En Venezuela no hay registros oficiales de la existencia de perros ferales, sin embargo, los perros llamados "comunitarios" o "callejeros" son potenciales padres de los perros ferales.
Los perros ferales son animales domésticos que poco a poco han vuelto a un estado salvaje o semisalvaje. Son descendientes de perros domésticos y se han criado en libertad. Con el tiempo, han desarrollado comportamientos propios de un animal salvaje para sobrevivir en la naturaleza. A menudo viven en grupos y pueden cazar o buscar alimentos por sí mismos. Los perros ferales suelen ser difíciles de domesticar nuevamente debido a su adaptación al entorno salvaje.
Generalmente están cerca de zonas pobladas, ya que sus padres posiblemente fueron perros abandonados y la descendencia va tomando mayores conductas asilvestradas. Evitan el contacto con el humano.
El Chile se comprobó que perros ferales mataron a 23 animales en un zoológico. Ingresaron cavando a los espacios protegidos
Recomendaciones:
En estos casos se sugiere:
.- Buscar huellas en la zona y tener registros (fechas y fotos).
.- Apoyarse con tecnología existente como sistemas de video vigilancia o las conocidas cámaras trampa que se activan por movimiento.
.- Procurar mayor resguardo de la fauna que pernocta alrededor de las casas.
.- Buscar orientación de diferentes profesionales y entes gubernamentales con competencia en la materia para trabajar en el esclarecimiento y solución del caso.
.- Los perros abandonados son potencialmente los que pueden tener descendencia de perros ferales o asilvestrados. Las políticas publicas deben ser severas para quien abandone o maltrate un perro.
.- Es una buena idea gestionar jornadas de atención médica, alimentación y también esterilización para los llamados perros comunitarios. Muchos especialistas aseguran que mientras las mascotas caninas tengan atención y cariño, serán compañeros y guardianes de los humanos.
Los perros son parte de nuestras comunidades, cuidarlos nos fortalecerá como ciudadanos.