El número de fallecidos por el atentado terrorista en Moscú ascendió a 140 personas. El hecho, ocurrido el viernes pasado contra asistentes de la sala de conciertos Crocus City Hall, al noroeste de Moscú, aumentó su cifra tras la muerte de un herido grave.
«Lamentablemente uno de los heridos, que se encontraba en un estado extremadamente grave, falleció. Los médicos hicieron todo lo posible», informó el ministro de Sanidad ruso, Mijaíl Murashko.
Murashko añadió que en los hospitales de Moscú permanecen 80 heridos, incluyendo 6 menores de edad. Las autoridades habían informado de 139 víctimas mortales del ataque terrorista en la ciudad de Krasnogorsk.
Según los investigadores rusos, la causa de la muerte de los asistentes al concierto son heridas de bala y la asfixia por el humo del incendio provocado.
El Servicio Federal de Seguridad (FSB) informó de la detención de once personas. Entre los detenidos se encuentran cuatro terroristas que participaron en el ataque. Según informó el director del FSB, Alexandr Bórtnikov, al presidente ruso, Vladímir Putin.
Los sospechosos fueron detenidos en una carretera de la región de Briansk, fronteriza con Ucrania, a donde presuntamente pretendían escapar. Además, ofrecieron resistencia al cuerpo de seguridad.
Rusia admitió que el atentado lo perpetraron islamistas, pero insiste en buscar rastro ucraniano.
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