El portavoz del nuevo Gobierno de transición sirio, Obaida Arnaout, afirmó este domingo que solo las fuerzas de seguridad podrán ir armadas y no los civiles, una medida que se aplicará dependiendo de la "rapidez" para poder afianzar el control del país tras la caída de Bachar al Asad hace una semana
"En el Estado del futuro, no hay lugar para llevar las armas fuera del Ministerio de Defensa o las instituciones de Seguridad y policiales", dijo en una entrevista a la cadena saudí Al Hadath.
Indicó que "las demás facciones", en relación a las milicias locales opositoras al Gobierno de Al Asad, "deberán integrarse al Ministerio de Defensa".
"Esta es una de las garantías para que no haya ningún caso de venganza", afirmó Arnaout sobre una de las grandes preocupaciones de esta nueva Siria por los efectivos del antiguo régimen de Al Asad o sus aliados que siguen en el país.
A la pregunta de cuándo se aplicará esta medida, Arnaout respondió que todo "dependerá de la rapidez del despliegue de la administración del mando militar en los rincones de Siria y el esfuerzo de las comunidades en controlar el asunto".
Asimismo, señaló que la revolución siria se realizó con "un objetivo claro: derrocar el régimen de Al Asad criminal y devolver a los 'evacuados' a sus ciudades y pueblos".
Una coalición insurgente liderada por el Organismo de Liberación del Levante (heredera de la exfilial siria de Al Qaeda) derrocó el pasado domingo tras doce días de ofensiva el Gobierno de Al Asad, después de 24 años en el poder.
Pocos días después se fijó un gobierno de transición liderado hasta el próximo marzo por Mohamed al Bashir.
