Este lunes, como todos los seis de enero de cada año, la iglesia católica celebra la Epifanía y la visita de los reyes magos a Belén, para conocer al Niño Jesús recién nacido.
Epifanía quiere decir "manifestación", iluminación, por lo que los católicos celebramos la manifestación de Dios a todos los hombres del mundo, a todas las regiones de la tierra.
Es un día de alegría y agradecimiento porque al ver la luz del Evangelio, salimos al encuentro de Jesús, lo encontramos y le rendimos nuestra adoración como los magos.
Wikipedia reseña que Reyes Magos es el nombre por el que la tradición cristiana denomina a los «magos», denominación que recibían los sacerdotes eruditos en el Antiguo Oriente.
Según el Evangelio de san Mateo, tras el nacimiento de Jesús de Nazaret, acudieron desde Oriente para rendirle homenaje y entregarle regalos de gran riqueza simbólica: oro, incienso y mirra.
Los nombres de los tres reyes magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, aparecen por primera vez en el mosaico de San Apolinar el Nuevo (Rávena) que data del siglo vi d. C.
En el que se distingue a los tres magos ataviados al modo persa con sus nombres escritos encima y representando distintas edades.
EL PAPA Y LOS REYES MAGOS
El papa Francisco en diversas homilías con motivo de la misa por la Solemnidad de la Epifanía del Señor, ha animado a seguir el ejemplo de los Reyes Magos de mantener “los ojos fijos en el cielo, los pies sobre la tierra, el corazón postrado en adoración”.
Ha dicho que así como miran a lo alto, los Reyes Magos también tienen los pies sobre la tierra y se ponen en marcha hacia Jerusalén, donde preguntan: “¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo”.
Sobre los regalos que los reyes llevaron al Niño Jesús, cita que el oro, considerado el elemento más precioso, nos recuerda que a Dios hay que darle siempre el primer lugar. Se le adora.
“Pero para hacerlo es necesario que nosotros mismos cedamos el primer puesto, no considerándonos autosuficientes sino necesitados”, explicó.
Luego está el incienso, que simboliza la relación con el Señor, la oración, que como un perfume sube hasta Dios. Pero, así como el incienso necesita quemarse para perfumar, la oración necesita también ‘quemar’ un poco de tiempo, gastarlo para el Señor. Y hacerlo de verdad, no solo con palabras.
Sobre la mirra sostiene que es el ungüento que se usará para envolver con amor el cuerpo de Jesús bajado de la cruz.
“El Señor agradece que nos hagamos cargo de los cuerpos probados por el sufrimiento, de su carne más débil, del que se ha quedado atrás, de quien solo puede recibir sin dar nada material a cambio. La gratuidad, la misericordia hacia el que no puede restituir, es preciosa a los ojos de Dios”.
TRADICIONES
Tradicionalmente en Venezuela, en distintos sitios se realizan actos culturales que tienen como protagonistas a los tres reyes magos.
En Valencia, por ejemplo, diversos grupos que personifican a Gaspar, Melchor y Baltazar, en este día van a llevar regalos a los pequeños recluidos en el Hospital Dr Jorge Lizarraga, de la Ciudad Hospitalaria Enrique Tejera.
En las iglesias las misas de este día están ofrecidas a los niños.
Anteriormente los reyes llavaban regalos a los niños que los pedían en sus cartas, pero esta tradición ha venido quedando para el 25 de dicembre y el Niño Jesús.