Un encuentro para compartir experiencias, el deseo de superar la bebida y la árdua lucha que ello implica fue el punto de partida. El 10 de junio de 1935 surgió, en Akron, Ohío, una de las comunidades que más vidas ha cambiado. Alcohólicos Anónimos (A.A) es hoy una organización presente en 180 países.
Las vivencias de un corredor de bolsa, Ilamado BilIW, y un médico conocido como el Dr. Bob, se juntaron. Ambos eran alcohólicos, con un profundo deseo de enfrentar esta enfermedad. El primero había tenido varios intentos fallidos y hospitalizaciones. El segundo se enfrentaba a un panorama similar, pero el 10 de junio de ese año dejó de beber. Desde entonces se mantuvieron sobrios y, además, ayudaron a otros alcohólicos. Su encuentro marcó el comienzo de lo que hoy es A.A., la organización que lleva un mensaje de esperanza a quienes sufren.
En A.A, definen el alcoholismo como una enfermedad. "No es falta de voluntad, no es debilidad, ni se trata solo de beber mucho. Es una afección que daña el cuerpo, la mente y las emociones. No distingue entre clases sociales, religiones o edades. Afecta al que la padece, pero también a su familia, a sus amigos y a su entorno laboral. Y muchas veces, por desconocimiento o prejuicios, se oculta, se niega o se juzga", precisa un escrito enviado a esta redacción.
El comunicado explica que, desde 1956 la Asociación Médica Norteamericana y en 1963 la Organización Mundial de la Salud, reconocieron al alcoholismo como una enfermedad incurable, progresiva y mortal, con graves consecuencias físicas y mentales. Se relaciona con padecimientos del corazón, del hígado, del estómago. También con accidentes, violencia doméstica y suicidios.
En Alcohólicos Anónimos hombres y mujeres comparten su experiencia, su fortaleza y su esperanza para dejar de beber y vivir mejor.
En Venezuela, el inicio del funcionamiento de AA se remonta a los años 40. Varios alcohólicos buscaron ayuda para enfrentar su enfermedad. Así establecieron correspondencia con la Oficina de Servicios. Movidos por el deseo de recuperarse y ayudar a otros, comenzaron a compartir el mensaje a través del Paso Doce. Colocaron avisos en la prensa, hablaron por radio y fundaron los primeros grupos en ciudades como Caracas y poco a poco fueron Ilegando a todo el territorio nacional. En Carabobo la sede se encuentra en el centro de la ciudad de Valencia.
Sólo el deseo de dejar la bebida

El único requisito es el deseo de dejar la bebida. En Alcohólicos anónimos no hay cuotas ni está afiliada a ninguna religión, partido político o institución. Según el escrito, la organización no entra en controversias, ni impone creencias. Su único propósito es ayudar a las personas a mantenerse sobrias y ayudar a otros a lograrlo.
En estos 90 años, el programa de Alcohólicos Anónimos ha sido consíderado el método más efectivo de recuperación para quienes sufren esta enfermedad. Y sigue vigente, salvando vidas, reconstruyendo familias y devolviendo la esperanza.
En Carabobo existen grupos activos, comprometidos y listos para recibir a quien esté dispuesto a dar el primer paso hacia la recuperación. Cada reunión es una oportunidad para escuchar, ser escuchado y encontrar fortaleza en la experiencia compartida. Para celebrar estas primeras nueve décadas, se han realizado murales en distintas partes de la ciudad, con información de contacto para quienes buscan ayuda.
Los interesados en acceder al programa pueden escribir por WhatsApp al 0414-4402352 o a través del 0501-SOBRIOS (7627467). También pueden accer a la web de la organización