“Hemos convertido a Venezuela en una causa mundial”.
Esas palabras podrían resumir el balance que hace María Corina Machado de lo que ha logrado la oposición venezolana en los dos meses transcurridos desde las elecciones presidenciales del 28 de julio en las que, según afirma la oposición, ganó con amplia ventaja su candidato, Edmundo González Urrutia, publicó BBC Mundo.
En este tiempo, el presidente Nicolás Maduro no ha conseguido que ni siquiera gobiernos cercanos -como el de Luis Inácio Lula da Silva en Brasil o el de Gustavo Petro en Colombia- den por buena la victoria que le concedió el Consejo Nacional Electoral de Venezuela.
Brasilia y Bogotá, al igual que otras capitales alrededor del mundo, siguen pidiendo a las autoridades venezolanas que muestren las actas de votación que sustentan la victoria de Maduro.
Pero, también en este tiempo, el candidato opositor tuvo que exiliarse en España, mientras que la propia Machado vive en la clandestinidad para evitar ser apresada por los cuerpos de seguridad venezolanos que han detenido a unos 2.000 opositores desde los comicios.
A dos meses de las elecciones, el periodista Stephen Sackur del programa Hard Talk de la BBC le hizo una entrevista en inglés a Machado en la que ella se muestra optimista por lo que ha conseguido la oposición en los últimos meses.
Pero la líder opositora también pide más acciones por parte de la comunidad internacional, asegurando que el momento para presionar a Maduro para lograr una transición en Venezuela es ahora.
Han transcurrido dos meses desde que las elecciones presidenciales en Venezuela. Cuénteme qué ha pasado desde entonces…
Nuestra victoria por una mayoría aplastante fue algo que el régimen no esperaba, así como el hecho de que en menos de 24 horas pudimos recopilar, digitalizar y poner en una página web más del 83% de las actas oficiales, que realmente demuestran nuestro triunfo.
Fue una victoria de 70-30, pero si hubiera sido una elección más libre, habríamos ganado al menos por 90-10.
Maduro está desnudo frente a todo el mundo y a sus seguidores.
Su decisión fue rodearse y atrincherarse rodeado de los altos mandos militares y, de hecho, desató el terror. Esto ha alcanzado a miles de venezolanos que han sido detenidos.
Todos los que estuvieron directamente involucrados en la organización de las elecciones están ahora escondidos, en prisión o en el exilio.
No obstante, la fuerza del movimiento organizado que pudimos despertar y construir está ahí y sigue avanzando. Así que Maduro está hoy totalmente aislado dentro del país y cada vez más aislado en el escenario internacional.
Usted habla del aislamiento de Maduro, pero quiero preguntarle sobre su situación personal. Yo la presento como a alguien que habla desde Venezuela. Creo que es correcto decir que ahora mismo está escondida, ¿cierto?
Eso es correcto. El régimen y Maduro han dicho que soy una terrorista y que la justicia me está buscando y muchas personas cercanas a mí están en la cárcel, asilados o escondidos porque quieren atraparlos.
Usted dice que las pruebas electrónicas son claras, que usted ganó las elecciones. Y cuando digo usted, obviamente usted era la líder de facto de la oposición. Usted estaba representada como candidata presidencial por Edmundo González. Usted dice que él obtuvo 70% de los votos.
Pero Maduro simplemente no lo acepta. Maduro dice que los datos electrónicos han sido pirateados. Él fue al Tribunal Supremo, el más alto en Venezuela, pidió que ratificaran su victoria y así hicieron. Entonces, en términos constitucionales, ¿qué sigue a partir de ahora?
Entendamos a qué nos enfrentamos. Todo el mundo sabe que el Tribunal Supremo está totalmente controlado por el régimen y ninguna democracia ha reconocido el fraude de Maduro.
Ni siquiera sus aliados anteriores en la región como Colombia o Brasil. Incluso Chile, donde el presidente Boric, siendo de izquierda, ha sido claro al decir que Edmundo González es el ganador, que debe ser reconocido y que el mundo debe avanzar, apoyando una transición a la democracia en Venezuela.
Así que esto está fuera de cuestión. Maduro y todo el mundo saben que perdieron.
El punto aquí es que Maduro esté dispuesto a sentarse a negociar y creo que eso se alcanzará cuando el costo de permanecer en el poder por la fuerza supere el costo de salir del poder y todavía no hemos llegado allí.
Me pregunto si corre el riesgo de subestimar la capacidad de resistencia de Maduro. En cierto sentido, ya hemos estado antes en esta situación en Venezuela, regresando a 2018 en las últimas elecciones -cuando la oposición dijo que estaban amañadas- y en 2019 usted puso todo su poder detrás de un presidente alternativo, Juan Guaidó, y le dijo al mundo que lo reconociera como el líder legítimo de Venezuela.
Estas iniciativas y el esfuerzo por conseguir que la gente saliera a las calles de Venezuela para apoyarles han fracasado en el pasado. ¿Por qué cree que no fracasará esta vez?
Este es un momento totalmente diferente. Nunca hemos tenido la fuerza que tenemos hoy. Nunca hemos tenido a nuestro país unido como lo estamos hoy. El régimen nunca ha sido llamado como lo es ahora: no solo de dictador, de criminal que ha cometido crímenes contra la humanidad.
La semana pasada en Ginebra, la misión de investigación y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos lo declararon con el apoyo de más de sesenta países.
Y, por otro lado, las tensiones dentro del sistema, el sistema criminal, están creciendo. Maduro ha perdido legitimidad total. Nunca antes había sucedido esto.
Pero, ¿ustedes no necesitan el apoyo en las calles como parte de su demanda de cambio? Luego de las elecciones hubo protestas masivas pero, en general, se han calmado. La represión se ha reafirmado, como usted ha dicho, muchos miles han sido arrestados, y parece que el pueblo de Venezuela parece resignado a que haya más Maduro.
Eso es lo que Maduro quiere que pienses. Y no es la verdad. Hemos convertido a Venezuela en una causa mundial. Tenemos una cuarta parte de nuestra población viviendo en el extranjero. Y los venezolanos están en las calles y están protestando. Esos son venezolanos también.
Dentro del país estamos evolucionando hacia una nueva forma de protesta.
Ahora tenemos que movernos en una dinámica diferente para proteger a nuestro pueblo. Ya no verás una gran protesta con 50.000 personas, verás 1.000 protestas con 50 personas todas coordinadas, todas descentralizadas y esta es la fase en la que estamos entrando, es algo que el régimen no esperaba, y es la forma en que podemos presionar en los puntos críticos para seguir adelante.
Cada día que pasa Maduro está más débil; cada día que pasa, somos más fuertes.
Un elemento clave con el que ustedes no parecen contar son las grietas y la división dentro de las Fuerzas Armadas y el aparato de seguridad en torno a Nicolás Maduro.
El politólogo estadounidense John Polga Hecimovich, que estudia Venezuela de cerca, dice que Maduro ha "protegido sistemáticamente su gobierno contra los golpes, rodeándose de leales, vinculando su supervivencia a la de otros altos dirigentes y un grupo de oficiales militares de alto rango. Mientras eso siga siendo así, tiene todo el poder, el poder represivo, de su lado".
Déjeme decirle algo. No hubiéramos podido recoger nuestras actas electorales si no fuera por el apoyo de los militares que estaban desplegados en cada uno de los centros de votación del país. Los militares de rangos medios y bajos están sufriendo lo mismo que el resto de la población.
He escuchado análisis similares que decían que era imposible ganar las elecciones o demostrar el resultado. Y aquí estamos.
Si hay alguien que no subestima el régimen al que nos enfrentamos somos nosotros.
Llevamos años denunciando su carácter criminal y entendemos de lo que son capaces. Sin embargo, estamos aumentando el costo de permanecer en el poder y llegaremos a un punto en que ese costo pese más que el costo de salir del poder.
Ese será el día en que Maduro se siente a negociar y entienda que esa es su mejor opción.
Lee la entrevista completa en BBC Mundo.