Venezuela tiene 15 años de crisis eléctrica sin solución

En 2025, Corpoelec sigue sin cubrir la demanda eléctrica del país, que disminuyó por la desindustrialización y la recesión económica

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(Foto: Archivo)

El Pitazo

Los racionamientos eléctricos en Maracaibo comenzaron en 2009, recuerda Elvis Páez un ingeniero marabino que padece la crisis eléctrica en Venezuela porque en los último 15 años su casa queda a oscuras por cuatro horas casi a diario. Recuerda que después de estos primero episodios, el chavismo optó por reducir la jornada laboral, aplicar cortes programados, comprar termoeléctricas y hasta multar a los grandes consumidos en épocas donde la generación eléctrica ha estado por debajo de la demanda. Nada ha tenido resultado, destaca, porque sigue padeciendo el hecho de estar sin luz.

“Esto nunca se va a acabar. La reducción de la jornada laboral que decretaron es más de los mismo, ya lo han hecho. Ellos no han tratado de mejorar el servicio eléctrico, no han puesto empeño en arreglar definitivamente el problema que nos afecta a los ciudadanos”, dijo Páez, de 65 años, en entrevista con El Pitazo.

La administración de Nicolás Maduro anunció este domingo 23 de marzo la reducción de la jornada laboral en el sector público con el objetivo de garantizar el uso responsable de los recursos energéticos y mantener la estabilidad del sistema eléctrico. «La medida se toma debido al aumento significativo de las temperaturas globales, que ha afectado los niveles de agua en los embalses, especialmente en la región andina», argumentaron en un comunicado.

Esa medida ya fue aplicada en 2010 y en 2016, y fue acompañada de un severo plan de racionamiento del servicio eléctrico que excluyó a Distrito Capital. En ambas ocasiones, el Ejecutivo achacó la crisis a la sequía producto del fenómeno climático El Niño, pero también había un déficit en la generación térmica producto del deterioro de las plantas por falta de mantenimiento.

Una historia repetitiva

La crisis de 2010 se repitió en 2016, pese a que en esos 6 años el chavismo hizo inversiones multimillonarias en el sector eléctrico que no rindieron frutos para evitar una nueva crisis ante la presencia de El Niño y el colapso del Sistema Eléctrico Venezolano en 2019, cuando el país se apagó en dos ocasiones.

En 2025, Corpoelec sigue sin poder cubrir la demanda eléctrica del país, que disminuyó en comparación con las de 2010 y 2016 producto de la desindustrialización y la recesión económica.

Venezuela requiere de unos 14.000 megavatios, según reportes de la estatal, una corporación que creó Chávez en 2007 para centralizar el sector y buscar soluciones que evitaran los apagones que a diario padecen miles de usuarios.

El déficit es de unos 1.600 megavatios en las horas pico, el equivalente a apagar a la región eléctrica andina que incluye a los estados Táchira, Mérida, Trujillo, Barinas y el Alto Apure, y que hoy sus habitantes sufren de cortes de hasta 12 horas por la sequía en los embalses que sirven a sus plantas hidroeléctricas.

Aunque la administración de Maduro no precisa con detalles la situación de los cinco embalses de Los Andes, reportes de Corpoelec dan cuenta de que todos están cerca o por debajo de la cota mínima para poder generar electricidad. Una situación que el Ejecutivo achaca al calentamiento global, pero la realidad es que se operaron más tiempo del que se debía.

“Lo del clima es una excusa para cubrir la negligencia que ellos han hecho. Ellos abusaron de los embalses por más de 16 horas diarias durante nueve meses. ¿Qué hicieron? Los secaron. Esos embalses están diseñados para funcionar a plena carga entre seis y ocho horas diarias, y debe tener un acompañamiento de la energía que se produce en Guri y de generación termoeléctrica, pero no hay suficiente”, aseguró el ingeniero José Aguilar, especialista en sistemas de generación eléctrica.

Las consecuencias por la escasez de agua en los embalses andinos, razón por la que reducen la jornada laboral para bajar el consumo eléctrico y los racionamientos eléctricos que se registran en todo el país podrían eliminarse si el 30 por ciento del parque termoeléctrico venezolano estuviese en buenas condiciones operativas y con el correspondiente suministro de combustible. Pero, no es así; apenas está disponible el 14% y con limitaciones de combustible, según reportes de Corpoelec que obtuvo el ingeniero Aguilar.

Para el zuliano Páez, quien mantiene su celular y un bombillo cargados para esperar cualquier corte imprevisto, los apagones terminarán cuando personas especializadas tomen de nuevo la industria eléctrica. “Antes de Corpoelec todo funcionaba bien. Yo no recuerdo que sufríamos con apagones ni bajones”.

Recuento de las medidas eléctrica tomadas por el chavismo en las crisis que vinculan a la sequía:

En 2009-2010:

  • Cortes eléctricos programados: Racionamientos diarios en bloques de 2 a 4 horas por zonas. Caracas inicialmente fue exceptuada, lo que generó críticas.
  • Reducción de la jornada laboral pública: Se ordenó que oficinas del Estado trabajaran solo hasta las 1:00 p.m. para reducir el consumo eléctrico en edificios gubernamentales.
  • Restricciones al sector comercial: Centros comerciales debían operar con plantas propias durante horas pico. Limitaron su horario de 11:00 a.m. a 9:00 p.m. Comercios que no cumplieran podían ser sancionados o cerrados.
  • Multas y sanciones a altos consumidores: Empresas e industrias con consumo excesivo recibían multas o cortes. Se exigía una reducción del 20% del consumo eléctrico mensual.
  • Campañas de ahorro energético: Promoción de bombillos ahorradores. Mensajes en medios sobre “uso consciente de la electricidad”.
  • Creación del Ministerio de Energía Eléctrica: Se creó en 2009 para enfrentar la crisis de forma centralizada.
  • Importación de plantas termoeléctricas: Compra de equipos eléctricos a Cuba, China, Argentina y Rusia.
  • Instalación de plantas termoeléctricas para complementar generación.
  • Discursos de alarma nacional: Hugo Chávez alertó que el país estaba al borde de un colapso energético. Se promovía el discurso de que la crisis era por el fenómeno de “El Niño”.

En 2016:

  • Cortes eléctricos diarios por regiones: Se implementó un plan de racionamiento de 4 horas diarias. Afectó a todos los estados, excepto Caracas, Vargas y Nueva Esparta. El plan duró inicialmente 40 días, pero se extendió por más tiempo.
  • Reducción de jornada laboral pública: Oficinas del Estado solo trabajaban dos días a la semana (lunes y martes o miércoles y jueves).
  • Cambio de horario en centros comerciales: Debían usar plantas propias entre 1:00 p.m. y 3:00 p.m. o limitar su horario de funcionamiento.
  • Días feriados adicionales: Se decretaron viernes no laborables en todo el país durante varias semanas. También se adelantó la Semana Santa para ahorrar energía.
  • Suspensión de actividades industriales: Empresas básicas como Sidor (Guayana) redujeron operaciones, y las industrias de alto consumo fueron obligadas a disminuir su producción.
  • Medidas de emergencia y discursos oficiales: El gobierno admitió públicamente que el país enfrentaba una emergencia eléctrica. Se culpó nuevamente al fenómeno El Niño y a la “guerra económica”.

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