CAR001 CARACAS VENEZUELA 12 11 2016 - i-d El expresidente de Republica Dominicana Leonel Fernandez el enviado especial del Vaticano el monsenor Claudio Maria Celli el secretario general de la Unasur el expresidente colombiano Ernesto Samper y el exjefe del Gobierno espanol Jose Luis Rodriguez Zapatero participan en una reunion de representantes del Gobierno de Venezuela y la oposicion con mediadores del Vaticano y Unasur hoy sabado 12 de noviembre de 2016 en Caracas Venezuela El Gobierno y la oposicion venezolana acordaron hoy una declaracion conjunta denominada Convivir en paz en la que ambos se comprometen a cumplir con la Constitucion del pais y expresan su firme compromiso con una convivencia pacifica y constructiva que destierre la violencia EFE CRISTIAN HERNANDEZ

Bajo la tutela del papa Francisco, que falleció este lunes 21 de abril a las 7:35 de la mañana, el Vaticano intentó sin éxito mediar en la crisis política de Venezuela, de la que el país aún no sale; por el contrario desde ese primer intento fallido solo se ha acentuado y una muestra de ello son los más de 7,8 millones de connacionales que migraron forzosamente del país.

El camino se recorrió en el año 2016 cuando de forma pública sirvieron de mediadores entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición venezolana. Se cumplían tres años del primer mandato del líder chavista, quien actualmente se encuentra en un tercer periodo pese a las denuncias de fraude en los últimos comicios presidenciales que se celebraron el 28 de julio de 2024.

Fue el primer año de un nuevo Poder Legislativo en manos de la oposición al que el chavismo, desde antes de que asumieran las curules los opositores, minó con la designación de nuevos magistrados en el Tribunal Supremo de Justicia y después con la polémica anulación de los comicios de los diputados en el estado Amazonas, que le impidió a la Asamblea Nacional tener la mayoría calificada.

El tira y encoge previo a la mediación

Desde el mes de julio se hablaba de la posible mediación del Vaticano. Ya se barajaban y eran públicos los nombres de los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero (España), Martín Torrijos (Panamá) y Leonel Fernández (República Dominicana) como miembros mediadores.

El propio papa en su regreso de una visita a Cracovia (Polonia) reconoció a los periodistas que se buscaba tener a la Santa Sede como mediadora. Reconoció en ese vuelo que había conversado con Nicolás Maduro en una audiencia pública años atrás y el envío de una carta posterior al gobernante sobre la situación del país.

Fue la propia oposición, en ese entonces agrupada en la Mesa de la Unidad Democrática, la que pidió la presencia de la Iglesia Católica como mediadora del conflicto, algo que posteriormente aprobó el chavismo.

Y aunque se hablaba de la mediación de la Iglesia, antes de las palabras del papa, el entonces nuncio apostólico en Venezuela, Aldo Giordano, negaba el 26 de julio de 2016 que los hubieran llamado para mediar. 

“Agradecemos la confianza, el Vaticano siempre está listo pero hasta ahora no tenemos convocatoria formal por parte del Gobierno… No tenemos noticias sobre el avance del diálogo en Venezuela“, aclaraba el embajador de la Santa Sede en el país.

Además, desde mayo se movían las piezas vaticanas para la posible mediación al punto de que Francisco envió a Caracas al cardenal Paul Richard Gallagher, quien fungía como miembro del servicio diplomático de la Santa Sede y Secretario para la Relación con los Estados del Vaticano.

No obstante, pese a que al confirmarse la ronda de diálogos y en la que estuvo como mediador de la Iglesia, monseñor Claudio María Chelli, enviado directamente por Francisco, las negociaciones no lograron el objetivo de concertar una salida a la crisis.

Primero, tribunales inferiores bloquearon en varias regiones del país el intento de un referendo revocatorio contra Maduro en julio de 2016, lo que encrispó los ánimos y llevó a marchas opositoras para rechazar esta medida. Aunque esto no impidió que lar partes se sentaran en una mesa en la que antes que Chelli, Francisco envió a Venezuela al nuncio apostólico en Argentina,  Emil Paul Tscherrig.

Cuando la oposición denunció que el gobierno no cumplía los acuerdos anunciaron, se produjo la paralización del proceso, aunque el papa el 9 de enero de 2017 llamaba a mantener los esfuerzos.

“Este planteamiento busca fomentar la confianza mutua, mantener caminos de diálogo y hacer hincapié en la necesidad de gestos valientes, que son muy urgentes también en la vecina Venezuela, donde las consecuencias de la crisis política, social y económica están pasando desde hace tiempo sobre la población civil”, aseguró ante el cuerpo diplomático en el Vaticano.

Francisco reconoce fracaso del diálogo de 2016

En 2017 las partes volvieron a sentarse en República Dominicana, aunque sin el Vaticano de por medio y el resultado fue el mismo: no hubo acuerdos. Pero fue en 2019 con la crisis que se profundizó ante el gobierno interino de Juan Guaidó, que en enero de ese año asumió como presidente del Parlamento, el papa reconoció en una entrevista con un medio español el fracaso de ese diálogo.

“De acá de la Santa Sede fueron dos. Primero fue Mons. (Emil Paul) Tscherrig y luego Mons. (Claudio Maria) Celli. Estuvo en el grupo de mediación y bueno la cosa fracasó, no anduvo”, reconoció ante la falta de acuerdos entre las partes que no rindieron frutos.

«Una dictadura termina mal«

En otros momentos habló de la situación venezolana. Una de las últimas fue en septiembre de 2024 cuando mencionó la palabra dictadura y abogó por una salida negociada al conflicto.

“No he estado siguiendo la situación en Venezuela, pero el mensaje que le daría al Gobierno es: dialoguen y hagan la paz. Una dictadura no sirve a nadie y termina mal, tarde o temprano. Lean la historia de la Iglesia”, dijo entonces.

Al igual abogó por la liberación de los presos políticos, que son 890 al 14 de abril según la ONG Foro Penal, y aprobó en medio de su convalecencia la beatificación de José Gregorio Hernández y la madre Carmen Rendiles.