Sin actualización y apegado a doctrinas que no son suficientes para la preparación de los alumnos ante los retos del mundo global, está el currículo educativo en Venezuela, por lo que requiere ser modificado a través de un gran acuerdo nacional.
Así lo expresó el director del Instituto Educacional Juan XXIII, José Manuel Bolívar, durante su participación en el Congreso de Vanguardia Educativa, realizado como parte de las actividades programadas por el 60 aniversario del colegio.
Para él, en el currículo educativo hay materias como ciudadanía y cátedra bolivariana que intentan imponer la educación con moral y civismo, pero basada en doctrinas anacrónicas e insuficientes. Es por ello que planteó como un tema pendiente e impostergable la formación en valores cívicos, con el foco en preparar a las nuevas generaciones para los desafíos del mundo globalizado.
“Hay un problema aún más profundo que el tema productivo y económico, y es la descomposición moral, que se ve desde las altas esferas hasta en la calle con la pérdida de valores y el comportamiento ético”. Resaltó que debe existir un balance entre el rol de la escuela, la familia y la sociedad en la formación de valores.
Propuestas para la formación en valores en el currículo
Bolívar enfatizó que la formación en valores es sistémica y toca los diversos ángulos de la educación formal en la escuela. No se trata de dar una clase de honestidad para que el alumno sea honesto toda la vida, como pasa con conocimientos matemáticos que no se olvidan.
Durante su ponencia frente a equipos directivos y docentes de otros colegios de Carabobo, enumeró cuatro propuestas para una formación en valores aterrizada en la práctica pedagógica. La primera es la creación de un perfil ciudadano para el sector educativo, que sea concreto y accionable y que sirva de nota brújula a la planificación de las asignaturas y experiencias en cada nivel de la escuela.
En segundo lugar, la comprensión y la agencia cómo base del aprendizaje para que los alumnos se apropien de sus conocimientos a través del análisis por sobre la memoria y el adoctrinamiento histórico, algo que debe corregir un nuevo currículo.
El tercer planteamiento es el diseño de ciclos de solidaridad en la escuela basados en proyectos que identifiquen y respondan a problemas sociales y, por último, la resolución de dilemas éticos como proyectos finales en los campos profesionales de las recién creadas menciones de bachillerato sustituyendo a las tradicionales tesis.
Por escuelas más inclusivas
El Congreso de Vanguardia Educativa contó con la participación de diferentes especialistas, quienes disertaron en prácticas y propuestas adaptables a todos los colegios que buscan estar a la altura de los tiempos actuales.
Alrededor del 10% al 15% de los alumnos de las escuelas privadas tienen necesidades especiales de aprendizaje, según la experiencia del director del Colegio Universitario de Psicopedagogía (CUP), Jorge Bolívar Manzano, por lo que en su labor como director del Juan XXIII se ha preocupado por la inclusión de este grupo de estudiantes.

Para ello, el apoyo del equipo de psicopedagogos ha sido fundamental para abordar cada caso. Pero en las escuelas oficiales no cuentan con ese recurso profesional para cumplir con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que busca garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad para todas las personas.
“Nosotros creamos nuestras propias políticas de inclusión y es parte de nuestra cruzada y orgullo. No nos formamos como docentes para niños con necesidades de aprendizaje especiales, por eso contamos con los psicopedagogos que son un gran apoyo para nosotros”.
La directora de la institución, Virginia Segovia de Bolívar, detalló que la barrera más importante para la inclusión y avanzar es la aceptación de las necesidades educativas especiales. “A veces nos toca un proceso de hasta tres o cuatro años porque la aceptación no es fácil, cuando él colegio y la familia se enlazan todo avanza de manera más fluida para el desarrollo óptimo del estudiante”.
Impacto de la digitalización en los jóvenes
Durante el Congreso de Vanguardia Educativa también se debatieron las consecuencias del mundo digital en los estudiantes. La psiquiatra Adele Mobilii expuso que el cerebro es un órgano dinámico y que, aunque a los seis años alcanza prácticamente su tamaño, los contenidos varían toda la vida por su neuroplasticidad.
Pero cuando alguien se expone en exceso a dispositivos digitales pueden ocurrir cambios importantes tanto en la parte física, por estar mucho tiempo sentado, como en la emocional y cognitiva, provocando impulsividad y disminución en capacidad de concentración.
“Además, quienes usan muchos videojuegos, por ejemplo, desarrollan su cerebro para la brevedad, por eso los niños ven todo muy largo, quieren que todo sea rápido”.
También se ve afectada la comprensión lectora, la escritura y la motricidad fina. “La tecnología llegó para quedarse con uso racional, pero sin abuso y dependencia”.
La autora del libro “Navegando en Aguas Digitales”, Yi Min Shum, detalló que, respecto a las redes sociales, Tiktok es el futuro porque 12 millones de venezolanos la usan, sobre todo los segmentos más jóvenes, quienes no tienen paciencia para consumir contenidos y se aburren muy rápido.

Se trata de la generación zeta o centennials, de 15 a 29 años, que son los que vuelven tendencia y viralizan las publicaciones. “Tenemos que prepararnos para estar generaciones que son nuevos sensorialistas al ser rápidos a nivel de consumo y requerir estimulaciones de forma constante”.
Sus datos indican que las personas en ese rango de edad en Venezuela invierten más de 31 horas al mes en Tiktok, más de 27 en YouTube y más de 16 en Instagram.
Las dificultades adaptativas en el currículo y los planes de aula
El psicólogo Jason Ochoa, se adentró en la neuropsicología infantil para el desarrollo de planes en el aula inclusiva, destacando su importancia para atender dificultades adaptativas, fallas del desarrollo intelectual, en las acciones ejecutivas y en la memoria.
Por su parte, la psicopedagoga, Silvina Emiliozzi, dio detalles sobre el impacto del uso de pantallas en la lectoescritura y destacó que el excesivo uso de pantallas puede afectar la salud emocional de los niños causándoles ansiedad.
También provoca dificultades en relaciones interpersonales con alteraciones en la sociabilidad y hasta diagnóstico errado de autismo porque son niños que disminuyen el contacto con el mundo exterior, porque prefieren quedarse en casa jugando en línea o conectados a internet.
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“Uno de cada tres niños tienen un dispositivo tecnológico antes de caminar, por eso mi consejo es que, de usarlo, nunca sea al comer, ni dos horas antes de dormir, tampoco en un evento social, ni cuando realizan otra actividad extracurricular y, lo más grave, nunca para calmar una emoción”.
La mentora Rebeca Rodríguez cerró el evento con su ponencia sobre liderazgo para el bienestar dirigida a los docentes y directivos de diferentes instituciones educativas privadas presentes en el congreso, quienes recordaron el propósito que los llevó a conectarse con la labor de estar en entornos educativos.
Misa aniversaria
Como parte de las actividades para celebrar el 60 aniversario del colegio Juan XXIII, se celebró una misa oficiada por el arzobispo de Valencia, monseñor Jesús González de Zárate, egresado de la institución, y concelebrada por el padre Alfredo Fermín, párroco de la iglesia La Asunción y Santa Rita.

Durante su homilía, monseñor pidió la intersección de San Juan XXIII para que el colegio sea ente de transformación de la sociedad. “Para que nos renovemos y dejamos a un lado la injusticia, la división y la mentira”.
Dijo que el mayor sentimiento por el aniversario es el agradecimiento y que la escuela le recuerda a un gran rebaño guiado por Dios, el gran pastor.
Con información de nota de prensa