Miles de personas se congregaron este lunes 21 de abril en la plaza de San Pedro para rendir honor al papa Francisco quien falleció en la mañana de ese día. Los asistentes al Vaticano, creyentes o no, pasaron varias horas en en el lugar, al frente de la basílica que lleva el mismo nombre. Con el pasar de las horas, el clima se hacía más solemne y silencioso. Las personas sacaron rosarios y rezaron por la memoria del primer pontífice latinoamericano.
Cuando se conoció la información de la muerte de Francisco, a esa de las 9:30 de la mañana del lunes 21 de abril, en Venezuela la gente todavía dormía. Pero en Roma, capital de Italia, el día era festivo: un lunes de pascua. Pero la dinámica cambió rápidamente cuando se supo la noticia. Ahora la llamada ciudad eterna se volcaría hacia la Santa Sede para mostrar su respeto al sumo pontífice.

Miles de personas se agolpaban en las diferentes entradas del Vaticano. Había algo de miedo por si podrían dejar entrar a toda la gente o no. Sin embargo, poco a poco, los asistentes ingresaron a la plaza de San Pedro y al Vaticano. Mientras la mayoría sabía lo que ocurría, todavía había alguna población turista que no tenía ni idea de lo que estaba pasando. Se les veía reír y tomarse fotos en la plaza.
“Me les acerco para decirles que el papa Francisco murió. Por favor tengan esto en cuenta y mantengan el respeto”, dijo una de las monjas presentes en la fila a una pareja de turistas. Las personas asintieron y pasaron a tener un semblante más serio.

Mientras puertas afuera las personas pasaban a cuenta gotas, adentro del Vaticano las autoridades empezaban a ajustar lo necesario para recibir a decenas de miles de personas.
Feligresía de todo el mundo en la plaza de San Pedro por el papa Francisco
No es exageración decir que en la plaza de San Pedro había personas de buena parte del mundo entero. Gente de Venezuela, España, México, Italia, India, de Nicaragua, Guatemala, Chile, Brasil, Polonia y Argentina, entre otros. La plaza principal del Vaticano era un crisol de culturas y nacionalidades. Aunque había tristeza, también había una suerte de alivio, después de todo el papa Franciso había dejado de sufrir las enfermedades que le aquejaban, ahora le toca descansar.

Las horas pasaban y el calor se hacía cada vez más presente. Los agradables 18 grados con los que empezó el día subieron hasta unos 24 con cielo despejado. Las personas sacaban sombrillas, buscaban alguna sombra y se cubrían del sol. Nada parecía ser lo suficientemente importante o incomodo para irse de los alrededores del Vaticano.

Una familia argentina, con la franela de la selección de fútbol de ese país y con una más del equipo San Lorenzo de Almagro (equipo del papa Francisco) colgó la bandera albiceleste en una de las barandas que se usa para ordenar el tránsito peatonal en el centro del Vaticano. “Estábamos de vacaciones, vivimos en Mendoza, Argentina, pero justo nos tocó esto y acá estamos apoyando a Francisco, nuestro papa”, dijo el padre de la familia.


La plaza no estaba repleta únicamente de turistas o seguidores del papa, también había monjas y sacerdotes que incluso viajaron desde otras zonas cercanas a la capital italiana para ser parte del primer día de ceremonias relacionadas con la muerte del sumo pontífice.
El sacerdote colombiano que le regaló café al papa Francisco
El padre colombiano William Ruiz, estudiante en Roma, era uno de los sacerdotes que estaba en plaza de San Pedro rezando por el papa Francisco. Ruiz, miembro de la congregación Hijos de la Sagrada Familia, recuerda que hace poco le regaló un café colombiano al papa Francisco y que este se mostró muy complacido por el gesto.
“Ahora sí puedo tomarme un tintico”, le dijo el papa Francisco al sacerdote William Ruiz. Él lo recuerda con mucho cariño y sus ojos se iluminan al narrar la anécdota que se originó el 7 de junio de 2024.

“Ahora estamos muy tristes. Hemos tomado la noticia del santo padre con mucho dolor. El papa solía inclinarse a fortalecer el amor y la institución familiar. No solo fue el papa de la misericordia, sino que es el papa que dio un mensaje contundente a la familia contemporánea de hoy”, afirmó Ruiz.
Sobre el futuro, el sacerdote colombiano aseguró que la iglesia tiene que entrar en una etapa de discernimiento “muy fuerte” para esocoger al sucesor de Pedro. Sin embargo, reconoce que le gustaría que el siguiente papa le ofrezca continuidad a las ideas de Francisco.
Un rosario en honor al papa Francisco
Los periodistas preguntaban constantemente a las autoridades vaticanas sobre si había ya un cronograma para los siguientes días. La respuesta era que no, pues esto apenas estaba empezando. Lo que sí se conoció cerca del mediodía romano fue que se daría un rosario a las 7:30 de la noche en la plaza de San Pedro y que al rezo podrían asistir todas las personas que estuvieran en el lugar.

Esta actividad tuvo una aceptación masiva y, aunque la plaza no estaba a reventar como en otras ocasiones, había miles de personas orando para recordar al papa Francisco y su legado. Mujeres y hombres, con crucifijos en las manos, repetían las oraciones indicadas por el maestro de ceremonia.

En la noche del lunes 21 de abril se dio el rito de constatación que pone fin, oficialmente, al papado actual y le da paso a los protocolos de sucesión. Esto da pie a que la Santa Sede sea regida, de momento, por el camarlengo estadounidense Joseph Farrell hasta la elección de un nuevo papa.
¿Qué viene ahora para la iglesia católica?
Los comentarios en los alrededores del Vaticano se situaban sobre quién podría ser el sucesor de Francisco. A unas personas les agradaba la idea de que llegara alguien más conservador, pero otras prefieren que se mantenga la línea innovadora que ofreció Francisco. Sin embargo, para escoger al siguiente sumo pontífice hay una serie de pasos por cumplir.
Este martes 22 de abril se celebrará en el Vaticano una congregación en la que se determinará cómo será el acto fúnebre del papa Francisco. En teoría, el cuerpo del sumo pontífice podría ser visto en la basílica de San Pedro desde el miércoles 23 de abril, pero esto no está confirmado.

Lo que sigue es determinar en cuántos días se establecerá el cónclave que escogerá el siguiente papa. Esta reunión debe ocurrir en un plazo máximo de 20 días tras la muerte de Francisco, por lo que 135 cardenales menores de 80 años ya están viajando a Roma para iniciar este reconocido ritual en el que se podrá ver el famoso humo blanco cuando se da una elección.
Mientras tanto, Roma espera recibir a miles de personas durante los próximos días. Gente que, principalmente, estará concentrada en los alrededores del Vaticano y que se podrá mantener hasta que se escoja al nuevo líder de la iglesia católica.