En un nuevo episodio que ilustra la crítica situación de los derechos humanos en Venezuela, el líder opositor Edmundo González Urrutia agradeció públicamente la solidaridad internacional que se ha generado tras la desaparición forzada de su yerno, Rafael Tudares, en un hecho que ocurrió en Caracas, cuando Tudares resultó interceptado por hombres encapuchados mientras llevaba a sus hijos al colegio el pasado 7 de enero de 2025.
“Ser el esposo de mi hija no es un delito; ser el padre de mis nietos no es un delito”, expresó González en un mensaje publicado en sus redes sociales. También agradeció los múltiples mensajes de apoyo recibidos y afirmó: “Esta lucha es por la libertad de todos los venezolanos”.
Este incidente ocurre en un contexto de alta tensión política. Apenas un día antes, el 10 de enero, Nicolás Maduro asumió un controvertido tercer mandato presidencial. González Urrutia, quien se proclama vencedor de las elecciones del 28 de julio de 2024, ha anunciado su intención de regresar al país para liderar protestas contra el gobierno.
Respuesta internacional a la desaparición forzada de Tudares
La desaparición de Tudares ha generado una rápida respuesta internacional. Estados Unidos condenó el hecho, calificándolo como un acto de intimidación del gobierno de Maduro hacia la oposición. Mientras tanto, la familia de Tudares continúa exigiendo respuestas. Mariana González, hija del líder opositor y esposa de Tudares, denunció que esta acción es una represalia directa contra su padre, quien se ha convertido en una figura clave de resistencia política.
Este caso se suma a un patrón de desapariciones forzadas y detenciones arbitrarias denunciadas por organizaciones de derechos humanos, que señalan al gobierno venezolano por el uso sistemático de estas tácticas para reprimir a disidentes y opositores.
La comunidad internacional sigue atenta al desarrollo de este caso, que no solo afecta a una familia, sino que se erige como un símbolo de la lucha por la libertad en Venezuela.