Luisa Jiménez tiene, apenas, dos meses en El Vaticano. En su llegada conoció al papa Francisco, pero confiesa que lo vio muy pocas veces. “Cuando llegué, él ya estaba muy enfermo. Entonces no pude compartir tanto a su alrededor”, dijo Jiménez a Efecto Cocuyo. Ella es una monja venezolano a quien enviaron desde el municipio Chacao hasta la Santa Sede en febrero de este año. Ahora le toca, quizá, la prueba más complicada que ha tenido en los últimos años: la muerte del Sumo Pontífice.
“Yo creo que él hizo un último esfuerzo ayer (domingo 20 de abril de 2025). Porque se le veía muy cansado. Pero con todo y eso salió a saludar a las personas”, dijo Jiménez. Se refiere a que el domingo 20 de abril, en el día de resurrección de la Semana Santa, el papa Francisco no solo se dejó ver desde su balcón, sino que se montó en el papamóvil para saludar a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro.
Mientras Luisa y otras monjas se preparan para ingresar a El Vaticano, los miembros de la Guardia Suiza resguardan los alrededores del Estado enclavado en la ciudad eterna de Roma. Aunque hay mucha emoción en las calles, todavía, al mediodía romano, hay personas que no saben que Francisco ha muerto.

“Esto apenas comienza. En la noche harán una misa oficial para anunciar la muerte del papa y mañana convocarán al cónclave, probablemente, quiere decir que esto puede tardar semanas, o meses”, adelantó Jiménez mientras avanzaba en la fila.
El Papa Francisco enfermo
A José Mario Bergoglio lo escogieron papa el 13 de marzo de 2013. Fue el primer latinoamericano en ocupar la posición más importante de la Iglesia católica. Durante su mandato en la Santa Sede, Francisco se encontró con líderes políticos de todo el mundo y siempre se mostró dispuesto a dialogar las posturas de la Iglesia y el resto de las personas.
Desde el 14 de febrero, el pontífice presentó más problemas de salud de los que ya acarreaba. Fue hospitalizado por una bronquitis y esto le impidió leer varios de sus discursos. Sin embargo, seguía dejándose de ver en El Vaticano. Francisco nunca se recuperó completamente, pero tuvo momentos de estabilidad. El pasado domingo 13 de abril sorprendió a propios y extraños al dejarse ver en la celebración del Domingo de Ramos de Semana Santa, después de salir del hospital romano donde se encontraba.

Una semana después, este domingo 20 de abril, fue la última vez que Francisco vio a los fieles en la Plaza de San Pedro. El lunes por la mañana se conoció la noticia de su muerte y, de inmediato, miles de personas se movilizaron hacia El Vaticano para rendir homenaje al obispod e Roma, pero también para hacer presencia en un momento sumamente histórico.
Luisa Jiménez, la monja venezolana en El Vaticano
A Luisa Jiménez le llegó la noticia de la muerte de Francisco durante la mañana del lunes 21 de abril. No tardó mucho en ponerse de acuerdo con sus hermanas para salir hacia la Santa Sede. Aunque se le notaba solemne, no lloraba. Para ella, el papa ya había dado todo lo que podía dar y ahora es tiempo para descansar.
“Tengo sentimientos encontrados, si se puede decir. En parte, ahora él descansa en manos del señor, pero igual siempre hay un dolor. Yo creo que él quería vivir y que lo demostró en su salida para saludar a la gente”, reflexionó Luisa Jiménez en conversación con Efecto Cocuyo.


Luisa vivió gran parte de su vida en en Chacao y hace apenas dos meses fue enviada desde la capital venezolana hacia la Santa Sede por una estancia de tres años, en principio. “Esperemos que el nuevo Papa pueda seguir las ideas y los lineamientos que deja Francisco”, afirmó Jiménez.