Las alarmas del Conas número 23 en El Cumbe, municipio Valera, se encendieron el jueves 14 de noviembre cuando los efectivos militares reportaron el fallecimiento de una privada de libertad en unos de sus calabozos.
A la mujer la identificaron como Gary Uzcátegui, quien supuestamente tenía tiempo padeciendo de alucinaciones, pero según, no recibió la atención medica respectiva.
Uzcátegui estaba sola en el calabozo, pues, a las demás presas las trasladaron al Conas 10 en Trujillo. Esta agravó su situación mental que la llevó a acabar con su vida.
Aseguran que tanto las autoridades del Conas como las judiciales tenían conocimiento de esta situación de salud de la joven, pero que nadie le prestó la ayuda necesaria.
Situación como esta no es la primera vez que ocurre en la sede de ese comando del Conas en la ciudad de Valera. En el año 2022 un privado de libertad falleció en una intervención quirúrgica tras pedir por mucho tiempo su traslado y en el año 2022 se hicieron denuncias de privados de libertad afectados por infecciones bacterianas.
Familiares aseguran que el comandante de esa unidad de apellido Peñaloza, presuntamente, no atiende las situaciones de salud de los privados de libertad.