Colapso de aguas negras y blancas afecta a más de 400 familias en Rafael Urdaneta

Frente a sus casas hay montañas de tierra y una mezcla de aguas negras y blancas que amenazan con socavar las viviendas

aguas
La calle Las Trincheras es la más afectada con esta situación de aguas negras y blancas en la urbanización Rafael Urdaneta (Foto: Cortesía)

La urbanización Rafael Urdaneta, en Valencia, vive una verdadera tragedia que se ha convertido en un drama cotidiano para sus 465 familias, especialmente para las 55 que habitan en la calle Las Trincheras, la zona más crítica. Este problema, que inició con el colapso de las tuberías de aguas negras hace cinco meses, ha escalado hasta convertirse en una emergencia sanitaria y estructural.

La situación comenzó con la visita de cuadrillas de Hidrocentro, que realizaron un diagnóstico e identificaron la necesidad de cambiar las tuberías en las bocas de visita. Sin embargo, según detalló la vecina Glenda González, los trabajos no avanzaron porque no contaban con los materiales necesarios, como las tuberías. Ante esto, los vecinos se ofrecieron a aportar, mediante autogestión, la tierra, el cemento y otros insumos necesarios, pero la intervención quedó paralizada.

Posteriormente, el Plan Búho de la alcaldía de Valencia tomó el relevo, pero lejos de solucionar el problema, lo agravó.

Las cuadrillas rompieron la calle en el extremo equivocado, dejando expuesto un enorme hoyo. Luego, interrumpieron las labores por falta de gasoil y abandonaron la zona. Al día siguiente, con la renuncia del alcalde, retiraron las máquinas y no regresaron, dejando la vía en ruinas.

Desbordamiento de aguas frente a las viviendas

Este abandono dejó a los vecinos enfrentando consecuencias inmediatas: una vecina quedó atrapada en su casa por la acumulación de tierra frente a su puerta hasta que su esposo llegó en la noche para abrir paso. Negocios locales también tuvieron que cerrar debido a la tierra bloqueando las entradas.

aguas
Frente a las viviendas hay montañas de tierra y escombros (Foto: Cortesía)

La situación dio un giro dramático cuando, el 31 de diciembre, el colapso de las aguas negras hizo que se fracturara la tunería de aguas blancas, provocando un desastre total en ambas redes.

Frente a sus casas, los vecinos ahora enfrentan el desbordamiento constante de aguas negras y blancas. Para evitar una contaminación más severa, han mantenido en funcionamiento sin apagar de la bomba de agua potable adquirida hace un mes por autogestión, pero esto aumenta el riesgo de daño a la bomba, que no está cumpliendo sus ciclos de descanso. El temor a un corte eléctrico que apague la bomba agrava la incertidumbre.

Con el desbordamiento de las aguas blancas se redujo drásticamente la presión de lo que sale en los grifos de los hogares. Además, existe un temor latente de que las filtraciones continúen socavando el terreno, poniendo en riesgo la estabilidad de los frentes de las casas.

Hidrocentro regresó después del abandono del Plan Búho, pero declaró que no podía actuar porque las fallas actuales no eran consecuencia de su intervención inicial. Esto ha dejado a la comunidad en un limbo administrativo, sin soluciones claras y enfrentando una crisis que empeora con el paso de los días.

Los vecinos hacen un llamado desesperado a las autoridades para que se atienda esta emergencia. La comunidad, que ha demostrado voluntad de colaborar con materiales y recursos, necesita una respuesta inmediata para reparar las tuberías, eliminar las filtraciones y evitar un colapso mayor que podría comprometer la seguridad de sus hogares.

Únete a nuestros canales en Telegram y Whatsapp. También puedes hacer de El Carabobeño tu fuente en Google Noticias.

Newsletters

Recibe lo mejor de El Carabobeño en forma de boletines informativos y de análisis en tu correo electrónico.

Colapso de aguas negras y blancas afecta a más de 400 familias en Rafael Urdaneta

aguas
La calle Las Trincheras es la más afectada con esta situación de aguas negras y blancas en la urbanización Rafael Urdaneta (Foto: Cortesía)

Activa las notificaciones Lo pensaré