Las autoridades no dan información sobre dónde está recluído
Fue detenido el 20 de febrero

Han pasado 44 días desde que el periodista Rory Branker fue detenido por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) el pasado 20 de febrero y desde esa fecha sus familiares no conocen de su paradero.

En un contacto telefónico con Efecto Cocuyo, este jueves 3 de abril, los familiares de Branker recordaron que el periodista fue llevado a la fuerza por agentes de inteligencia y, desde entonces, no han tenido ninguna noticia sobre su paradero o estado de salud. 

Lo único que tienen claro los familiares como versión oficial fueron las declaraciones emitidas por Diosdado Cabello, ministro de Interior y Justicia, el 26 de febrero durante su programa “Con el Mazo Dando”, donde se refirió al caso de Branker y lo señaló de “extorsionar” con la publicación de supuestas informaciones falsas.

Semanalmente, los allegados de Branker han visitado centros de detención conocidos en Caracas, como El Helicoide, la sede del Departamento de Investigaciones Penales (DIP) en Maripérez y la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), en Boleíta. En cada uno de estos lugares, las autoridades han negado que Rory se encuentre bajo su custodia.

“No hay información oficial sobre la situación de Branker”, señalaron los familiares a este medio de comunicación. 

No ha sido presentado y no saben cómo está de salud

 Se pudo conocer mediante el contacto familiar que el periodista no ha sido presentado ante tribunales ni se le han imputado delitos, a pesar de que han pasado más de seis semanas desde su aprehensión. 

Rory se encuentra secuestrado por el gobierno sin delitos imputados”, aseguró la fuente familiar. 

Los familiares expresaron que no tienen datos sobre el estado de salud física o mental de Rory.  “Ni siquiera sabemos si él sigue con vida”, relataron. 

La fuente aseguró que la madre de Rory atraviesa una situación compleja de salud, tras sufrir de un accidente cerebrovascular (ACV) antes de la detención de su hijo. La mujer dependía del periodista para muchas de sus actividades diarias. 

La familia denunció formalmente la desaparición del periodista de 43 años de edad e intentó introducir un habeas corpus, pero este no fue aceptado.