Hace unos días nos enteramos de que la avenida Henry Ford cambió de nombre. Ahora se llamará avenida Alí Primera. No es que no se reconozca el valor del cantautor revolucionario, sin duda, mucha gente todavía lo recuerda y lo admira, pero hay varios puntos que analizar. Aparte del hecho de que es muy difícil que el valenciano se acostumbre a llamar esta avenida de otra forma que no sea “Henry Ford”.
La verdad es que hoy en día, pasear por lo que fue la Zona Industrial de Valencia es deprimente. Según el periodista Alejandro Villalobos, en 2019 sólo el 18% de las empresas funcionaba. Justo ese año, la empresa “Ford Motors de Venezuela” cerró sus puertas.
Si hacemos un poquito de historia, en 1948, los cambios políticos en Venezuela se sucedieron tan rápidamente que, en un mismo año, el país tuvo tres presidentes: Betancourt, Gallegos y Delgado Chalbaud. El gobierno interino, formado por la Junta Revolucionaria de Gobierno y presidido por Rómulo Betancourt, culminó en febrero de 1948. Ese año, Rómulo Gallegos fue electo presidente de la República mediante voto universal, directo y secreto, ganando así las primeras elecciones en la historia del país. Sin embargo, su gobierno solo duró nueve meses ya que, en noviembre del mismo año, Carlos Delgado Chalbaud dio un golpe de estado.
En 1950, Rafael Simón Urbina cometió el único magnicidio llevado a cabo en Venezuela. Asesinó a Carlos Delgado Chalbaud, quien presidía la Junta Militar junto a Marcos Pérez Jiménez y Luis Llovera Páez. La temprana muerte de Delgado Chalbaud llevó a que se le pidiera al abogado Germán Suárez Flamerich, embajador de Venezuela en Perú, que integrara el triunvirato gubernamental. La Junta Militar se convirtió en Junta de Gobierno.
Gracias a estos eventos políticos el país sufría una pobreza descomunal. Nada se producía en Venezuela. Se importaban los productos alimentarios más básicos de la dieta del venezolano, desde la papa, el arroz y el azúcar, hasta la caraota negra, los huevos, la mantequilla y la carne, tanto bovina, como porcina.
Según el respetado y querido Luis Núñez Pérez, la Primera Comisión de Urbanismo Municipal de Venezuela se formó en Valencia. Esta comisión, bajo la dirección del presidente del Concejo Municipal en 1955, don Teodoro Gubaira, procedió a establecer la Zona Industrial de Valencia dentro del plano regulador de la ciudad. Fue por iniciativa y persistencia de don Teodoro que se logró la propuesta, aceptada por todos los ediles, de reservar los ejidos de la zona sur para iniciar el desarrollo industrial.
La Zona Industrial de Valencia se ubicó al sureste de la ciudad y abarcaba dos mil hectáreas totalmente planas, de las cuales ochocientas pertenecían al municipio.
Primero la empresa “Grasas de Valencia” compró un terreno en la zona. Le siguieron “Negroven” (fabricante de negro de humo) y “Cartones Nacionales”, pero por muy barato que estuviera el precio de los terrenos, seguían sin venderse. Por cierto que, “Cartones Nacionales” luego se convirtió en “Smurfit Kappa” y fue expropiada en 2018 por el gobierno nacional.
Luis Núñez Pérez menciona también que la Fundación para el Mejoramiento Industrial y Sanitario de Valencia (FUNVAL) abrió el camino para la industrialización de Valencia y Carabobo. Recordemos que Núñez Pérez fue testigo presencial de todo lo ocurrido, ya que formaba parte del ayuntamiento de 1958, presidido por Humberto "El Cojo" Celli, padre de los políticos Humberto, Oscar y Celio. Los otros concejales eran Víctor Peñalver, Alejandro "Policía" Izaguirre, Carlos Suárez, el profesor Villarroel y José Núñez Milá.
Núñez Pérez relata cómo la municipalidad recibió un cheque de la “Ford Motor Company” por la suma de 840 mil bolívares, cancelando la compra de 42 hectáreas en la zona industrial de Valencia, a razón de dos bolívares por metro cuadrado. Esta compra no solo reflejó la confianza en un concejo municipal sin recursos suficientes para pagar a sus empleados. También aseguró un futuro prometedor para la zona industrial.
Por esta razón, al saberse la noticia de que la Ford se instalaría en Valencia, la zona industrial se llenó de empresas interesadas. Valencia se convirtió, en poco tiempo, en la ciudad industrial de Venezuela. Por esta razón, la avenida principal se bautizó con el nombre de “Henry Ford” y otra de sus avenidas, con el de “Humberto Celli”, aquel presidente del Concejo Municipal de 1958.
Hoy en día, las pocas empresas que operan en la zona industrial valenciana, lo hacen a un muy bajo porcentaje de su capacidad, debido a la falta de materia prima y la poca calidad en los servicios públicos.
Sin embargo, se le agradecen al alcalde Julio Fuenmayor las mejoras hechas a la avenida Henry Ford, perdón, Alí Primera. La avenida fue asfaltada, iluminada con dispositivos y cintas LED, semaforizada con tecnología General Electric y conectada por medio de cámaras de seguridad, al Sistema Integrado de Información y Dirección de Operaciones Policiales (SIIDOP) de la Policía Municipal de Valencia.
Y viene entonces la pregunta: si ya no quiere el gobierno nacional que la avenida lleve el nombre de un empresario norteamericano, ¿por qué bautizarla con el de un artista falconiano que nada tiene que ver ni con Valencia, ni con Carabobo, ni con la industria. ¿Le quieren cambiar el nombre? Homenajeen a los artistas carabobeños, como María Luisa Escobar, Aldemaro Romero, Ítalo Pizzolante, Renny Ottolina u Oswaldo Vigas. Hay muchos. Pero igual, es difícil que nos acostumbremos a llamar de otra forma a la Avenida “Henry Ford”.