La Comisión Europea prevé que el impacto del fin del tránsito del gas natural ruso a través de Ucrania a partir del 1 de enero de 2025 sea "limitado" en la seguridad del suministro en la Unión Europea (UE), salvo en Austria y Eslovaquia, aseguraron este sábado a EFE fuentes comunitarias. Argumentaron que la interrupción del flujo por territorio ucraniano decidida por Kiev era una situación prevista y la UE estaba preparada.
Sin embargo, dos Estados miembros serían los más afectados: Austria y Eslovaquia. El gas ruso representa aproximadamente el 60 % de su demanda, según dichas fuentes.
Ucrania interrumpirá el tránsito de gas ruso a las 06.00 GMT del 1 de enero próximo y tampoco permitirá el tránsito a través de su territorio aunque primero se venda a otro país, como Azerbaiyán, y después a empresas europeas.
El corte tendrá lugar al término del contrato existente desde el 30 de diciembre de 2019 entre la rusa Gazprom y la ucraniana Naftogaz Ukrainy y la negativa de Ucrania a negociar uno nuevo que permita a Rusia ganar dinero para financiar la guerra de gran escala que inició a finales de febrero de 2022.
Ese acuerdo de tránsito, que concluye este 31 de diciembre, fue facilitado en su día por la Comisión Europea con el objetivo de garantizar un marco estable y poner fin a los casos de arbitraje que se prolongaron durante años entre las compañías de gas rusa y ucraniana.
Trabajo anticipado
Ante la negativa de Kiev, la Comisión Europea, en coordinación con los Estados miembros, lleva más de un año trabajando específicamente en la preparación de un escenario en el que el gas ruso no transite por Ucrania a partir del 1 de enero de 2025 y en garantizar la disponibilidad de suministros alternativos para los Estados miembros afectados, aseveraron las fuentes comunitarias.
Ese trabajo de preparación estuvo dirigido por la Dirección General de Energía de la Comisión Europea en colaboración especialmente con Austria, Bulgaria, Croacia, Chequia, Alemania, Grecia, Hungría, Italia, Polonia, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia.
Las fuentes añadieron que la infraestructura de gas europea es lo suficientemente flexible como para proporcionar gas de origen no ruso a los países de Europa central y oriental a través de rutas alternativas.
En este sentido, las fuentes recalcaron que la UE se ha reforzado con importantes nuevas capacidades de importación de GNL (gas natural licuado) desde 2022.
"La seguridad de la arquitectura del suministro de gas de la UE se ha reforzado en los últimos dos años, incluso con medidas de eficiencia energética y el desarrollo de energías renovables", subrayaron.
Hace dos días, el presidente ruso, Vladímir Putin, alertó de que el cese del tránsito del gas ruso por territorio de Ucrania disparará los precios en la Unión Europea y aseguró que Rusia está dispuesta a mantener sus suministros a los clientes europeos.
Y ayer el primer ministro de Eslovaquia, el populista Robert Fico, amenazó a Ucrania con medidas de represalia, como un eventual cese del suministro de emergencia de electricidad, si Kiev cumple con su anunciado plan de detener el próximo miércoles el tránsito de gas natural ruso hacia Europa central.