La principal coalición opositora de Venezuela, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), agradeció a Brasil por las declaraciones de su jefe de asesoría especial para asuntos internacionales, Celso Amorim, quien criticó las elecciones presidenciales del 28 de julio, en las que Nicolás Maduro fue proclamado vencedor.
"Agradecemos la postura de Brasil en la búsqueda de la verdad y el respeto a la soberanía popular en Venezuela. Esto no es más que la evidencia de que el mundo libre -al igual que nosotros, los venezolanos- continúa exigiendo respeto a la voz del pueblo, que se expresó contundentemente con el voto el pasado 28 de julio", expresó el bloque en X.
Al mismo tiempo, la coalición condenó "la virulenta respuesta del régimen de Maduro", el mismo día que el Parlamento -controlado por el chavismo- adelantó que evaluará declarar "persona non grata" a Amorim, quien fue canciller durante los dos primeros mandatos del actual presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010).
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El presidente del Parlamento venezolano, Jorge Rodríguez, acusó al excanciller de ser enviado e instrumento de Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, en las presidenciales del 28 de julio, cuyo resultado fue señalado de fraudulento por la PUD, que asegura que su candidato, Edmundo González Urrutia, ganó la Presidencia por amplio margen.
Principio de transparencia no respetado
El asesor de Lula compareció este martes ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados para explicar la posición de Brasil frente a la reelección de Maduro, que no es reconocida por numerosos países.
Amorim subrayó ante los diputados que, al no ser publicados los resultados detallados de los comicios del pasado 28 de julio, "el principio de la transparencia no fue respetado".
Enfatizó que, por eso, Brasil no reconoce ese resultado ni el triunfo que le atribuye la oposición a González Urrutia, hoy exiliado en España.
Las relaciones bilaterales se han deteriorado gradualmente tras las elecciones, sobre todo ante la insistencia de Brasil en la publicación de los resultados desglosados, una garantía que estaba contemplada en el cronograma electoral y que sigue sin cumplirse.
