A Eduardo Navas se le ha visto como un padre que perdió a su hijo en una pelea de pandillas en la mítica La Ley y el Orden: UVE; en los pasillos del hospital en New Amsterdam, como Rafael, el conserje que ayuda a resolver más que problemas de mantenimiento, en dos episodios; y recientemente como un migrante que enfrenta un dilema: declarar como testigo y arriesgarse a ser deportado en FBI: los más buscados.
Son las intervenciones que el actor carabobeño ha tenido en la televisión estadounidense en los últimos años, con papeles que le ayudan a conectar con sus raíces.
Navas recuerda con emoción cuando lo llamaron para volver a New Amsterdam. “Fue una maravilla porque hice un episodio y me volvieron a llamar. No esperaba que me llamaran para el segundo, que era muy fuerte, con una protesta dentro del hospital, y mi personaje tuvo una participación importante. Uno piensa que si hiciste uno, ya, no te llaman más, a menos que sea en el recuerdo de alguien”.
Un carabobeño en Nueva York
Nacido y criado en Las Agüitas, Los Guayos, Navas vive en Nueva York desde hace más de dos décadas. Desde allí lucha por hacerse un lugar en el show business anglosajón, uno de los más competitivos y exigentes del mundo y que atraviesa una crisis particular, con la llegada de actores de Hollywood, una industria en decaimiento. Una de sus anécdotas más queridas fue trabajar con Mimi Lazo en Nueva York. “Era en El aplauso va por dentro, que es un monólogo, y Mimi me dio líneas, lo que me pareció muy noble de su parte”. Fueron casi 30 funciones en la ciudad que nunca duerme.
A raíz de su aparición en el episodio 21 de la temporada 6 de FBI: los más buscados, Navas conversó con El Carabobeño sobre su carrera, experiencias y un proyecto que lo vincula directamente con Valencia.
一Háblanos de tu participación en la serie "FBI: Most Wanted", que se transmite en CBS. ¿Cómo fue esa experiencia?
一La experiencia fue maravillosa. Siempre como actor quieres estar en una serie popular o en un show que sea muy visto. La maravilla fue estar en un estudio acá en Brooklyn donde las escenografías, el equipo técnico, la gente de maquillaje, de vestuario, el equipo artístico, directores, asistentes de dirección, todos están en pro de la producción. Todo el mundo cuida a todo el mundo, trabajan sin ningún tipo de ego ni inseguridades, lo que me encanta. Estar en un episodio y pensar que lo que se produce allí se ve a nivel mundial, me parece maravilloso. Es como seguir soñando.
一Mencionas el ambiente de trabajo, pero ¿cómo es el proceso para llegar a esos roles? Imagino que la competencia es muy grande.
一Sí, es complicadísimo. Es difícil siempre y cuando tú no te sientas preparado, no solo actoralmente, sino mentalmente, para seguir insistiendo cuando te dicen que no. Yo digo que le he ganado por cansancio. Para llamar la atención de directores de casting, agentes y managers, tienes que estar bien preparado. Es muy complicado conseguir un agente o manager al principio. Una vez que audicionas, todavía falta un tramo bien largo para quedar en el personaje. Tu audición puede gustarle al director de casting, luego al director, pero si el productor no la aprueba, no estás en el juego. Tienes que pasar por la aprobación de todo el mundo. Después puede que te llamen a una segunda prueba, lo que llaman callback. Vas y puede que les guste o no, y hasta ahí llegó el cuento. Antes de eso, tuviste que haber audicionado con 30, 40, 200, 1.000, 2.000 actores más por el mismo personaje. Ahora, con actores de Los Ángeles viniendo a Nueva York, la competencia es aún mayor. Incluso después de ser seleccionado, puede que el día de la grabación el director decida que no das el personaje, o que en la edición corten tu escena. Es muy complicado. Hasta que no ves tu nombre en el crédito cuando sale el capítulo, no puedes estar seguro. Tienes que tener mucha paciencia.
一Veo que es un proceso muy exigente. ¿Cómo ves tu futuro como actor en esta industria?
一Mira, la gente siempre necesita que le cuenten historias. Y esas historias necesitan actores para representarlas. Por eso creo que, como actor, siempre que estés en el juego, presente y preparado, en el momento que te toque el llamado a la audición o a una producción, tienes que estar listo. Porque si no estás listo, pierdes la oportunidad del siglo.
一¿Cómo haces para estar siempre listo?
一Siempre estoy tomando clases, leyendo, escribiendo, preparando mis propios proyectos. Ahora mismo estoy en preproducción de una película que quiero hacer en Valencia. Como actor, siempre estás buscando crear, porque somos seres creativos, artísticos, y necesitamos expresarnos. La base está en mantenerse siempre preparado, como un deportista o un músico en constante ejercicio.
Navas y su proyecto futuro en Valencia
Eduardo Navas creció en Las Agüitas, cuando Los Guayos aún pertenecía al municipio Valencia. Participó en teatro desde sus primeros años en la escuela Eduardo Viso, siguió en la iglesia San Pancracio y luego en el liceo Andrés Bello, donde cofundó el grupo de teatro de la institución.
“Me pasa una cosa muy graciosa, por como tratan a los valencianos en el resto de Venezuela. ‘Ah, ¿de Valencia?’ pero al decir de Los Guayos cambia la exclamación ‘Ah, de Los Guayos’. Me da mucha risa. Me crié en Las Agüitas, que siempre fue nombrada zona roja. Y he estado acostumbrado a decir: ‘No todas Las Agüitas es mala’, como me pasa ahora con los venezolanos, ‘no todos somos malos’. Hay gente muy buena en Las Agüitas”.
Nunca incursionó en la televisión venezolana, pero su trayectoria por el teatro es amplia, iniciando profesionalmente con el grupo Arlequín, en la década de 1990. Estudió en el Instituto de Música de Valencia y en el Taller del Método, también en la capital carabobeña. Al hablar con Eduardo Navas se siente esa cercanía que mantiene con Carabobo. Sus gestos y expresiones son las de un hombre que sigue en su terruño, que no lo olvidó. Y lo demuestra con un proyecto en mente, que quiere desarrollar en Valencia.
一Antes tocaste el tema de tu proyecto en Valencia. ¿Qué nos puedes adelantar de eso?
一Estoy enamorado de Valencia. No me separo de ella. Muchos dicen que hay que romper el cordón umbilical para avanzar, pero yo no puedo separarme. Mis amigos, los teatreros valencianos, siguen allá y me conecto con ellos cuando voy. Siempre he apostado por el talento venezolano, especialmente el valenciano. Siento que hay mucho talento que no se ha dado a conocer. Cuando empecé a hacer teatro en Nueva York, pensaba: 'En Valencia hacemos esto mejor, simplemente que no están en Nueva York'.
一Siempre he querido trabajar con mucha gente con la que me formé. Recientemente llevé una obra a Valencia, reconecté con la gente y dije: ‘Quiero hacer una película en Valencia’. Podría hacerla en Caracas, pero quiero hacerla en Valencia porque soy valenciano.
一¿De qué se trata?
一Es una comedia que trata de la resiliencia, de cómo sacarle provecho a las cosas negativas que te pasan. Creo que el problema de Venezuela no es solo una persona o ente; si sacas eso y seguimos pensando igual, el problema no se va. Es tarea de todos. Quiero contar todo esto a través de una comedia. No busco cambiar pensamientos, pero si logro una sonrisa, que la gente se ría de nuestra propia tragedia, ahí logramos el objetivo.
一¿Tienes alguna fecha prevista para este proyecto?
一Ahora mismo tengo que esperar que se alineen las cosas. Hay una situación con los viajes. Estoy esperando que las aguas se calmen. Mientras tanto, estoy en la preproducción, preparando todo para que cuando se dé la luz verde, irme y empezar la producción.
Navas espera su turno "siempre listo"
Los papeles conseguidos por Eduardo Navas en la televisión estadounidense son hombres latinos, pero es algo que toma como punto de inicio y homenaje a sus raíces.
“Todo lo que sea trabajo se respeta y se atesora, porque es bien ganado. Estoy en un proceso; el día de mañana, si me hago más popular o famoso, ya podré decir ‘quiero hacer esto, quiero interpretar esto’”,
一 Hablando de roles, ¿te preocupa encasillarte en papeles de latino?
一Por supuesto. Uno como actor siempre sueña representar algo que uno no es. Es más sabroso cuando puedes hacerlo y engañar al ojo del público, que digan ‘Ah, mira, es que él es latino, ¿no parece?’. Eso es maravilloso. Pero sí me quité ese complejo de decir ‘no voy a hacer personajes de latinos’. En este momento no me siento en la condición de rechazar trabajo, porque cada trabajo es una bendición. Cada personaje que puedo hacer, lo hago con dignidad y respeto, y sobre todo dándole otra cara a lo que pueda ser el estereotipo del latino en Estados Unidos, sobre todo en esta época.
一Ese tema de la migración y la situación de los venezolanos en Estados Unidos es muy sensible. ¿Cómo lo vives tú, que tienes tiempo allá, viendo a compatriotas en ese "limbo"?
一Mira, no hay nada más duro que no tener certeza de dónde estás parado. Cuando yo llegué, tenía todas mis cosas en una maleta, y es un descontrol no tener tu espacio, no conocer tu entorno. Tengo muchos amigos humildes de Los Guayos que vinieron a trabajar y están echándole muchas ganas. No es justo que por culpa de un grupito estén pasando las cosas que pasan ahora. Este país siempre ha sido de inmigrantes y necesita gente que venga a echarle ganas a trabajar, como en toda su historia. Lo que está pasando ahora es muy duro.
一¿Tu reciente participación en FBI: los más buscados va por ese tema, cierto?
一Sí, en ese episodio mi papel es de un inmigrante que tiene miedo a hablar porque lo pueden deportar. Hermano, yo estaba atacado, sentía que no estaba actuando, lo estaba sintiendo de verdad, pensando en mucha gente que conozco que ha vivido eso. Gente que se tuvo que ir porque no aguantó la incertidumbre, el miedo. Es triste, pero hay mucha gente que está acá y viene a echarle ganas. Los venezolanos somos chéveres, contrario a lo que se decía que éramos flojos. Usted se para en la mañana en un autobús y ve a ese poco de gente que sale a trabajar. Ve gente que sin papeles trabajaba como sea, haciendo empanadas, tequeños, vendiendo en la calle para ganar dinero honestamente. Eso toca.
