Una misa por los periodistas que aún permanecen encarcelados fue realizada este viernes en la sede del Colegio Nacional de Periodistas (CNP) seccional Distrito Capital, en la avenida Andrés Bello.
La misa fue oficiada por el presbítero José Rafael Lugo, asistieron familiares de colegas detenidos y las dos comunicadoras liberadas, Ana Carolina Guaita, periodista, y Deisy Peña, reportera gráfica.
Los siete comunicadores sociales que todavia se encuentran privados de libertad son: Luis López, Ramón Centeno, Roland Carreño, Biagio Pilieri, Carlos Julio Rojas, Gabriel González y José Gregorio Camero.
Mary López, hermana de Luis López, periodista del diario La Verdad de Vargas, relató, entre lágrimas, que pudo visitar al colega recientemente y lo observó "muy deprimido", aunque se esfuerza por no mostrar su sufrimiento ante sus seres queridos.
La libertad no solo se pierde tras los barrotes
Luis López le comentó a su hermana que pasó el día de Navidad recordando a sus familiares. Al colega le llevaron a sus nietas para procurarle un momento de felicidad. López fue aprehendido antes de las elecciones cuando se dirigía a cubrir una pauta en Caraballeda, estado Vargas.
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En su injusta prisión, López comenta que está recibiendo un castigo inmerecido. Por eso su hermana les ruega al Presidente de la República y al fiscal Tarek William Saab, que permitan a los presos políticos regresar al lado de sus familiares.
En su mensaje el padre Lugo encomendó al Señor la libertad de los periodistas, para que continúen realizando su labor.
Para el sacerdote no es casualidad la celebración de la misa justamente el 27 de diciembre, fecha en la cual fue sometido al exilio el apóstol Juan, en la isla de Patmos, por predicar la palabra. "La libertad no solamente se pierde cuando nos colocan detrás de unos barrotes, también cuando nos impiden hacer lo que nos gusta. Duele no poder comunicar lo que debemos decir".
Los asistentes a la misa imploraron entre sus peticiones, fortaleza para soportar la prisión hasta que se abran las puertas de las cárceles. Que no sigan muriendo prisioneros, que los enfermos reciban atención hasta recobrar su salud. También pidieron por el cese de la represión, no más muertes, que Dios toque el corazón de quienes tienen la responsabilidad de conceder las libertades y que no decaiga la fe en este difícil transitar. " No nos desesperemos, dejemos que Dios actúe por nosotros", recalcó el presbítero.