Es fundamental sobre el desempeño, persuadir al equipo para que gestione un cambio o venda un producto (bien o servicio).
M. A. García C
¿Cómo asegurarse de que la comunicación es efectiva? La neurociencia enseña factores como el contacto visual, el lenguaje corporal y otras fuentes importantes de información.
La comunicación efectiva es una habilidad cada vez más valorada en el mundo empresarial. La posibilidad de no transmitir el mensaje deseado o dar una impresión equivocada están ahí. Pero la investigación en neurociencia ha descubierto maneras específicas para ajustar la transmisión del mensaje.
La comunicación efectiva es fundamental para “alimentar” y lograr la retroalimentación sobre el desempeño, persuadir al equipo para que gestione un cambio o venda un producto (bien o servicio), para asegurarse de que otros escuchen o presten atención al mensaje y actúen.
Dos de los métodos más efectivos para conectarse con la audiencia, ya sea un individuo o un conjunto de ellos, son de mantener el contacto visual y manejar el efecto espejo: imitar sutilmente los gestos de la(s) otra(s) persona(s).
Ambos métodos conducen la sincronización de ondas cerebrales que están vinculadas al compromiso, el aprendizaje y una buena relación.
Dichos métodos son mucho más difíciles de hacer cuando la comunicación no es presencial, pero eso no significa que no se puedan aplicar.
5 ideas para hacerte entender mejor
Se puede probar alguna de las siguientes ideas para mejorar las posibilidades de ser escuchados:
1.- Narrar una historia
Escuchar la misma historia, palabra por palabra, no necesariamente creará un compromiso colectivo y cerebros sincronizados.
Porque todos tienen sus propias experiencias, prejuicios y distracciones que pueden interferir en el camino de un entendimiento común.
Antes de narrar la historia, hay que explicar qué significa o por qué se está expresándola para que todos estén en sintonía: la alineación del recurso humano (el más importante de todos los recursos de una organización).
2.- Cambiar comportamientos
Es posible cambiar comportamientos alentando a las personas a enfocarse primero en algo más grande que ellos mismos: los ideales, los anhelos, los intereses y más.
La investigadora en comunicación Emily Falk, de la Universidad de Pensilvania, muestra que los mensajes difíciles se enfrentan con un impulso natural de autodefensa que puede bloquear la comprensión. Ese impulso radica en el más profundo de todos los “cerebros” del cerebro triuno: el reptil (el más añejo de los tres: desde donde emerge lo instintivo).
Esta práctica es tan efectiva para los líderes como para los directores empresariales, deportivos e incluso los políticos.)
3.- Utilizar un lenguaje sencillo
Cuando se intente maximizar el compromiso con la comunicación verbal, se debe tener en cuenta que la sincronía cerebral se ve obstaculizada por la complejidad.
Algunas investigaciones encuentran que los mensajes más efectivos -en términos de crear sincronía cerebral e impulsar “la venta de tickets para el viaje emprendido o por emprender”- tenían la menor cantidad de palabras y la menor cantidad de rostros y estímulos en la pantalla.
Entonces, cuanto más simple sea el mensaje, más fácil será de entender y, en última instancia, es más probable que sea recordado.
Los investigadores Chip y Dan Heath indican que el primer principio para hacer que las ideas sean entendidas y recordadas es la simplicidad. De aquí que en lo publicitario propagandístico se diga que el mejor mensaje es aquél que tiene como máximo 7 palabras y… ¡mucho mejor si tiene menos!; p. ej.: “Sabrosísima” (el antiguo lema de Pepsi-cola en Venezuela): una palabra que con la que buscaba decirlo todo.
Al respecto de esto vale resaltar que una cosa es “usar” y otra muy distinta es “utilizar” un lenguaje sencillo. Lo expresado debe terminando siendo ¡útil! para el logro de la meta o propósito.
4.- Subir el volumen levemente
Hablar un poco más alto de lo normal, variando la dicción general (con sus pausas silenciosas: que mucho dicen, con las inflexiones de la entonación de la voz y más) aumenta la percepción de confianza, lo que a su vez hace a los comunicadores más persuasivos. La dicción es determinante: influyente.
Hay trabajos que muestran que las personas parecen más humanas cuando escuchamos su voz. Hasta la inteligencia artificial crea y permite utilizar “voces humanas”.
Por eso, la comunicación funciona mejor con encuentros presenciales. Y esto se relaciona con otro hallazgo: eres más persuasivo en persona que en un correo electrónico. De aquí el origen justificado de las denominadas “notas de voz”.
5.- Hacer de la “alimentación” y la retroalimentación un camino de doble sentido
Si al acabar la exposición se pide opiniones, se incrementa la frecuencia cardíaca de la audiencia.
Por el contrario, si al comienzo se advierte que después de la intervención se pedirán opiniones se reduce la “respuesta a la amenaza”. Así se ayudará a la audiencia a prepararse para escuchar y procesar la información.
Antes de explicar alguna idea potencialmente difícil de escuchar, es recomendable programar una reunión y solicitar a un colaborador que nos evalúe.
Es fundamental que se escuchen sin críticas, tomando el tiempo para responder e incluso utilizar la duplicación repitiendo los comentarios con sus propias palabras («déjame asegurarme de que entiendo lo que dijiste»): así lo hacen quienes toman el pedido de los platos a ser ingeridos en los restaurantes; escriben “la comanda” y luego… la leen para cerciorarse de haber tomado debida nota de lo expresado y… esperan que se les confirme que lo escuchado y anotado está perfectamente bien: así se evitan inconvenientes.
Luego, vuelva a organizar un ensayo con su colaborador y asegúrese de que -en caso de ser necesario- ha rectificado y mejorado el mensaje.
Cómo lo usan las empresas
Si la empresa tiene como propósito la inclusión, pero no se logran las metas ni el objetivo, se debe probar narrar una historia sencilla centrada en estos valores. Nótese que no se ha escrito “contar una historia”, pues… “contar” en expresar un “cuento” y éste jamás es verdadero: no es una historia, sino algo producto de la fantasía y… (a no ser que sea una empresa editora de cuentos que se distribuyen a quienes quieren leerlos y contarlos, o se trata de una empresa de diversión y/o de entretenimiento, como Disneylandia® y similares) ningún emprendimiento ha de valerse de “cuentos”: con eso… ¡pierde!, pues en la mente de la audiencia surgirá la idea de que lo narrado es… ¡un cuento, una falacia, una falsedad! y, por ende, quien lo narra…¡no es confiable!
Se debe comenzar recordando a la audiencia que la inclusión siempre ha sido un valor central de la empresa.
Y se deben citar algunos de los esfuerzos hacia el objetivo de alcanzar una mayor diversidad, incluida la fundación, el apoyo y la participación en una serie de iniciativas que ya pueden estar en curso.
Amigo empresario vanguardista, existen organizaciones muy bien avaladas (como: P.F. Consultores, nuestro aliado estratégico) con amplísima experiencia que están dispuestas a apoyarle en su andar hacia el éxito: no dude en vincularse con ellas.
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