A las 12:35 de la tarde del lunes 28 de abril le llega un mensaje a Juan. “Oye, ¿se fue la luz por dónde tú estás?”, dice el texto. Juan, venezolano residenciado en Madrid, se ríe. Le llegan los recuerdos de 2019, cuando en Caracas vivió dos apagones masivos entre marzo y abril. “No sé, yo no creo que estas cosas pasen acá”, le responde Juan a su amiga. Dos minutos después se dio cuenta de que era verdad lo que le decían: no hay electricidad en Madrid.
Juan revisa su teléfono de nuevo y ve que sus mensajes ya no se envían. Su pensamiento vuelve a Venezuela. “Cuando se va la señal es porque el panorama no es bueno”, recuerda el criollo. Efectivamente, el panorama no era nada alentador. A medida que camina por la zona de Embajadores en Madrid se da cuenta de que cada vez más personas salen a la calle. Empieza a escuchar sirenas, pero no distingue si son de ambulancias o de policía. Por lo menos el día está bueno, como dicen los españoles, hay unos agradables 19 grados y la ciudad está soledada.
La mala noticia es que, después de una hora y media, Juan se da cuenta de que el apagón no es algo que pase rápido. Pero todavía no sabe si si la falla es solo en España. Lo que sí sabe es que sus mensajes no le llegan a sus amigos. Entonces, Juan empieza a pensar como venezolano: busca un wifi público cerca de las estaciones de metro y pone el teléfono en modo ahorro de batería.
Mientras tanto, los madrileños preguntan qué ocurre. Otros ya empiezan a decir que este lunes no se trabaja. Se preguntan cómo harán en la noche y si alguien tiene dinero en efectivo. “Vamos a comprar algo, pero no tenemos plata en efectivo. Le diré al del chino que lo apunte”, dice Ana, una española que vive en la calle Martín de Vargas de Madrid. Comienzan a salir las teorías: ataque cibernético, una explosión en una refinería o una falla local. Ninguna de las ideas tiene respuesta porque no hay ni siquiera internet para poder revisar las redes sociales.

El metro, esa joya que enorgullece a los madrileños, deja de trabajar. Sacan a las personas de los vagones y cierran las estaciones. Sin embargo, los autobuses todavía funcionan. Al menos hasta las 2:30 de la tarde de un lunes que ya perdió toda la normalidad posible.
Las emisoras de radio informaron a más de uno en Madrid
El apagón ya no era de Madrid, era nacional otras personas se aventuraban a decir que había varios países afectados. Los diálogos incluían a Francia, Portugal, Países Bajos y Bélgica. Sin embargo, hasta el momento solo se conoce que las fallas eléctricas se dieron en España, Portugal y parte de Andorra.

La información salía gracias a las emisoras de radio. Las estaciones de televisión estaban activas, pero no se podían ver. Unas que otras personas recibían mensajes de redes sociales cuando la señal era benevolente, pero la norma era no saber nada y estar prácticamente incomunicados. Los autobuses, afortunadamente, no dejaron de trabajar en ningún momento y hasta redoblaron su esfuerzo.

Dos chicas venezolanas juegan frente a un hotel que tiene un generador de electricidad trabajando a máxima capacidad. “Esto es como estar en Venezuela, es un día más. Solo que es raro vivirlo acá”, dice una de ellas a su amiga. La otra se ríe y dice “espero que esto dure unas horas más y mañana no tenga que ir a clases”.
Ya, para horas de la noche, se sabía que el apagón se había solucionado en algunos lugares, pero todavía se mantenía en Madrid, la capital. Lo que no se sabía eran las razones o qué lo había motivado. Las palabras del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, fueron, quizá, demasiado sinceras para los radioescuchas madrileños. “Este es un mensaje para todos los madrileños que estáis en las calles: por favor, volved lo antes posible y con todas las precauciones a vuestros domicilios. No tenemos garantizado el suministro eléctrico del alumbrado público en gran parte de Madrid”, dijo Martínez-Almeida en un video publicado en redes sociales.
Más temprano en el día, a eso de las 3:00 de la tarde, aseguraba no tener idea de qué había generado el apagón y le pedía paciencia a los habitantes de la capital española.
La vida en Madrid no para por el apagón
Hubo “terraceo” y miles de personas caminaban por las calles de Madrid. Los que hacían lo primero, sentarse en alguna mesa al aire libre para tomarse una cerveza y hablar entre amigos, estaban como si nada más estuviera pasando, como si el país entero no estuviera en situación de riesgo.

No obstante, el pago de todo era únicamente en efectivo. Esto llevó a que las personas se preguntaran “¿ y de dónde saca uno efectivo si hay un apagón? y los cajeros no funcionan?”, se preguntó una señora en las afueras de una de las estaciones del metro. Su duda, más que válida, no tenía respuesta. Así como tampoco se sabía exactamente las razones del apagón.
Mientras algunas terrazas estaban a reventar, los buses también. Al no tener el metro disponible, las personas hicieron largas colas para poder subirse a un autobús y llegar a sus respectivos destinos.

“Me ha tocado recorrer buena parte de la ciudad para venir a estar con mis padres. Pero lo prefiero, tenía una reunión que justo se cayó al iniciar el apagón, así que dije: nada, que tengo el día libre”, dijo Emilio entre risas mientras buscaba señal con su teléfono celular.


Llegó la luz en la capital, pero no todo está resuelto
Cerca de las 8:50 de la noche empezó a llegar la electricidad en distintos puntos de la ciudad, especialmente a las afueras. Ya para las 9:30 de la noche buena parte de la zona central madrileña ya tenía electricidad. Sin embargo, no todas las calles estaban iluminadas.
Poco después de las 10:00 de la noche ya había servicio eléctrico restablecido en 60% del país, según lo dicho por Pedro Sánchez, presidente del gobierno español. Sin embargo, aún no se sabe qué pasó para que ocurriera el apagón que, según los reportes, no cobró vidas, pero que difícilmente sea olvidado por los madrileños y quizá por los turistas que no paraban de llegar a través de la es tación de trenes de Atocha.
“Tal parece que mañana (este martes) tendré que trabajar con mi horario normal, pero ni siquiera sé si podré llegar con el metro o solo con autobuses. Es injusto esto”, dijo Adrián González, un mesero que tuvo el “día libre” este lunes y ya no lo tendrá este martes si las condiciones son normales.
Precisamente sobre las condiciones, todas las autoridades españolas le piden paciencia a las personas y aseguran que este martes todavía pueden encontrar retazos de lo ocurrido el lunes. Por ello, el bus en la capital será gratis, mientras todavía no se sabe si el tren estará funcionando.