Los migrantes venezolanos con Estatus de Protección Temporal (TPS, en inglés) de 2023 en Estados Unidos se mantienen a la expectativa sobre la decisión que se conocerá en los próximos días. En teoría, antes del 2 de abril se debería saber si el juez de la corte del norte de California falla en contra de la revocación del TPS o si la suspende de forma temporal.
Ese día también vencen los permisos de trabajo de la mayoría de los venezolanos que tienen el TPS de 2023.
En esta expectativa están unas 300.000 personas, quienes tienen este documento en Estados Unidos. Pero también hay otros miles que ya saben que el parole humanitario estará vigente hasta el próximo 24 de abril. Ser migrante venezolano en EEUU en este momento es un reto mental, especialmente para quienes no son residentes o ciudadanos.
Entre esos cientos de miles de venezolanos con TPS está Darío González. Un migrante criollo en EEUU, de 26 años de edad.
En Efecto Cocuyo nos proponemos contar cómo es la vida de un migrante venezolano con TPS, especialmente de aquel migrante que sabe que en cuestión de días su estatus en el país norteamericano puede cambiar y estar sujeto a ser deportado. La historia es contada en primera persona por Darío González, un joven nacido en Maracay, estado Aragua. Darío tiene 26 años, vive en una ciudad del estado de Texas y es conductor de vehículos.
Darío salió de Venezuela en 2017, luego de escaparse de las manos de varios funcionarios policiales que intentaron detenerlo en uno de los tantos días de protestas entre los meses de abril y agosto. Se fue rumbo al norte del continente para vivir en libertad y empezar de cero en un entorno completamente diferente.
Ahora, comparte como una suerte de diario, su día a día con Efecto Cocuyo para conocer qué piensa y qué siente un migrante venezolano con TPS en Estados Unidos.
Día 3 con migrante venezolano con TPS en Estados Unidos: alejarse de las redes sociales
Jueves, 27 de marzo. Hoy trabajé unas 10 horas más o menos y en promedio hice como unas 80 millas (128 kilómetros) más o menos. Ahora conduzco un carro eléctrico y, mientras lo recargo, aprovecho para comer en esos 30 o 40 minutos. Antes comía mientras manejaba y sentía que no disfrutaba la comida. De hecho, me caía mal. Aprendí, con el tiempo, que la alimentación es importante realmente y que hay que tomarse su tiempito. A pesar de que tengas 1.000 entregas o estés con clientes, o lo que sea. Hay que tomar como prioridad la alimentación en el tiempo de trabajo.
Después de mi jornada de trabajo, fui a correr y a hacer ejercicio. Eso es lo que venía haciendo en todo este tiempo y me ayuda bastante, ya que uno en este trabajo es muy sedentario porque te la pasas sentado 8, 10, 12 horas en el carro. Creo que el ejercicio ayuda bastante a que tu cuerpo tenga movilidad y también me ayuda mentalmente.
En realidad, no revisé nada sobre el tema de migración. Estuve en redes sociales viendo memes y cosas así para distraer la mente. Hoy en día creo que sigue intacta mi idea sobre Venezuela. Cuando me llegue el permiso de trabajo, la renovación, mi vida va a agarrar un rumbo diferente. Seré más maduro, más preciso, más organizado, más disciplinado porque es lo que he querido trabajar para mejorar mi estadía en este tiempo. Cuando llegué era muy joven y no tomaba prioridad en las cosas que tenía que tomar prioridad. Ahora mi fe es grande y sé que pronto tendré mi permiso de trabajo y mi licencia renovada.
No le tengo miedo a eso de la deportación. Siento que mientras haga las cosas bien en país, estaré bien. Y si me toca la hora de algo así como una deportación, creo que en ese momento tendré que estar preparado.
Extraño mi país, lo quiero, pero no siento las ganas de estar allá. Sí me gustaría ver a mis seres queridos. Entonces, ya que he reflexionado mucho sobre esto, todavía no me veo volviendo a Venezuela.
Por ahora es mejor resolver, estar bien y tranquilo. No sobrepensar. Porque sí, las cosas se están poniendo un poco fuertes para el migrante acá.
En este momento también me preocupa que la semana que viene se vence mi licencia. Y ahí sí voy a estar un poco asustado. Porque si me para la policía, no voy a tener todos los papeles en regla.
Pero esperemos que de aquí a allá ya me haya llegado. Y si no pasa, entonces no manejo más o lo hago con precaución. Si me para un policía, creo que no tendría miedo, le explicaría mi situación como anteriormente me ha pasado y puede que todo salga bien.
Volví a pensar en mi infancia. Pero fue muy breve. De resto, estuve muy tranquilo haciendo mi trabajo, haciendo mi día a día que es trabajar, entrenar y estudiar un poquito de las cosas que me gustan. Siempre escucho música, música que me alegre. Puede ser reguetón, música en inglés, hip-hop. Me da mucha paz en mi día a día.
¿Qué dijo la secretaria de Seguridad Nacional sobre los migrantes venezolanos?
Durante una polémica visita a El Salvador, la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, desfiló por las celdas donde están recluidas cientos de personas. Entre ellas, 238 migrantes venezolanos que fueron deportados de forma irregular.
“Si vienen a nuestro país ilegalmente, sepan que esta es una de las consecuencias que podrían enfrentar”, dijo Noem a los medios de comunicación presentes.
La funcionaria norteamericana posó frente a las cámaras, mientras a su espalda cientos de hombres con cabezas rapadas, muchos sin camisa, se ponían de pie para completar una escena que ha sido sumamente criticada. Hasta la fecha, los gobiernos de EEUU y El Salvador no han hecho pública una lista oficial sobre las personas detenidas en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) y tampoco explican las razones por las cuáles los venezolanos se mantienen en esta prisión.