Un hombre de 27 años en Miami Beach (EE.UU.) se enfrenta a dos cargos de asesinato en segundo grado luego de que el domingo en la noche tiroteara 17 veces a un padre y un hijo israelíes, a los que confesó haber confundido con "palestinos", según recoge este lunes la prensa local que accedió al atestado policial.
"Mientras conducía mi camión, vi a dos palestinos y disparé y maté a ambos", afirmó el individuo al ser arrestado minutos después, pero ninguna de las víctimas -un padre y un hijo de visita desde Israel- ha perdido la vida.
El tirador, de nombre Mordechai Brafman, circulaba por Miami Beach con su camión cuando hizo un cambio de sentido y se detuvo justo al lado del vehículo de las víctimas. Después, el atacante salió del camión y disparó contra el automóvil en 17 ocasiones, según captó una cámara de seguridad del lugar.
El individuo "disparó 17 veces, sin provocación, golpeando a ambas víctimas", se desglosa en los documentos policiales que revelan medios ocales.
Una de las víctimas recibió un disparo en el hombro izquierdo, mientras que la otra vio como una bala rozaba su antebrazo izquierdo. Ninguno conocía previamente al tirador.
Un delito de odio en Miami Beach
La sede estatal del Consejo de Relaciones Americano-Islámicas (Cair) pidió que se presenten cargos federales por delitos de odio tras el tiroteo, basándose "en las declaraciones del presunto autor a la policía, que al parecer aduce un motivo "antipalestino", detalló hoy la oficina del Cair en Florida en un comunicado.
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En octubre de 2023, un niño palestino-estadounidense de seis años recibió 26 puñaladas mortales y su madre resultó gravemente herida en el estado de Illinois, en un ataque que, según las autoridades, estaba motivado por la guerra entre Israel y Hamás.
A finales de ese mismo año, cuando se recrudeció el conflicto en Gaza, tres estudiantes universitarios palestino-estadounidenses también fueron tiroteados por un hombre en Vermont cuando iban por la calle hablando en árabe y portando kufiyas (pañoletas tradicionales en Oriente Medio), una de las víctimas mantiene paralizada la mitad inferior de su cuerpo.
