El Ejército israelí mató a primera hora de este miércoles a la fotoperiodista Fátima Hassouna y a varios miembros de su familia tras bombardear su casa en el barrio de Al Tuffah, al este de Ciudad de Gaza, confirmaron fuentes locales a EFE.
En total, el ataque israelí contra la casa de la familia Hassouna se ha cobrado la vida de diez personas y ha herido a otras 13, cuyas identidades todavía no han transcendido, según las fuentes.
La Defensa Civil gazatí, por su parte, informó en su canal de telegram de que sus equipos han podido recuperar seis cuerpos en el barrio de Al Tuffah y que han trasladado a ocho heridos a los hospitales.
Muertos en las últimas horas
Además, en las últimas 24 horas los ataques israelíes han dejado a más de una treintena de fallecidos, informó el Ministerio de Sanidad gazatí.
Solo en el norte de la Franja de Gaza, una quincena de personas murieron en la última jornada, entre ellas una niña y una anciana, en diferentes bombardeos de artillería y de drones especialmente contra Gaza Ciudad y contra Beit Lahia.
En el centro de la Franja, se registraron otros dos fallecidos en dos ataques diferentes contra el campo de refugiados de Al Bureij y otro en una casa frente al hospital de los Mártires de Al Aqsa en Deir al Balah.
Y en el sur del enclave palestino, fue donde más víctimas mortales se registraron en las últimas 24 horas con un total de 17 muertos por ataques contra las ciudades de Rafah y Jan Yunis.

Algunos de esos bombardeos golpearon, de nuevo, tiendas de campaña que albergan a personas desplazadas en la zona costera de Mawasi, bautizada por Israel como «punto seguro».
Dos miembros de una misma familia de 56 y 33 años murieron tras un ataque con drones contra su tienda de campaña al oeste de Jan Yunis. En este mismo punto, otros cuatro gazatíes también murieron en otro ataque aéreo contra su tienda de campaña.
«Gaza se ha convertido en una fosa común para la población palestina y para quienes acuden en su ayuda», denunció la coordinadora de emergencias de Médicos Sin Fronteras (MSF) en la Franja, Amande Bazerolle, quien señaló que la ayuda humanitaria en la Franja es cada vez más difícil de prestar.
Katz: «El Ejército de Israel permanecerá en las zonas de seguridad»
Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, advirtió en un comunicado que sus tropas permanecerán en las conocidas como «zonas de seguridad» ocupadas en la Franja de Gaza «bajo cualquier acuerdo de futuro, ya sea temporal o permanente».
«El Ejército permanecerá en las zonas de seguridad como un amortiguador entre el enemigo y las comunidades en cualquier situación temporal o permanente en Gaza, como en Líbano y Siria», indicó Katz.
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Con este anuncio, el Gobierno israelí deja claro que no está entre sus planes completar la retirada de las tropas del enclave palestino, una de las principales demandas de Hamás recogida en el anterior acuerdo de alto el fuego, firmado en Catar a finales de enero y que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, ordenó romper el pasado 18 de marzo.
Además, Katz indicó que de cara al futuro quiere que una estructura de empresas civiles se encargue de entregar la ayuda humanitaria en Gaza, bloqueada desde el pasado 2 de marzo, para evitar que esta pueda llegar a manos de Hamás, aunque aclaró que este mecanismo no sería de aplicación inmediata.
Al menos quince familias palestinas permanecen atrapadas en la ciudad de Rafah, en el extremo sur de Gaza, después de que Israel haya tomado el control de la urbe y emitido órdenes de desplazamiento forzoso para sus residentes, informaron a EFE fuentes de la Defensa Civil gazatí.
Muerto un miliciano de Hamás
El Ejército israelí anunció también la muerte de Mahmud Ibrahim Hasan Abu Hisirah, un miliciano de Hamás que participó en 2014 en la infiltración de un puesto militar israelí del kibutz Nahal Oz, muy cercano a la Franja de Gaza, y que causó la muerte de cinco soldados israelíes.