El presidente de EEUU, Donald Trump, celebra la primera reunión de su gabinete en la Casa Blanca, en Washington
Donald Trump ha propuesto ideas sobre los migrantes venezolanos, pero no han sido aceptadas por las autoridades Credit: EFE

Donald Trump asumió, desde incluso antes de su elección como presidente de Estados Unidos, asumió una posición sumamente frontal contra la migración en ese país. Especialmente hizo énfasis en los migrantes venezolanos, a quienes generalizó y criminalizó a tal punto de incluirlos a todos en una relación con una banda criminal. Una vez en el poder, Trump simplemente se dedicó a cumplir lo prometido y esto pareciera haber tomado por sorpresa a sus propios electores latinos que hicieron campaña por el candidato republicano. 

Lo cierto es que, aunque no ha faltado voluntad e ideas, el gobierno de Trump no ha podido aplicar casi ninguna de sus medidas contra la migración venezolana. No ha podido eliminar el Estatus de Protección Temporal (TPS, en inglés), tampoco logró eliminar la protección dde quienes tienen parole humanitario y mucho menos pudo avanzar con su plan de eliminar la ciudadanía por nacimiento.

Donde sí tuvo éxito Donald Trump fue en las deportaciones. Ya se cuentan por más de 4 mil los connaciionales que han sido devueltos a Venezuela. Esta política no está exenta de polémica, pues Trump aplicó la ley de enemigos extranjeros de 1798, la cual le permitió, brevemente, llevar a migrantes venezolanos a una cárcel de máxima seguridad en El Salvador

Sin embargo, esa ley de 1798 también fue bloqueada por el sistema legal norteamericano, que ha sido la principal piedra en el zapato para el mandatario norteamericano. 

Trump propone y las cortes disponen

Las cortes federales se han encargado de ofrecer un importante contrapeso en la recién gestión de Donald Trump. Su segundo mandato ha visto como las instituciones norteamericanas se han puesto a prueba. Mientras hay personas convencidas de que estas aguantarán todos los embates del nuevo presidente, otras ven con alarma las grietas que va dejando cada uno de los discursos de Trump. 

No obstante, una corte federal de California aseguró que, temporalmente, el gobierno de Donald Trump no podría eliminar el TPS ni el estatus para unas 600.000 personas, todas venezolanas. No faltó voluntad, pues las autoridades norteamericanas apelaron, pero la decisión se mantiene firme, por ahora. 

Semanas después se conoció que el parole humanitario, medida implementada por el gobierno de Joe Biden para facilitar los viajes temporales de venezolanos, cubanos, haitianos y nicaragüenses, sería eliminado por Trump. Es decir, que las personas que tenían un permiso de trabajo y de estadía en el país tendrían que recoger sus cosas en un plazo de hasta 45 días para evitar ser deportadas. Esta medida también fue bloqueada, esta vez por una jueza federal de Boston. Con esta acción se protege a 117.000 venezolanos, pero también a cientos de miles de cubanos, haitianos y nicaragüenses. 

En su primer día de gobierno, el 20 de enero, Donald Trump firmó una orden ejecutiva para poner fin al derecho de ciudadanía por nacimiento. Esto entraría en vigor a principios de febrero. Sin embargo, al pasar unos días, otra corte federal indicó que no había razones para tomar dicha decisión y bloqueó, también de forma temporal, la medida aplicada por el nuevo presidente norteamericano. 

Trump y su éxito con las deportaciones de migrantes venezolanos

En donde sí ha tenido éxito Donald Trump es en las deportaciones de los migrantes venezolanos. Primero tuvo que enviar un emisario a reunirse con Nicolás Maduro y, según la versión nortemericana, exigirle al gobernante chavista que empezara a aceptar a venezolanos deportados de inmediato. Esto no tardó; a principios de febrero comenzaron a llegar vuelos con decenas de personas. Algunas expulsadas de EEUU y otras que de forma voluntaria pidieron subirse a un avión y volver a Venezuela. 

Ya son más de 4 mil los deportados, y son miles más los que esperan un retorno en Estados Unidos, pero también en México, Guatemala y Honduras. 

Otro punto exitoso para Trump ha sido su alianza con Nayib Bukele, presidente de El Salvador, quien ha fungido como principal apoyo para las aspiraciones del norteamericano. Con Bukele, Trump logró construir un sistema que permite deportar de forma irregular a venezolanos y enviarlos a una cárcel de máxima seguridad salvadoreña. Esto ocurrió en dos ocasiones, primero con un grupo de 238 personas y luego con 14. En total, 252 migrantes venezolanos están detenidos de forma injusta en una prisión diseñada para contener a terroristas. 

De momento, Trump se mantiene lejos de su propuesta de deportar a millones de migrantes de Estados Unidos, pero no por falta de voluntad, sino de fuerza humana, así como por tener un contrapeso, quizá inesperado, en el sistema legal norteamericano.