La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) afirmó este martes que la reelección del presidente Nicolás Maduro en Venezuela no goza de legitimidad democrática.
La observación forma parte del informe “Venezuela: graves violaciones a los derechos humanos en el contexto electoral”, divulgado por la instancia de la Organización de Estados Americanos (OEA).
La CIDH analiza en el informe la estrategia represiva del gobierno de Maduro, quien prevé juramentarse el 10 de enero para un nuevo mandato, para impedir la participación política de la oposición, obstaculizar el desarrollo de una contienda electoral libre, justa, competitiva y transparente, y sembrar terror en la ciudadanía.
Todas las acciones mencionadas fueron empleadas con el propósito de perpetuarse en el poder, según la Comisión.
Violaciones de derechos humanos
El informe destaca las violaciones a los derechos humanos y prácticas de terrorismo de Estado en Venezuela que “son consecuencia de la cooptación de las instituciones estatales por parte del Poder Ejecutivo; de la corrupción y el control de los poderes públicos que han permitido que el gobierno actúe con total impunidad”.
Concluye que las circunstancias que rodearon la elección presidencial del 28 de julio configuran una alteración del orden constitucional.
Además, “la opacidad electoral, y en general, las restricciones a los derechos políticos registradas impiden a esta Comisión considerar que la reelección de Nicolás Maduro goza de legitimidad democrática”.
Según la CIDH, que hizo su análisis en tres etapas, durante el período preelectoral, el Estado obstaculizó la participación política de la oposición, mediante el control de instituciones como el Ministerio Público, la Contraloría General de la República y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
También -constató- detuvo arbitrariamente a personas opositoras, defensoras de derechos humanos y líderes sociales, y amedrentó e inhabilitó a dirigentes de la oposición.
En una segunda fase, durante las elecciones del 28 de julio, la CIDH denunció la falta de publicación por parte del Consejo Nacional Electoral de actas de votación que respaldaran el anunciado triunfo de Maduro.
“Esto dio lugar a graves denuncias de fraude electoral y a un inconformismo generalizado en la población”.
Mencionó la autenticidad de las actas recolectadas y publicadas en un sitio web por la oposición, que incluyen sellos, firmas y códigos de seguridad, y que supuestamente revelan que Edmundo González Urrutia ganó la elección presidencial.
Represión, muertes y detenciones
Después de los comicios, inició la tercera fase de la represión, con aumento de la violencia, en respuesta a las protestas de rechazo al considerado fraude electoral, indicó.
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Denunció que unas 300 manifestaciones fueron reprimidas y hubo al menos 25 muertes, así como más de 2 mil detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, torturas y otras graves violaciones a los derechos humanos.
“Las fuerzas de seguridad también llevaron a cabo allanamientos sin orden judicial y detenciones masivas, además de recurrir a actos de violencia sistemática contra personas manifestantes”, añadió la instancia.
Cesar persecución y liberar a detenidos de manera arbitraria
La CIDH llamó al gobierno en Venezuela a cesar inmediatamente la persecución política, la represión y las detenciones arbitrarias, así como a liberar urgentemente a todas las personas detenidas arbitrariamente.
Asimismo, instó a restablecer el orden constitucional, a reconstruir la separación e independencia de los poderes públicos, a publicar todas las actas de votación y a permitir una auditoría electoral independiente con observación internacional.
La CIDH llamó a la comunidad internacional a reconocer la grave crisis de derechos humanos, mantenerse vigilante frente a nuevas escaladas represivas y activar todos los canales diplomáticos e institucionales para el regreso de la democracia a Venezuela.