La situación de las tropas ucranianas se deteriora cerca de Velika Novosilka y Kurájove, al tiempo que Rusia acelera su avance en el oeste de Donetsk y amenaza con penetrar desde allí en las regiones vecinas de Dnipropetrovsk y Zaporiyia.
A pesar de estos progresos, expertos ucranianos consultados por EFE consideran altamente improbable que Rusia cumpla con su objetivo de tomar toda la región de Donetsk, y subrayan que los progresos que está logrando llegan a un precio muy alto de bajas y pérdidas de material.
El Gobierno ucraniano ha destinado una nueva partida de presupuesto de 203 millones de grivnas (4,63 millones de euros) procedente de sus fondos de reserva para la construcción de fortificaciones defensivas en la región sureña de Zaporiyia, ante el avance continuado de Rusia en zonas de Donetsk limítrofes con esta provincia.
“Más de un año de relativa calma no fue suficiente para preparar la defensa de Velika Novosilka. Debido a este fallo, las líneas existentes en la región de Zaporiyia están en riesgo de ser traspasadas”, escribe el oficial del batallón Aidar y bloguero militar Stanislav Buniátov.
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Los avances rusos desde Donetsk hacia la región de Dnipropetrovsk también son cada vez más palpables, y las tropas rusas se encuentran en distintos puntos a 7, 14 y 16 kilómetros de esta provincia del centro de Ucrania, advierten varios blogueros militares.
Tropas ucranianas siguen replegándose
Haber permitido a los rusos alcanzar y comenzar a atacar Velika Novosilka -un nudo clave en la intersección de las tres regiones mencionadas- es, según el analista militar Oleksandr Kovalenko, el principal fracaso del Ejército ucraniano en lo que llevamos de 2024.
“La situación en otras partes del frente evoluciona de manera negativa, pero era previsible; nuestra defensa cerca de Velika Novosilka ha sido un desastre total”, escribe Kovalenko en un artículo para la web del proyecto Information Resistance Group.
Kurájove amenazada
La situación continúa empeorando cerca de Kurjáove, en Donetsk, donde las tropas rusas utilizan su táctica habitual de intentar rodear este bastión ucraniano, escribe el coronel Kostiantín Mashovets, analista del mismo proyecto de análisis de la guerra.
Los rusos están atacando la ciudad directamente desde el este y buscan sobrepasarla tanto desde el sur como desde el norte.
Según Mashovets, Ucrania yerra al centrarse en defender sus bastiones clave. Esta política, argumenta, lleva a menudo a retiradas de última hora con muchas pérdidas cuando no se protegen bien los flancos.
Ucrania ha sido capaz de ralentizar los avances rusos cerca de Uspenivka, en el sur de Kurájove, y en Sontsivka, en el norte, pero carece de fuerzas necesarias para contrarrestar con suficiente fuerza los planes del enemigo.
Rusia explota los graves déficits ucranianos en infantería obligando a las defensas ucranianas a dilatarse, buscando constantemente sus puntos débiles y utilizando la superioridad numérica de las tropas del Kremlin para sacar partido de la presión, explica Mashovets.
Para el coronel en la reserva del Ejército ucraniano Serguí Grabski, las tropas ucranianas deberían replegarse cuanto antes entre 13 y 18 kilómetros de las posiciones demasiado extendidas y en última indefendibles que ocupan cerca de Kurájove.
“La línea recta de defensa Pokrovsk-Kostiantinópil-Velika Novosilka sí podría ser defendida”, dice a EFE Grabski.
Maximizar las pérdidas rusas
Por otra parte, mantener la defensa de Kurájove cumple para Ucrania otros objetivos clave, según el analista militar Oleksandr Kovalenko. Mientras no consiga capturar Kurájove, Rusia no podrá centrar todas sus capacidades contra la ciudad de Pokrovsk, donde las tropas ucranianas han conseguido ralentizar los progresos enemigos.
Ucrania también hace todo lo posible para maximizar las bajas rusas, que actualmente se sitúan, según el Estado Mayor de Kiev, entre las 1.500 y las 1.700 al día. Esta situación ya ha obligado a Rusia a echar mano de sus reservas estratégicas de personal para poder mantener la presión en el frente.
En declaraciones a EFE, Kovalenvko subraya que Rusia es totalmente indiferente a este número elevado de bajas propias. Kovalenko señala que el Ejército ruso no podrá tomar toda la región de Donetsk ni este invierno ni durante 2025, ya que, según afirma, no cuenta con los medios suficientes para ello.
Según el analista, al seguir defendiendo estos territorios, Ucrania inflinge un número cada vez mayor de bajas a los rusos y gana tiempo para poder seguir desarrollando tecnología militar propia y recibir de sus socios más armamento para reforzarse ante la agresión rusa.
Superioridad aérea rusa
Según Oleksí Melnik, del Centro Razumkov de Kiev, Ucrania también necesita reducir la superioridad aérea rusa para mejorar la situación en el campo de batalla. Kiev necesita más misiles occidentales para golpear las bases enemigas al otro lado de la frontera y socavar las operaciones de la aviación rusa para reducir los lanzamientos de bombas aéreas guiadas.
“No importa las fortificaciones que construyamos; no es posible que resistan a estas bombas”, subraya el experto en declaraciones a EFE.