Hace unos días me entretuve con un ameno reportaje de la periodista María Fernanda Mugica en el diario argentino “La Nación” a propósito del 60° aniversario de la legendaria película “The Sound Of Music, (conocida en Latinoamérica como “La Novicia Rebelde" y en España como “Sonrisas y Lágrimas”), protagonizada por Julie Andrews y Christopher Plummer. Este musical se ha consolidado como un clásico del cine, combinando elementos como canciones memorables, talentosos niños, cómplices monjas, los magníficos paisajes alpinos, la Segunda Guerra Mundial y una historia de amor basada en hechos reales.
Como casi todos sabemos, la trama se inspira en la vida de María von Trapp, una novicia que se convirtió en institutriz de los siete hijos de un capitán de la Marina austríaca viudo. Posteriormente, se casa con él, y juntos escaparon de la ocupación nazi en 1938, formando una familia de cantantes que emigró a Estados Unidos -parte esta que no aparece en la película-. Quisiera hacer una pausa para recordar una ocasión especial en la que Julie Andrews recibió a la verdadera María von Trapp en su programa “The Julie Andrews Hour”. En ese emotivo encuentro, la mujer real y su contraparte cinematográfica interpretaron juntas un hermoso número a dos voces, recreando una de las escenas más encantadoras, con una autenticidad y magia únicas: https://youtu.be/wJwrgbKq4AU?si=MnvnnKGENcusSMLj
La adaptación cinematográfica de Hollywood fue dirigida por Robert Wise y se convirtió en un éxito inesperado que salvó a 20th Century Fox de una crisis financiera. La elección de Julie Andrews como protagonista fue crucial para el éxito del film, aunque en un principio hubo dudas debido a su reciente participación en "Mary Poppins". Christopher Plummer, por su parte, no estaba entusiasmado con su papel y encontró el rodaje aburrido, aunque su química con Andrews fue evidente en pantalla.
El rodaje enfrentó desafíos, incluyendo condiciones climáticas adversas en Austria y dificultades técnicas en las escenas musicales. A pesar de ello, la película logró una combinación perfecta de narrativa, música y actuación que resonó con audiencias de todo el mundo. Cabe señalar que previo a la producción conocida por todos, la historia llegó por primera vez al cine con "Die Trapp-Familie", película alemana basada en la autobiografía de María, quien vendió los derechos por tan solo nueve mil dólares y no vio más ganancias, a pesar del relativo éxito de la película. Hollywood, interesado en el éxito alemán, adquirió los derechos de la historia gracias a Mary Martin, su esposo Richard Halliday y el productor Leland Hayward. Esta vez, el contrato fue más favorable, con regalías para María y sus hijos, quienes seguirían ganando unos 100 mil dólares al año durante décadas.
"La Novicia Rebelde" ganó cinco premios Óscar, incluyendo Mejor Película y Mejor Director. Su impacto cultural ha perdurado a lo largo de las décadas, siendo objeto de reestrenos, homenajes y adaptaciones teatrales en todo el mundo. La película no solo narra una historia de resiliencia y amor, sino que también ofrece una visión esperanzadora en tiempos de adversidad. De una familia que tuvo que migrar de la noche a la mañana, rehacer su vida en el exterior intempestivamente; de comenzar de cero tirando al traste toneladas de sueños rotos. Aquí viene el inevitable “déjà vu” que muchos vivimos.
Volviendo a la película, la química entre Andrews y Plummer, junto con las interpretaciones de los niños actores, aportó autenticidad y calidez a la historia. Aunque Plummer inicialmente desestimó la película, con el tiempo reconoció su valor y el impacto que tuvo en su carrera. Muchas anécdotas desconocidas pero simpáticas hubo durante su rodaje: La icónica escena inicial donde Julie Andrews gira en la pradera tuvo sus dificultades, por ejemplo. Un helicóptero grababa desde arriba, pero el viento que generaban las aspas era tan fuerte que constantemente la tiraba al suelo. Otra, Charmian Carr, quien interpretó a Liesl, se torció el tobillo mientras filmaba la escena del invernadero con Rolf (“Sixteen Going on Seventeen”). Como no quería retrasar el rodaje, siguió bailando con el pie vendado. Durante el rodaje en Salzburgo, el equipo tuvo el honor de recibir a la verdadera María von Trapp, quien, junto a su hija Rosmarie, apareció como extra en la escena de “I Have Confidence”. Con su carácter enérgico y arrollador, María quiso participar como asesora en la película, pero el director Robert Wise declinó su propuesta, considerándola “demasiado impositiva”.
La música de la película, compuesta por Richard Rodgers y Oscar Hammerstein II, vive con activa vigencia, con canciones como "Do-Re-Mi", "My Favorite Things" y "Edelweiss" que siguen siendo interpretadas y versionadas en diversos contextos culturales. Estas melodías han encontrado un lugar permanente en la cultura popular. En mi experiencia como profesor de piano para niños y adolescentes, me asombra cuántas veces me piden aprender “Do-Re-Mi” o “My Favorite Things”, aun sin haber visto la película ni conocer su historia. Es una prueba de que la música trasciende el tiempo y el contexto, permaneciendo viva por sí misma.
En 1976, los Correa Feo tuvimos la oportunidad de recorrer en carro parte de Europa, y en nuestro viaje pasamos por Salzburgo, Austria, cuna de la historia real y escenario del rodaje de “The Sound of Music”. Nos conmovió profundamente estar en la ciudad natal de Wolfgang Amadeus Mozart, pero fue aún más emocionante caminar por las mismas locaciones donde cobró vida la inolvidable película.
A 60 años de su estreno, "La Novicia Rebelde" continúa siendo una celebración de la música, la familia y la resiliencia humana. Su legado perdura, recordándonos el poder del cine para conmover, inspirar y unir a las personas a través de historias compartidas.
Para recordar esta película, invito a ver su tráiler original: https://youtu.be/ygyK0HStjwg?si=AOhnVMx7dGY1iiHH