Daniel Delgado es un venezolano con parole humanitario en Estados Unidos. Tiene 28 años de edad y todavía ni siquiera tiene 12 meses en el país norteamericano. Daniel llegó a Nueva York el 1 de junio de 2024 para cumplir su sueño en la Gran Manzana: trabajar en la industria del cine. Sin embargo, la llegada del gobierno de Donald Trump y sus medidas contra los migrantes venezolanos abruman a Daniel, que ahora siente temor de ser deportado.
Se estima que unos 117.000 venezolanos se beneficiaron del parole humanitario desde 2022 hasta 2024. Aunque el gobierno de Joe Biden fue el que eliminó el trámite, quienes llegaron en 2024 tendrían su documento vigente hasta 2026. La decisión de Trump fue acortar todo esto y poner fin a este beneficio el 24 de abril de este año.
Esta decisión no solo afecta a los venezolanos. También a decenas de miles de cubanos, haitianos y nicaragüenses, todos llegaron cumpliendo las leyes de Estados Unidos. Sin embargo, ahora estarán sujetos a ser deportados.
“Ir a trabajar sabiendo que los que están en el poder no te quieren en el país. Que de un momento a otro te pueden arrestar y deportar cuando uno está comenzando a construir una nueva vida o intentando crecer profesionalmente. Es abrumador todo lo que está sucediendo”, dijo Daniel Delgado a Efecto Cocuyo.
Cinco minutos más de “sueño americano”, la vida de un venezolano con parole humanitario
Daniel Delgado asegura que desde pequeño siempre quiso trabajar en la industria del cine. Le fascinaban las cámaras, pero también la capacidad de contar historias y construir nuevos mundos. Sin embargo, sabía que para hacer realidad su sueño tenía que salir de Venezuela.
A su llegada a Estados Unidos, Daniel fue recibido por su mejor amigo de la infancia. Nueva York le abria las puertas a un nuevo venezolano que buscaba construir su futuro y cumplir sus anhelos. Sin embargo, este sueño podría ser interrumpido abruptamente gracias a las medidas de Donald Trump.
“Mi expectativa era tener la oportunidad de trabajar legalmente. Poco a poco crecer profesionalmente, ayudar a mi familia en Venezuela (…) es un golpe duro perder el permiso de trabajo cuando eso es lo primero que buscamos al llegar a otro país”, afirmó Daniel Delgado en conversación con Efecto Cocuyo.
A pesar de esta situación, el venezolano dice no haber sentido rechazo por parte de las personas que ha conocido en Nueva York. Al contrario, se ha sentido recibido y con apoyo para buscar una mejor vida.

“En mi trabajo me toca conocer gente nueva todos los días y cuando escuchan que soy de Venezuela enseguida me dan palabras de apoyo. Compañeros me llaman y me escriben cada vez que leen una nueva noticia sobre migrantes venezolanos”, contó Daniel Delgado.
A Daniel todo se le puede derrumbar si Donald Trump, efectivamente, lleva a cabo su plan de poner fin al parole humanitario. Pero no está de brazos cruzados y busca otras maneras legales para mantenerse en el país y seguirle la pista a su sueño americano.
El miedo a ser deportado a El Salvador
La posibilidad de ser enviado a una prisión de máxima seguridad, sin duda, le preocupa a Daniel. Lo ocurrido el pasado 15 de marzo, cuando el gobierno de Trump trasladó de forma ilegal a 238 migrantes venezolanos a El Salvador, sentó un precedente de alto riesgo para los venezolanos en Estados Unidos.
“Yo tengo bastantes tatuajes y es aterradora la idea de que puedan usar eso como excusa para catalogarme como criminal. Ya era difícil ser visto como un malandro en Venezuela, y ahora aquí nos quieren vender como terroristas”, alertó Daniel Delgado.
A pesar de esto, afirma que en ningún momento ha ocultado su nacionalidad venezolana cuando se le pregunta de dónde es. De hecho, a veces lo inunda la nostalgia. “Extraño la naturaleza. El jardin de mi casa y el Ávila aunque suene cliché. No apreciamos suficiente los espacios verdes que tenemos y la paz que le brinda a la ciudad”, recordó Daniel.
Aunque el panorama no luce para nada alentador, Daniel trata de buscar el lado positivo a la situación y se proyecta como una persona exitosa, cumpliendo sus sueños, a pesar de que no sea en EEUU. “Me gustaría decir que me veo en Estados Unidos haciendo cine. Pero todo ha estado cambiando tan rápido y el ataque a los migrantes latinos ha sido tan grande que no logro imaginarme en este país”, sentenció Daniel.