Morir — lleva muy poco tiempo —
Se dice que no duele —
Tan sólo es un desmayo — por etapas —
queda después — fuera de vista —Un Lazo más oscuro — por un Día —
Apenas un Crespón en el Sombrero —
y luego la preciosa luz del sol —
nos ayuda a olvidar —
al ausente — la mística — criatura —
que si no nos hubiera amado así —
se habría dado al sueño — esa infalible hora —
sin el menor cansancio —
Este es un hermoso poema de la norteamericana Emily Dickinson dedicado a la muerte, aunque no lleva ese nombre sino 255.
En él la poeta se refiere a la muerte como un proceso natural dentro de la existencia del ser humano. Sin embargo, se hace doloroso debido al apego emocional entre las personas.
Lo traemos a colación porque la iglesia católica celebra hoy el día de los Fieles Difuntos. Es una fecha para recordar a quienes ya no están entre nosotros, pero que los seguimos amando en ausencia porque dejaron una huella imborrable entre sus familiares y amigos.
“Ya no sé qué pedirle a Dios” sollozaba un joven médico, quien veía como su madre agonizaba por efectos de un cáncer de mama, que finalmente se la llevó, sin que él pudiera hacer algo para evitarlo.
Confesó que su dilema radicaba en que quería que su madre permaneciera viva, y por eso rezaba; pero no soportaba verla sufrir con los dolores que le causaba la enfermedad.
Este es el trance por el que han pasado muchas personas en este mundo, quienes hoy recordarán a sus seres queridos, tal vez con un rosario en su honor o mandándole a hacer una misa.
Toda muerte es dolorosa para el familiar, independientemente de cómo haya ocurrido, o del tipo de vida que tuvo el fallecido. Los delincuentes también tienen quienes los lloren.
Wikipedia recuerda que para la iglesia católica, se trata de una conmemoración, como una añoranza que la iglesia hace en favor de todos los que han muerto en este mundo (los fieles difuntos), pero aún no pueden gozar de la presencia de Dios, porque están purificando, en el purgatorio, los efectos que ocasionaron sus pecados.
Este día, los creyentes ofrecen sus oraciones (llamadas sufragios), sacrificios y la misa para que los fieles difuntos de la Iglesia purgante terminen con esta etapa y lleguen a la presencia de Dios.
Aunque la iglesia siempre ha orado por los difuntos, fue a partir del 2 de noviembre del año 998 cuando se creó un día especial para ellos. Esto fue instituido por el monje benedictino San Odilón de Cluny. Su idea fue adoptada por Roma en el siglo xvi y de ahí se difundió al mundo entero.
SIN RITUALES
En Venezuela el Día de los Fieles Difuntos se celebra con actos religiosos y visitando las tumbas de los deudos fallecidos.
Por lo general, mucha gente acostumbra acudir a los cementerios a llevarles flores a sus familiares muertos, orar y pasar un rato con ellos, aunque saben que no los ven.
En los hogares también realizan rosarios en familia para recordarlos en este día tan especial.
En nuestro país, no se le rinde tributo a la muerte como ocurre en otras naciones entre las que destacan México, donde este día se convierte en una gran celebración.
En todas las iglesias católicas de Venezuela, de seguro este día habrá varias misas en honor a los Fieles Difuntos.