Sin tener la certeza de que el Consejo Nacional Electoral (CNE), presidido por Elvis Amoroso, admitiría su participación, un sector de la oposición mayoritaria venezolana comenzó a armar en silencio su maqueta electoral para los comicios fijados para el 25 de mayo, tras tomar la decisión de acudir a las urnas pese al denunciado fraude en las elecciones presidenciales.
Salvo declaraciones a favor de la participación en la elección de la Asamblea Nacional, gobernadores y Consejos Legislativos y de algunos aspirantes a los cargos, no ha habido anuncios públicos de candidaturas. Apenas se supo que la tarjeta de Un Nuevo Tiempo (UNT) “sobrevivió” a los filtros del CNE luego del 28 de julio, no así las del Movimiento por Venezuela (MPV) ni Centrados.
También se confirmó la salida a escena de Unión y Cambio, vinculada a Henrique Capriles, conocida como Única, que junto a la tarjeta de UNT postulan candidaturas para este 25 de mayo a 24 gobernaciones, AN y Consejos Legislativos. También hicieron alianzas en algunos estados con organizaciones como Fuerza Vecinal, Alianza del Lápiz y Avanzada Progresista, además de organizaciones regionales.
Represión política y baja disposición
Entre los abanderados a las gobernaciones hay pocas caras conocidas en el ámbito nacional. También predominan, casi la mitad, dirigentes estadales de UNT. Para analistas consultados por Efecto Cocuyo, en la selección de los nombres influyeron factores como la persecución política que llevó a otros a no aceptar la postulación, la falta de garantías democráticas, como el respeto a los resultados, y negociaciones tras bastidores para conservar algunos espacios a cambio de otros y de la participación, entre otros.
“La limitada oferta de candidatos, a mi juicio, evidencia dos cosas: Que la mayoría de la dirigencia democrática del país, reunida en la Plataforma Unitaria, no va a participar en las elecciones. Que la represión del gobierno ha tenido resultados y muchos de los probables candidatos a unos comicios regionales, como Freddy Superlano en Barinas, por ejemplo, están presos; en la clandestinidad, como Juan Pablo Guanipa, o en el exilio, como Antonio Ledezma”, expresó el politólogo Enderson Sequera.
Otro factor que pudo influir en la maqueta para las gobernaciones, según Sequera, es que se espera una “muy baja” participación para estos comicios por lo ocurrido el 28 de julio y por la “abstención histórica” en comicios no presidenciales.
“Esto también se traslada a los candidatos: baja disposición de los principales dirigentes del país a postularse a estas elecciones por no percibirlas como útiles para el cambio político”, sostuvo.
Capriles ha agradecido a quienes aceptaron ser candidatos en momentos difíciles por los riesgos que se asumen, de allí que él mismo quiso dar el ejemplo -según dijo- y más allá de llamar a participar se postuló a la AN (primero de la lista nacional), echando por tierra las apuestas sobre su candidatura para la Gobernación de Miranda.

¿Qué pasó con Henri Falcón en Lara?
“Las postulaciones de este sector de la oposición implica que habrá un bloque más o menos fuerte dentro de la precaria participación política en estas elecciones. Es lógico que quienes hoy son gobernadores en Zulia, Cojedes, Nueva Esparta y Barinas sean los candidatos, mientras el hecho de que haya candidaturas desconocidas en el resto de los estados pudiera indicar que se dan por perdidos y por eso no hay candidatos competitivos ni con trayectoria, dispuestos a arriesgarse”, apuntó el consultor político y presidente de Poder y Estrategia, Ricardo Ríos.
De los “nuevos” abanderados para las jefaturas regionales el más conocido es el exlíder estudiantil, exdiputado y ex preso político, Juan Requesens para la Gobernación de Miranda. Le sigue la también exdirigente estudiantil, proveniente de las filas de Acción Democrática (AD), Lustay Franco para Falcón.
Nunca fue puesto en duda el respaldo a la reelección de los actuales mandatarios de Zulia, Manuel Rosales; Cojedes, Alberto Galíndez; Barinas, Sergio Garrido; y Nueva Esparta, Morel Rodríguez. Los gobernadores cuentan además con otras tarjetas de organizaciones dentro y fuera de la Alianza Democrática. Pero más allá de ellos, otras “candidaturas” que, según Ríos, en mejores condiciones electorales hubieran sido “naturales” quedaron atrás.
“En el caso de Lara, un candidato natural sería Henri Falcón y está optando a través de la amalgama UNT-Única a ser diputado (el quinto de la lista nacional a la AN) en lugar de ir por la gobernación. El candidato allí es poco conocido (el médico cirujano Ruy Medina). Pareciera claro que se trata de espacios que se dan por perdidos”, reiteró.
En Lara ni siquiera se postularon antiguos aspirantes a la gobernación como el exdiputado Luis Florido (fue candidato de la MUD en 2021), pese a que apoya la participación o Alfonso Marquina.
Diez de los candidatos a las gobernaciones presentados son dirigentes regionales (presidentes o secretarios generales) de UNT. Es el caso de la diputada (2015), Nirma Guarulla en Amazonas; Gilberto Roman en Anzoátegui; Nelson Martínez en Apure; Raúl Yusef en Bolívar, que fue candidato en 2021; Ylidio Abreu en Carabobo; César Alonso en La Guaira; Liliana Guerrero en Mérida; María Carvajal en Monagas y José de la Cruz Reyes en Yaracuy; además de Rosales que es presidente de UNT y gobernador del Zulia.
Entre los abanderados también está María Elvira Alonso para la Gobernación de Sucre. La médico internista es viuda del exgobernador de ese estado, Ramón Martinez (1992-1998 y 2000-2008). Además, un disidente del chavismo, Jesús “Chugaby” Hidalgo, quien aceptó la postulación para competir por la Gobernación de Delta Amacuro.
Negociaciones
“La hipótesis de la negociación no se puede dejar de mencionar, en el sentido de que no se apunta a una elección sino a una asignación de espacios, a partir de que al igual que el 28 de julio, no se publiquen resultados ni se conozcan resultados mesa por mesa, porque eso dejaría en evidencia la baja participación y complica esa negociación. Esto también explicaría el porqué de candidaturas desconocidas a las gobernaciones donde no hay chance electoral o haya una especie de acuerdo con el gobierno”, sostuvo Ríos.
Entre los detractores de Rosales y Capriles, Zulia y Miranda son percibidos como parte de esos espacios “negociados” para el 25 de mayo; es decir, que el chavismo “cede” o acepta la derrota en dichas gobernaciones en “compensación” por la participación de un sector de la oposición que contribuiría con la legitimidad de los comicios, luego de lo ocurrido el 28 de julio. Para Sequera, las candidaturas en ambos estados tienen un contexto distinto.
“En el caso de Rosales en Zulia, su liderazgo en el estado le permite pelear con sus votos la reelección, mientras que en el caso de Requesens en Miranda todo indica que hubo una negociación de por medio con el gobierno a cambio de participación, lo que lleva a una posible adjudicación del cargo. En todo caso, la estrategia del gobierno sigue siendo la misma: elegir su propia oposición. Una oposición que pueda vender a la comunidad internacional, que no sea una amenaza para ellos y con figuras que tengan mayor credibilidad que la oposición que está en la AN 2020”, apuntó el politólogo.
Estimaciones
Ríos agregó que se estima 22% de participación de electores para el 25 de mayo y dentro de esa baja votación, recuerda que la primera opción de “triunfo” la tienen los candidatos del chavismo. Explicó que no solo se debe a las condiciones electorales y a la desmovilización de los opositores luego del 28 de julio, sino porque los partidarios del gobierno son los que tienen mayor disposición al voto con entre 11% y 12%.
“Eso prácticamente suma la mitad del caudal de votos de quienes participarían y probablemente sería suficiente para ganar casi todos los espacios en disputa”, dijo.
Los analistas no esperan que el CNE publique resultados desglosados de las elecciones regionales y parlamentarias 2025, tal como ocurrió con las presidenciales de 2024, lo que no permitirá apreciar la votación obtenida tanto por UNT como por Única. Pese a ello, Sequera esperaría que a UNT “le vaya mejor” electoralmente que a la tarjeta de Capriles, por considerar que enfrenta un mayor descrédito que Rosales.
“Única se percibe como una tarjeta exprés que el gobierno le otorgó a Capriles y Tomás Guanipa, mientras mantienen judicializada la tarjeta de Primero Justicia. Sin embargo, al gobierno le interesa tener en la AN voces más legitimadas y con mayor claridad que las que hubo durante la AN 2020 y, en este sentido, no descarto que por medio de una negociación política, el gobierno permita que varios de los candidatos de Única, empezando por Capriles y Tomas Guanipa, lleguen a tener curules en la AN” acotó Sequera.