Semana Santa, tiempo ideal para intensificar la relación con Dios

Los días previos a la Semana Santa se conocen como tiempo de cuaresma, lo que inicia con el Miércoles de Ceniza y se prolonga hasta el Viernes del Concilio

Nazareno de San Pablo Semana Santa
Nazareno de San Pablo (Foto: Cortesía)

La  Semana Mayor es época de oraión y de recogimiento espiritual, ya que la Iglesia Católica recuerda de manera especial la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo”, lo que también se conoce como el Triduo Pascual (Jueves, Viernes y Sábado de Gloria), tiempo en que el hijo de Dios, Jesús de Nazareth, instituyo la Eucaristía y el sacerdocio (más el perdón de los pecados a través de la confesión), además, aceptó la pasión y fallecimiento en la cruz, para luego resucitar de entre los muertos,  al tercer día, invitándonos a todos a comenzar el camino de una sincera conversión de vida y de Fe, en preparación a su segunda venida.

Los días previos a la Semana Santa se conocen como tiempo de cuaresma, lo que inicia con el Miércoles de Ceniza y se prolonga hasta el Viernes del Concilio, para llegar al Domingo de Ramos, cuya fecha este año fue este 13 de abril.

Cuarenta días marcan la Cuaresma, días para la reflexión y conversión sincera, ¿cómo se llega a ello?: por medio de un examen de conciencia primero (basándolo en los 10 Mandamientos), para luego acudir al Sacramento de la Confesión (como se nos preparó durante y llegando a la Primera Comunión), tras oír al sacerdote, se pasa a cumplir con la penitencia impuesta y por último, el asistir a misa y comulgar

El papa Francisco ha reiterado en varias ocasiones lo siguiente: ”Si estás en pecado grave no debes recibir la Comunión. En fin todo aquel, que ha cometido un pecado que vaya en contra de uno de los diez mandamientos, no debe  acercarse a la Sagrada Comunión, sin antes de haber obtenido la absolución por parte de un sacerdote, por medio del  Sacramento de la Reconciliación o Confesión. Acercarse a un sacerdote católico, con el objetivo de decir los pecados y de arrepentirse de ellos, es conseguir ser absuelto de todo mal realizado, posteriormente cumplir la penitencia impuesta, y ya, poder recibir comulgar, con esa alegría de cuando la Primera Comunión, con el propósito de encontrar a Cristo Jesús, en la Santa Comunión".

Hablar del sacramento de la confesión es reiterar que por medio de ello, las personas pueden confesar los pecados cometidos, ante un sacerdote, ya que ellos por la “gracias dada desde el cielo” y por intercesión de la “Misericordia de Dios”, pueden perdonar las faltas cometidas. Igualmente los padres, invitan a las personas a vivir realmente el arrepentimiento y a cumplir una penitencia. De ese modo, las personas al quedar en “estado de pureza”, pueden recibir la Eucaristía.

Semana Santa 2025, del 13 al 20 de abril

La Semana Santa se inicia con la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, lo que identifica al Domingo de Ramos, día en que la Iglesia Católica bendice las palmas, que luego se distribuyen a los feligreses.

El día lunes se dedica al paso de “Jesús en la Columna”.

El martes la Iglesia se centra y venera la “humildad y paciencia” de nuestro Señor Jesucristo.

Cada Miércoles Santo, la iglesia conmemora a “Jesús Nazareno, con la cruz a cuesta, camino de su pasión y muerte”.

Día en que muchos penitentes visten de morado, en señal de agradecimiento por algún favor concedido desde los Alto del Cielo. Otro en cambio deciden cargar una cruz a cuesta, por una promesa de acción de gracias o simplemente desean, desagraviar a Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, por los pecados personales de cada penitente. Además, ofrecer oración por la paz de la humanidad y que su misericordia eterna se vea reflejada en la santa educación de la juventud como en una auténtica “fe de conversión”.

En fin, cada Miércoles Santo resulta ser un día de gran recogimiento espiritual, sabiéndose que  en cada iglesia siempre se encontrara a una imagen del Nazareno (y con él, la pesada).

Triduo Pascual

Definitivamente, los días más significativos de la Semana Santa, corresponden al jueves, viernes y sábado en la noche.

El día Jueves (17/4), la Iglesia recuerda como Jesús, el hijo de Dios, hecho hombre, instituye el sacerdocio y la santa eucaristía, quedándose presente en la “hostia viva”, que resulta ser su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad.

Estas celebraciones eucarísticas se realizan al final de cada tarde del jueves, conmemorándose la “Última Cena”.

Al término del oficio religioso, se llevan en procesión las hostias consagradas al Monumento, con lo cual la Iglesia Católica nos recuerda las horas adversas que vivió Jesús, desde el mismo momento que fue apresado, hasta que fue sentenciado a muerte de cruz. En esas horas aciagas, Cristo fue azotado y se le impuso la corona de espinas, hasta que tomo su cruz.                     .

Ya cuando el Cuerpo y la Sangre de Cristo (o sea las hostias consagradas) están colocadas en el Monumento. Es entonces cuando los fieles puedan inician un recorrido de los siete templos, con ello, orando por la conversión de la humanidad, por la santa educación de la juventud, por las necesidades personales y salud, por dar gracias a Dios por los favores recibidos, y sin olvidar realizar una oración por las benditas animas del purgatorio, por la Iglesia y sus prelados, en especial por la salud de papa Francisco, por la conversión de los poderosos que maltratan al más débil o simplemente a países enteros, por la paz del mundo y de Venezuela.

No solo pedir tantísimas gracias y bendiciones, sino también dar gracias a Dios no solo por su Muerte y Resurrección (signos de nuestra Fe católica), sino por los favores recibido y bendiciones, sino también darle gracias miles por darle a Venezuela un año jubilar y de grandes alegrías, por la santificación de San José Gregorio Hernández y Santa Carmen Rendiles.

Paralelamente, hacer énfasis en la oración por los inmigrantes todos, por los encarcelados y por quienes se están viendo seducidos por los vicios como por los chats, en fin, redes sociales.

La iglesia y todo feligrés, ha de pedir a San Miguel Arcángel que defienda a todos y en especial a los adolescentes, que por culpa de un facilismo de redes sociales están faltando a la vida (quitándosela) y de paso, pecando abiertamente en contra del mandamiento 6 y 9. Como por evitar comuniones sacrílegas y condenatorias para el ALMA.

Las actividades religiosas del Viernes Santo (18/4) incluyen sermones referentes a las 7 palabras (que Cristo dijo desde la Cruz, antes de su muerte), además, se va haciendo costumbre que se dedique tiempo al inicio de la Novena de Jesús de la Misericordia (dada a conocer por Sor María Faustina y que con gran devoción la siguió San Juan Pablo II).

De inmediato todo se centra en el misterio de la pasión y muerte del Señor, es por ello se lee la pasión, de inmediato se pasa a la adoración de la cruz, con lo cual se recuerda el sacrificio doloroso de Jesús, al inmolarse en la cruz: _“El cordero de Dios, nos libra de la esclavitud del demonio y borra todos los pecados del mundo”_

En este día no hay misa, sino los oficios antes señalados, seguidamente, donde hay costumbre, se sale en procesión con el Santo Sepulcro y la imagen de Nuestra Señora de Los Dolores, rezándose el rosario como el vía crucis.

Al término de todos los actos del día, las iglesias se cierran en señal de duelo, recordando que Jesús fue sepultado.

Para llegarse al jubiloso Sábado de Gloria (19/4).

Sábado de solemne vigilia pascual al Domingo de Gloria.

“Jesús ha resucitado de entre los muertos”.

A lo largo del sábado, las iglesias están cerradas en señal de duelo, pero cuando va cayendo la tarde y llega la noche, los templos abren sus puertas con el propósito de pasar de la oscuridad de la Muerte a la Luz de la Resurrección de la vida eterna, conmemorándose alegremente y conmovidamente desde un corazón arrepentido de todo pecado, la triunfante Resurrección de Jesús (al tercer día, resucito de los muertos, siendo luz de luz, para la salvación de todos… sin distinciones).

Los actos del sábado de gloria, se conocen como la Vigilia Pascual, dividiéndose en dos partes.

Primero, esta la celebración de la Luz y el Agua Bautismal, lo que representa la luz y divinidad de Cristo resucitado (o sea la bendición del fuego y del agua). Igualmente se da lectura a un pregón.

En segundo lugar, se van leyendo varias lecturas y salmos, hasta que se entona “jubilosamente el Gloria", en señal de que el Hijo de Dios, ha resucitado.

Tras el canto del Gloria, se da paso a la celebración eucarística, y con ello, la alegría de la Resurrección, lo que se sigue celebrando en el Domingo (20/4), en todas las misas en sus horarios habituales, jubilo total, que marca las semanas subsiguientes al Domingo de Resurrecion y de la fiesta de Misericordia, hasta celebrarse la Ascensión del Señor al Cielo.

La Misericordia se celebra a la semana siguiente de la Resurrección

La misericordia de Dios es tan bondadosa, que a través de Sor María Faustina, Él (o sea Cristo) nos dice:

“Antes de que yo venga como Justo Juez, abro de par en par las puertas de mi misericordia. Pero el que no quiera entrar por las, puertas de mi misericordia, tendrá que pasar por las puertas de mi justicia”. 

Estas palabras son del propio Jesús, quien se le apareció a la religiosa Sor María Faustina, el 22 de febrero de 1931, en Polonia, para decirle esto y muchas cosas más.

Por petición del propio Jesús, ella lo pintó como lo vio y pidió que la fiesta de su MISERICORDIA  se celebrara el domingo siguiente, del Domingo de Resurrección. Este año la “Fiesta de la Misericordia” será el 27/4.

Una devoción que estaá acompañada de una novena, que fue dada a conocer or Sor María Faustina y avalada por San Juan Pablo II, la cual se inicia el Viernes Santo y culmina el sábado siguiente (o sea el 26/4).

La gran fiesta de Jesús de la Misericordia se celebra cada primer domingo de pascua.

El rezo de la novena (comenzando este año el viernes 18/4) otorga muchísimas bendiciones al alma que la realice con fe. A lo largo de los nueve días, la persona expone sus intenciones particulares y reza por las están en presentes en la novena, porque sabe que Jesús por medio de ello, bendice generosamente a quien  recurre a su eterna misericordia.

Un signo de gran fe, que fue impulsada por San Juan Pablo II, invitando con ello a la salvación eterna (claro está, cuando cada ser se arrepienta de sus pecados,  se confiese y tenga un verdadero propósito de enmienda)

Nos dice el Señor: -“Convertíos, Creed en el Señor y la Santa Iglesia, porque la hora está cerca”- (refiriéndose a su Segunda Venida, para juzgar a vivos y muertos)”-.

Desde ya, este servidor le desea: “Felices pascua de resurrección”.

Cada Semana Santa nos invita a una conversión sincera de vida, de poder asistir espontáneamente a los oficios propios de estos días, con ello, tener recogimiento espiritual y lo primordial, volver al sacramento de la confesión (con un sacerdote), para poder comulgar a Cristo, hecho presente en la hostia consagrada.

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Semana Santa, tiempo ideal para intensificar la relación con Dios

Nazareno de San Pablo Semana Santa
Nazareno de San Pablo (Foto: Cortesía)