Líderes mundiales, personalidades políticas y de la realeza, además de otros rostros conocidos, viajaron hasta Roma para despedir al papa Francisco
Los reyes Felipe VI y Letizia encabezaron la representación española en el funeral del papa. Acompañados por las vicepresidentas del Gobierno, María Jesús Montero y Yolanda Díaz, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, han llegado a la escalinata de la Basílica de San Pedro. Horas después de confirmarse el fallecimiento de Francisco, el Rey envió un telegrama a su eminencia reverendísima, el cardenal Giovanni Battista Re. "Al recibir, con profunda tristeza, la noticia del fallecimiento de Su Santidad el papa Francisco, deseo haceros llegar, en mi nombre, en el del Gobierno y en el del pueblo español, el testimonio de nuestro más sentido pesar", comenzaba el escrito. Un día más tarde, los monarcas, acompañados por la reina Sofía, acudieron a la Nunciatura Apostólica en Madrid para firmar el libro de condolencias.

El príncipe Guillermo fue el representante de la casa real británica y acudió en solitario, sin la compañía de su esposa, Kate Middleton. Según marca un protocolo implantado por la reina Isabel, un monarca británico —que a la vez es jefe supremo de la iglesia anglicana— no asiste a funerales. En cualquier, Carlos III fue el último jefe de Estado en tener una audiencia con el papa Francisco antes de su muerte. Fue el pasado 9 de abril, durante su viaje de Estado a Italia con la reina Camila. En señal de respeto al Pontífice, las banderas ondearon a media asta en todos los palacios del Reino Unido. La presencia del príncipe de Gales recuerda a la de su padre en el entierro del papa Juan Pablo II en abril de 2005, que obligó a posponer un día su boda con Camila hace 20 años.

Después de completar esta Semana Santa el Camino de Santiago ocho años después de iniciarlo, los reyes Felipe y Matilde de Bélgica viajaron a Roma, acompañados del primer ministro belga Bart De Wever. Al tratarse de una monarquía católica, la reina de Bélgica es una de las ocho mujeres que tiene el privilegio del blanco ante el papa —una gracia concedida por el Vaticano a las reinas católicas y a las consortes de los monarcas católicos—. Aunque, obviamente, en los funerales se impone el luto por protocolo.

Los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia, junto al primer ministro sueco, Ulf Kristersson, representaron al país nórdico, de mayoría protestante. Días antes de esta cita, la reina Silvia preocupó a los medios después de acudir al funeral del príncipe Andrés —jefe de la casa Sajonia-Coburgo-Gotha— apoyada en una muleta y sujeta todo el rato del brazo de su marido. Y así ha llegado también hoy a la ceremonia en la plaza de San Pedro. "En el poder de su carisma natural, su profunda humildad y su interminable defensa del valor humano, el papa fue un líder significativo", escribieron los soberanos en el mensaje enviado tras el fallecimiento, a la vez que recordaron sus encuentros en los últimos años.

En una semana complicada para la familia real noruega tras el ingreso de urgencia de la reina Sonia, fueron los príncipes herederos Haakon y Mette-Marit los que viajaron hasta Roma para asistir al funeral del papa. Una decisión motivada por los problemas de salud del rey Harald, que en el último año ha reducido al máximo sus compromisos y rechaza asistir a cualquier cita que tenga lugar fuera de Noruega. La princesa Mette-Marit, que tampoco goza de una buena salud a causa de la fibrosis quística que padece y que en más de una ocasión le ha obligado a cancelar su agenda de forma repentina, sí ha acompañado a su marido como representante.

Sentados detrás del presidente italiano, Sergio Mattarella, y del argentino, Javier Milei, estaban los reyes Abdalá y Rania de Jordania. La soberana hachemita fue una de las últimas reinas que tuvo una audiencia con el papa Francisco: viajó en solitario a Roma el pasado febrero para asistir a la Cumbre de Líderes Mundiales, y en concreto para hablar sobre los derechos de la infancia.

Alberto de Mónaco y su esposa Charlene no faltaron al entierro en El Vaticano. Ya asistieron el pasado martes a una misa en honor al difunto papa Francisco celebrada en la catedral de Mónaco. El pequeño Principado ha vivido tres días de luto (hasta este sábado), según lo decretado por Alberto de Mónaco, quien se refirió al Pontífice como un “gran servidor de la humanidad” el día que se anunció el fallecimiento. El príncipe Alberto y Charlene de Mónaco, que se convirtió al catolicismo antes de su boda —y por eso puede vestir de blanco en las audiencias papales— asistieron a la misa inaugural del papa en El Vaticano en 2013 y se reunieron con él en dos ocasiones, en 2016 y en 2022.

Los grandes duques Enrique y María Teresa de Luxemburgo estuvieron presentes en el funeral celebrado en la plaza San Pedro. Este será, probablemente, uno de los últimos grandes actos de Enrique como jefe del Estado, pues el próximo 3 de octubre cederá el testigo a su hijo, Guillermo de Luxemburgo.

El presidente Donald Trump y su mujer, Melania Trump, también estuvieron presentes en el funeral del Pontífice. El viaje a Roma ha coincidido, además, con el cumpleaños de la primera dama de EE UU, que este sábado 26 de abril cumple 55. "Que Dios lo bendiga a él y a todos los que le quisieron", afirmó el mandatario tras conocerse la noticia del deceso de Francisco. Aunque durante la primera presidencia de Trump mantuvieron algunos desencuentros por temas de inmigración y deportaciones, el líder republicano le calificó en 2017 como "una gran persona". El funeral del papa ha sido la reunión más destacada de líderes mundiales desde la toma de posesión de Trump el pasado mes de enero, y también el primer viaje al extranjero de Trump desde que asumió el cargo.

El presidente Donald Trump y la primera dama de EE UU, Melania Trump, se sentaron en primera fila, como los reyes Felipe VI y doña Letizia. La ubicación protocolaria —que ordena las delegaciones alfabéticamente en francés— ha situado a los Reyes prácticamente al lado de Trump y su mujer, solamente separados por el presidente de Estonia, Alar Karis.

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Después de John F. Kennedy, Joe Biden fue el segundo presidente católico de la historia de Estados Unidos. Antes de dejar su cargo, el pasado mes de enero Biden condecoró al papa Francisco con la Medalla Presidencial de la Libertad con distinción, el más alto galardón civil otorgado por el presidente del país. “El papa del pueblo”, dijo entonces. Esa segunda semana de enero tenía previsto encontrarse con él durante un viaje a Italia que finalmente fue cancelado por los devastadores incendios de Los Ángeles. Al funeral de este sábado el expresidente de EE UU asistió en compañía de su esposa, Jill Biden.

Durante su etapa como polemista ultraliberal que arrancaba su carrera política, Javier Milei convirtió a Francisco en objeto preferente de sus invectivas. En 2017, en su cuenta de X, entonces Twitter, le tildó de “zurdo asqueroso” por defender la “justicia social”. “Sería bueno que arranques repartiendo a los pobres las riquezas del Vaticano. Pedazo de pelotudo”, le dijo. Al año siguiente, lo llamó “zurdo hijo de puta” y afirmó que era “el representante del maligno” en la Iglesia. Investido como presidente de Argentina en 2023, Francisco no se quedó callado ante sus políticas. Aun así, ambos se reunieron en Ciudad del Vaticano en febrero de 2024. El mandatario argentino acudió al funeral acompañado de su hermana, Karina Milei.

Aunque los desplazamientos de Volodimir Zelenski no suelen anunciarse con antelación por razones de seguridad, en esta ocasión estaba confirmada desde hace días la presencia del presidente ucranio en el funeral del papa. Este fin de semana Zelenski tenía previsto realizar un viaje a España que suspendió para acudir a Roma, donde viajó con su esposa, Olena Zelenska. El día del fallecimiento de Francisco, Zelenski subrayó su papel como símbolo de esperanza y unidad, y recordó especialmente sus oraciones por la paz en Ucrania.

Brasil, el país católico más grande del mundo, guardando siete días de luto por Francisco. Su presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, le recordó por su sonrisa y su fe en un futuro mejor en una publicación en su cuenta de X.

Antes del funeral de este sábado, Emmanuel y Brigitte Macron visitaron la capilla ardiente en la basílica de San Pedro el viernes por la tarde. Durante su estancia en Roma, el presidente francés no va a participar en ninguna cumbre paralela. “En este período de duelo y recogimiento para todos los fieles y para el mundo entero, el presidente de la República no mantendrá ningún encuentro diplomático al margen de los funerales de Su Santidad el papa Francisco”, aseguró ayer el equipo del jefe de Estado francés.

En primera fila, de izquierda a derecha, Brigitte y Emmanuel Macron; el presidente de Finlandia, Alexander Stubb; Donald y Melania Trump; el presidente de Estonia, Alar Karis; los reyes Felipe VI y Letizia; el presidente de Ecuador, Daniel Noboa; Khaled bin Mohamed bin Zayed Al Nahyan, el príncipe heredero de Abu Dabbi; el presidente de Emiratos Árabes Unidos; y la reina Mary de Dinamarca. El rey Federico de Dinamarca no ha podido asistir al encontrarse de regreso de Japón, donde viajó el pasado miércoles con el objetivo de promover la promoción económica danesa.

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