El Gobierno de Venezuela anunció este martes que revisará sus relaciones con los países que integran el G7. Esto debido a un reciente pronunciamiento del grupo, en el que respaldan al opositor Edmundo González Urrutia como ganador de las elecciones del 28 de julio. En esos comicios, Nicolás Maduro fue proclamado vencedor por el Consejo Nacional Electoral.
"Advertimos a los países del G7 que esta actitud injerencista y arrogante no quedará sin respuesta. Venezuela procederá a revisar de manera integral sus relaciones con cada uno de los gobiernos que integran este grupo. El respeto a la soberanía nacional no es negociable", dice un comunicado de la Cancillería.
Caracas consideró que el grupo, integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, insiste en creerse árbitro de la democracia global. Lo hace mientras encubre sus propios fracasos políticos, económicos y morales, apoyando genocidios. A la vez, estimula la propagación de la ideología nazi y fascista en Europa y el mundo".
Venezuela revisará relaciones con gobiernos del G7
Según el escrito, esos gobiernos intentan, desde el complejo colonialista e imperialista, preparar el terreno para desconocer las instituciones y las decisiones del pueblo venezolano. El Ejecutivo tildó el acuerdo como un "absurdo pronunciamiento" de parte de las siete democracias más industrializadas del mundo e.
Los ministros de Exteriores de este grupo exigieron este martes la liberación de todos los presos políticos injustamente detenidos en Venezuela luego de los comicios. Avanzaron que seguirán apoyando los esfuerzos de socios regionales para una transición democrática en el país sudamericano, gobernado por el chavismo desde 1999. "El pasado 28 de julio, el pueblo venezolano se expresó en las urnas claramente, votando por un cambio democrático y apoyando a Edmundo González Urrutia con una mayoría significativa", se lee en la declaración final de una cumbre del G7 mantenida en Italia.
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Los miembros del G7 aseguraron sentirse profundamente turbados por las continuas violaciones y abusos de los derechos humanos sufridas por la oposición política, la sociedad civil y los medios independientes. Todo, ocurrido luego de las presidenciales, cuyo resultado oficial es señalado de fraudulento por la oposición que apoyó a González Urrutia.