Luego de tres años del último aumento al salario mínimo a los trabajadores en Venezuela, el líder chavista Nicolás Maduro decretó este 1 de mayo lo que muchos sin expectativas esperaban, pero que pocos recibieron bien: un ajuste en los bonos económicos, que no inciden en el salario real ni en las prestaciones.
Las reacciones al anuncio de Maduro sobre el ajuste del llamado «ingreso mínimo integral» en Venezuela, realizado el 30 de abril de 2025, fueron mayormente negativas, con críticas de trabajadores, sindicatos, analistas y sectores de la oposición, quienes lo consideraron insuficiente y engañoso.
Maduro anunció que el «ingreso mínimo integral indexado» para trabajadores públicos pasaría a 160 dólares mensuales, compuesto por un aumento del bono de guerra económica de 90 a 120 dólares y el cestaticket (bono de alimentación) que se mantiene en 40 dólares. Sin embargo, el salario mínimo legal permanece congelado en 130 bolívares (equivalente a menos de 2 dólares) desde marzo de 2022.
Engaño al sindicalismo
Organizaciones sindicales como la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) y analistas señalaron que este ajuste no es un aumento salarial real, ya que los bonos no inciden en beneficios laborales como prestaciones sociales, aguinaldos o vacaciones.
José Elías Torres, secretario general de la CTV, indicó que el malestar de los trabajadores es porque nuevamente el Gobierno chavista no escuchó los planteamientos elevados por la representación sindical, que se ha reunido, según explicó, en comisión tripartita tanto con el Estado como con Fedecámaras, la central patronal.
«Nosotros habíamos planteado un aumento del salario a un equivalente a 200 dólares. No estamos satisfechos, pero seguiremos trabajando como la representación sindical más antigua del país. No estamos en una mesa de diálogo social con la OIT para discutir bonificaciones”, dijo.

Torres señala que el anuncio de Maduro tuvo un gran rechazo general en los trabajadores, incluso en los que son partidarios del chavismo.
«Ellos dicen que la economía subió, pero eso no se refleja ni en el salario ni en las mesas de los trabajadores», agregó.
Indicó que dentro de la CTV subrayan que la indexación de bonos no sustituye un aumento salarial real y que cualquier mejora debe ir acompañada de un control efectivo de la inflación, que en 2024 fue del 48%.
Sueldo sin justicia
Reina Sequera, dirigente sindical y docente universitaria, aseveró que la política bonificadora de Maduro incumple varias leyes y derechos de los trabajadores, pues sin importar el trabajo que se realiza prácticamente todos reciben la misma remuneración sin incidencias.
«Es claro que los universitarios, al igual que todos los trabajadores venezolanos, rechazamos categóricamente estos anuncios, los cuales vulneran altamente nuestros derechos humanos y derechos laborales y fomentan la desesperanza de un mejor porvenir», expresó.
Señaló que todos los trabajadores del país esperaban una mejor remuneración y no un tímido aumento de $30 al ingreso bonificado y unificado.

«Ciertamente, eso dista por mucho de lo esperado por los trabajadores venezolanos, los cuales aspirábamos (y seguimos haciéndolo) un aumento salarial real e indexado del salario base, de tal manera que al tener éste incidencia real en todos nuestros beneficios salariales, se pudieran comenzar a ver mejoras que redundaran en condiciones laborales decentes y recuperación progresiva de nuestro poder adquisitivo y calidad de vida», dijo.
Agregó que el clamor por mejores condiciones de vida de la familia venezolana es motivación más que suficiente para perseverar sin desánimo y sin descanso en una «lucha social pacífica y firme que consideramos justa y necesaria. Así como las Normas de Homologación Universitaria no están confinadas al olvido y aspiramos a que en algún momento sean restauradas e implementadas, mucho menos ahora el concepto real de salario será rezagado en el olvido; no nos vamos a acostumbrar al ingreso bonificado y unificado impuesto, seguimos firmes en nuestras justas demandas», recalcó.