Cuando observaba una marcha realizada en conmemoración del 23 de enero, fue detenido el comerciante Reinaldo Araujo. Estaba en la avenida Bolívar de Valera, de donde fue llevado por cuerpos policiales. Un mes después su salud su salud está severamente deteriorada, debido a las malas condiciones del calabozo y el hacinamiento. Sus familiares aseguran que el hombre, de 40 años, se encuentra al borde del colapso total.
Zoraida Matute, esposa de Araujo, aseguró que presenta graves problemas en sus piernas por su obesidad. Además, es hipertenso y su corazón está afectado, dijo en declaraciones a Diario de Los Andes.
Pruebas infundadas
Araujo, a quienes sus amigos le dicen "el gordo Rei", es un pequeño comerciante de repuestos y periquitos de automóviles en el sector La Plata de Valera. "Por sus achaques y peso Reinaldo no puede subir escaleras, no porta armas de fuego y menos, como se le acusa erróneamente, es o ha sido un político o guarimbero y traficante de droga. Eso lo ha perjudicado física y sicologicamente".
El 23 de enero, Araujo y su esposa salían de una cita médica en la clínica UGA. Al ver la manifestación que se desarrollaba a la altura de Cobrapsa se sentó en las escaleras a descansar sus piernas y a observar lo que ocurría. De inmediato fue abordado por varios funcionarios de la policía y la Guardia Nacional, quienes lo etiquetaron de guarimbero y se lo llevaron detenido, a pesar de sus explicaciones de porqué estaba allí. "De haber estado manifestando, hubiese intentado al menos escapar de las autoridades, sin embargo él estaba tranquilo porque no había cometido delito alguno".
Llamado al gobernador
Araujo ha presentado un grave cuadro de salud. "Incluso ya ha sido sacado de urgencia para atención por varias recaídas, y no queremos, por Dios, que se convierta en una nueva víctima inocente de los calabozos. Si las autoridades investigan su vida y trayectoria solo encontrarán a un ciudadano probo, honesto y trabajador. No entendemos quién hace las acusaciones tan graves contra alguien que no puede levantar un tornillo, mucho menos una metralleta o portar granadas y droga".
La familia le pide al gobernador de Trujillo para que interceda por la libertad de Aragua o para que, al menos, le den arresto domiciliario.
