitivo de los venezolanos, especialmente en los estratos más vulnerables.
¿Estabilidad pasajera?
Aunque el dólar paralelo muestra una tendencia a la baja en los últimos días, analistas advierten que esta aparente calma podría ser transitoria si no se consolidan políticas fiscales y monetarias coherentes. La persistente brecha cambiaria sigue siendo uno de los principales desafíos estructurales de la economía venezolana, y su resolución es clave para recuperar la estabilidad de precios y la confianza del mercado.